Crianza

Estas son las cinco cosas que debes hacer si tu hijo es un niño de voluntad firme, según una psicóloga experta en crianza

Milena González, experta en crianza: "Nunca hagas ninguna de estas tres cosas cuando tu hijo se acerque a dar un abrazo"

Carlos González, pediatra: "Muchas veces cuando tu hijo llora no quiere ni juguetes ni dulces, pide tu presencia y tu cariño"

Dos niños usando un portátil

Dos niños usando un portátil / / PEXELS

Cloe Bellido

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Criar a un niño de voluntad firme le añade a la crianza un extra de dificultad. Niños que ya desde pequeños muestran mucho carácter, que no aceptan un no por respuesta y que quieren salirse siempre con la suya. Al contrario de lo que pueda parecer, bien canalizadas, estas emociones pueden convertirse en fortalezas.

La psicóloga Milena González, con casi 2 millones de seguidores en Instagram (@unamamapsicologa_), asegura que "su persistencia, tozudez y esa voluntad firme es una gran fortaleza". "Conocer eso es muy importante para que aprenda a amarse, aceptarse y entenderse sin etiquetas", añade.

Qué hacer si tu hijo tiene mucho carácter

Es por ello que González ha querido enseñar las cinco cosas que debes hacer si tu hijo tiene mucho carácter.

En primer lugar, dejar que sea él mismo quien encuentre la respuesta. "Hacer eso le da la sensación de autonomía sin perder la estructura e instrucción establecida por ti. Antes de dormir toca: cepillarse los dientes, preparar la mochila y leer juntos un cuento. De esas tres cosas ¿cuál te falta hacer?", ejemplifica la psicóloga. De esta manera, en lugar de sentirse controlado, el niño se sentirá cooperando, reduciendo así posibles discusiones.

También resulta útil ofrecerle opciones limitadas. En lugar de sentir que le estás imponiendo algo, sentirá que es parte. "Dar opciones dentro de tus límites les da la sensación de control sin que eso signifique ceder tu autoridad". Aquí, González pone de ejemplo que, si se tiene que duchar, negocies con él si quiere hacerlo antes o después de cenar. "No estás negociando si se ducha o no, tú sigues marcando el rumbo, pero le permites hacer uso de su pequeña parcela de poder en el cuándo".

Contarle el plan y establecer límites

Contarle el plan. Otra de las cosas que aconseja González es que les anticipes las cosas a los niños. "Muchos niños de voluntad firme por su temperamento no encajan bien las transiciones", cuenta. Es por ello que vale la pena avisarles: veremos un capítulo de dibujos y apagaremos la televisión para cenar. "Cuando saben qué esperar es menos probable que protesten o se opongan".

Eso sí, todo tiene un límite, y el objetivo no es que el hijo sea tu amigo. "Si aún así se frustra y se enoja por el límite establecido que ya habían hablado antes, recuerda en ese momento que tu labor no es hacer feliz a tu hijo por encima de todo sino mantenerte firme y amable en la instrucción aunque a veces signifique que no le caigas bien", sentencia González.

No siempre hay que ceder a los deseos de los hijos. Eso sí, está bien reconocérselos. "Cuando sienten que no los entendemos transitan mejor su frustración. Validar no significa ceder, significa ver y acompañar su emoción sea la que sea", explica.

Por último, es importante ser firme con los límites que has impuesto. "Confía en tus límites. Si tú dudas ellos empujan. Los niños de voluntad firme necesitan saber que los límites no se mueven por la presión. Hoy dijimos que ibamos a ver un capítulo y así va a ser. El finde podemos ver dos seguidos pero hoy no cambia el acuerdo. Esto le enseña que el límite se respeta pero también que tú eres flexible para negociar en otro momento", concluye.