Educación

Estos son los tres mitos sobre la enseñanza de idiomas, según la neuroeducación

Dominar el inglés no depende de que el profesor sea nativo: "Es un mito heredado del pasado"

El alumnado de infantil que aprende inglés aumenta casi cinco puntos en la última década

Una profesora imparte clase de inglés a varios estudiantes, en una academia de Barcelona

Una profesora imparte clase de inglés a varios estudiantes, en una academia de Barcelona / Manu Mitru

Cloe Bellido

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Según las últimas pruebas de competencias básicas en Catalunya, casi el 20% de los alumnos entre 15 y 16 años tienen un nivel bajo de inglés. Una asignatura que cada vez se imparte antes - cada vez en más centros de educación infantil -, pero que aún así exige mucha inmersión para poder aprender bien el idioma y tener destreza oral y escrita.

Muchos padres están preocupados por cómo les enseñan los idiomas a sus hijos. Y muchos profesores creen que enseñar idiomas es agotador. La profesora Hélène Colinet con 35 mil seguidores en Instagram, explica que muchos profesores "están siguiendo mitos que no respetan cómo funciona el cerebro".

Esto acaba pasando factura y se traduce, cuenta, en más cansancio y menos resultados. De acuerdo con la neuroeducación, "se puede enseñar de forma más simple, más eficaz y con más disfrute; sin fichas interminables, sin preparar 12 actividades por clase, y sin sentir que lo haces todo “mal”.

3 mitos sobre la enseñanza de idiomas

Estos son 3 mitos sobre la enseñanza de idiomas, según la profesora Hélène Colinet:

  1. Hay que enseñar mucha gramática explícita: "Sin fichas de gramática, el alumnado no aprende bien". Lo que realmente pasa: el exceso de reglas gramaticales desconecta y sobrecarga el cerebro. La gramática se adquiere mejor cuando está integrada en mensajes comprensibles y repetidos en contexto.
  2. Cuantas más actividades, mejor: "Hay que tener clases muy dinámicas para que aprendan". La verdad: Muchas actividades no significa mejor aprendizaje. Lo que importa es la calidad del input: comprensible, contextualizado, emocional. No la cantidad de cosas que hacemos en 50 minutos.
  3. La repetición aburre: "Si repito, se cansan". La verdad: el cerebro necesita repetición para adquirir. Pero no repetición mecánica siuno natural, con sentido, emociones y variaciones. Así es como se consolida el lenguaje.

Colinet subraya que "enseñar no debería ser agotador". "Debería apoyarse en cómo aprende realmente el cerebro: input comprensible, repetición contextualizada, emoción y conexión, seguridad y sentido", concluye.