Entrevista

Luis José Rodríguez Muñiz, catedrático de didáctica de las Matemáticas: "No podemos seguir enseñando Matemáticas como en 1940"

El vicepresidente de la Real Sociedad Matemática Española abre este lunes el Congrés Català d’Educació Matemàtica, que reúne en Lleida a 400 docentes con ganas de compartir recursos y aprender, más allá del malestar generado por los resultados de las últimas competencias básicas

Los expertos piden un grado de Educación Matemática y una especialidad en primaria: "No hacen falta matemáticos, sino profes de mates"

Luis J. Rodríguez Muñiz, catedrático de Didáctica de la Matemática.

Luis J. Rodríguez Muñiz, catedrático de Didáctica de la Matemática. / Cedida

Helena López

Helena López

Barcelona
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-¿Qué pasa con las Matemáticas en la escuela?

-Hay, sobre todo, una necesidad de que transcurra el tiempo. La educación es un trasatlántico, los cambios van muy despacio. No se trata solo de cambiar el currículum, que es un papel, y ya está. Hay que actuar sobre el currículum, que se ha actuado, a mi juicio de manera acertada; pero además hay que actuar sobre las prácticas de aula, especialmente sobre las prácticas de evaluación, y también sobre las concepciones que toda la comunidad educativa -familias, alumnado y profesorado- tenemos sobre qué es ser competente en Matemáticas. Los cambios han empezado, pero hay que acompasar, que ajustar el resto de variables que intervienen en un proceso de estas características.

"No hay ningún país del mundo donde un cambio curricular haya tenido efectos inmediatos. Hay que tener paciencia"

-¿Qué quiere decir con acompasar?

-Si yo quiero que mi alumnado sea competente y empiezo a trabajar en el aula cuestiones como la comunicación matemática y las diferentes formas de representación matemática pero llego al examen y lo que les pido no está adaptado a eso que estoy enseñando, evidentemente va a salir mal. Esa tensión, ese diálogo entre la práctica, la evaluación y el propio convencimiento del profesorado requiere tiempo. No hay ningún país del mundo donde un cambio curricular haya tenido efectos inmediatos. Lo que necesitamos en España, en educación, es un poquito de paciencia, cosa que no solemos tener porque cada vez que cambia un ministro quiere hacer una ley nueva. 

-Pero en principio las Matemáticas ya se están enseñando de manera competencial y las pruebas que salen mal son pruebas competenciales...

-A veces pasa que lo competencial no siempre está bien entendido. A veces lo competencial se ha traducido en poner enunciados muy largos para acabar pidiendo hacer prácticamente lo mismo. Esa es una cuestión, que es relevante; pero creo que tiene más peso otro desajuste, que es que todavía el cambio no está plenamente implementado. Hay un sector de profesorado, yo creo que el mayoritario, que no es que no esté alineado con los cambios, sino que todavía carece de recursos, de ideas, de ejemplos, qué es importante, respecto qué hacer y cómo hacerlo.

"El nuevo currículum tenía que haberse acompañado de un plan de formación sistemático, no voluntario, tanto en contenidos como especialmente en metodología"

- Dice que todo cambio necesita un tiempo, pero los niños que están en el colegio hoy lo están hoy, no tienen ese tiempo.

-Desde luego. El nuevo currículum tenía que haberse acompañado de un plan de formación sistemático, no voluntario, tanto en contenidos como especialmente en metodología. Eso, por un lado. Por otro, de recursos que expliquen el currículum. Orientaciones específicas, pautas didácticas. Eso solo se ha hecho en Aragón, donde, además del currículum prescriptivo, hay unos anexos donde se dan orientaciones metodológicas: lo importante de este tema es esto, no es tan importante esto otro... Saber en qué hay que insistir y en qué no.

-Catalunya lo está haciendo ahora.

-Sí. Ahora, sí, pero llevamos tres años de LOMLOE, con un currículum, a mi juicio, bueno, porque es flexible, está bien orientado, y da mucha capacidad al profesorado para diseñar. Pero una parte muy importante del profesorado carece de tiempo, sobre todo, y/o de recursos y/o está muy solo o muy sola y no puede hacer todo eso. Quizá antes de lanzar el nuevo currículum habría que haber tenido un poquito de paciencia, de nuevo, y hacer diseños un poco más elaborados, como estas concreciones que se están haciendo ahora en Catalunya. En Portugal, por ejemplo, estuvieron dos años probando.

"Quizá los niños no suman como tú querrías, pero entienden cosas que tú no has entendido nunca, como la descomposición numérica, por ejemplo"

-¿La clave está en mejorar la formación de los docentes?

-La formación necesita que le demos una vuelta. No solo la formación inicial, muchas veces ponemos el foco en ella, y desde luego que tenemos mucho margen de mejora, pero tenemos que mirar especialmente la formación continua. Se actualiza el currículum, se introducen contenidos nuevos, que muchos de ellos no los han estudiado ni los maestros ni los profesores de secundaria y, sin embargo, damos por hecho que se van a formar en ellos. Se introduce una perspectiva notablemente diferente del aprendizaje matemático, basado en los procesos matemáticos -notablemente diferente, que no notablemente nueva, porque esto ya lleva bastantes años en la literatura-, y no se hace un plan sistemático de formación. Se da por hecho que se formará quien quiera. Es plenamente voluntarista y eso nos lo tenemos que hacer mirar. La Administración tiene medios para intentar mejorar esa formación continua y ser coherente en que si quiere un cambio no basta con publicarlo en el BOE.

"Comparamos lo que nosotros estudiamos con lo que estudian nuestros hijos sin tener en cuenta que el contexto es diferente"

-¿Las Matemáticas son especialmente sensibles? Porque el currículum ha cambiado de arriba abajo en todas las materias.

-En Matemáticas ha cambiado notablemente el enfoque. En primaria se ha cambiado el enfoque de una aritmética operativa -saber hacer cuentas-, a una aritmética comprensiva, a que entiendas por qué tienes que multiplicar y qué estás multiplicando más que a que te sepas cuánto es siete por ocho. Que no quiere decir que no lo tengas que saber, pero lo que se busca es la comprensión conceptual y eso requiere un cambio notable. No nos interesa tanto que se ponga el foco en procedimientos que son mecanizables o automatizables como que se entienda lo que se está haciendo. En el siglo XXI, y ya llevamos más de un cuarto del siglo XXI, no podemos seguir enseñando Matemáticas como en 1940. Las necesidades de las personas para ser matemáticamente competentes no son las que tenían mis abuelos, que eran ir a la tienda y que no les timaran.

-¿Cuáles son, entonces?

-Pasan por tener una lectura crítica de la realidad, hacer un análisis de los datos, una comprensión vinculada a la tecnología, ha cambiado mucho. Entonces no se necesita que dediquemos tanto tiempo a cosas a las que se le dedicaba mucho antes y a cambio necesitamos comprender lo que hacemos. Y eso es muy específico de Matemáticas porque en matemáticas durante mucho tiempo se le ha dedicado mucho tiempo a la operativa, ya sea aritmética o algebraica.

-No pocos maestros insisten en que a algunos niños les funcionaba más el método clásico.

-Si hubiese un método universal que funcionase siempre sobraría toda la investigación en educación; pero la educación no es una ciencia, es una ciencia social. Aquí es muy relevante el contexto. Y claro que hay enfoques que pueden funcionar en unos sitios y en otros no, pero para eso están los maestros, para intentar adaptar.

-¿Por dónde habría que empezar para remontar la situación?

-Lo más relevante es utilizar bien el tiempo de clase para no dedicar demasiado tiempo a la operativa aritmética y dedicárselo a la comprensión conceptual.

-En Catalunya hay inquietud con Innovamat, editorial a la que muchas escuelas han fiado la educación matemática. Los centros no sabían cómo aplicar el nuevo currículum en Matemáticas, encontraron una empresa que se lo daba hecho y lo compraron; aunque el grueso de las quejas viene de familias que no entienden los deberes de sus hijos, no saben ayudarles y eso genera también malestar.

-No voy a hablar en concreto de Innovamat, porque he tenido alguna colaboración con ellos, me han pedido asesoría, y podría malinterpretarse. Pero ese hecho de que la familia no entiende lo que el alumnado hace en clase es un problema también de concepciones. ¿Qué es lo que entiendo yo? Lo que yo estudié. Entonces, me parece que mis hijos saben menos porque no saben hacer la raíz cuadrada a mano. Comparamos lo que nosotros estudiamos con lo que estudian nuestros hijos sin tener en cuenta que el contexto es diferente y el currículum es diferente. Hay muchas críticas fundadas en que lo que quiero que sepan mis hijos es lo que yo sabía o lo que a mí me parece que hay que saber. Desde luego, yo no creo que la educación antes fuera mejor que ahora. Yo he conocido una forma de estudiar las Matemáticas que dejaba fuera de las Matemáticas a contingentes enormes de alumnado, y eso ahora no está pasando. Quizá no suman como tú quieres que sumen, pero entienden cosas que tú no has entendido nunca, como la descomposición numérica, por ejemplo.

-A sus ojos, entonces, ¿vamos por el buen camino?

-Con el currículum, sí; pero me gustaría que tuviera un mayor liderazgo la Administración pública; estas empresas lo que hacen es ocupar espacios que están despoblados de iniciativa pública.

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