En la comarca de Safor

Cerradas tres playas de Valencia por la presencia de bacterias

Tres tramos en Tavernes, Xeraco y Daimús se cierran todo el día por presencia de aguas residuales

La playa de Daimús, a media mañana de este miércoles, con la bandera roja y usuarios en la arena tomando el  sol porque no podían zambullirse en el agua.

La playa de Daimús, a media mañana de este miércoles, con la bandera roja y usuarios en la arena tomando el sol porque no podían zambullirse en el agua. / Levante-EMV

Toni Álvarez Casanova

Gandia
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Tres tramos de playa de la comarca valenciana de Safor, separados varios kilómetros entre sí, han permanecido cerrados toda la jornada de este miércoles, aunque los usuarios podían entrar en la arena, pero no introducirse en el agua debido a un problema de contaminación fecal.

La Conselleria de Medio Ambiente aconsejó el baño, que los ayuntamientos de Tavernes de la Valldigna, Xeraco y Daimús adoptaron a rajatabla ante el riesgo sanitario existente. En el caso de Tavernes la zona afectada solo era la Goleta, al norte del término. La conselleria señala que en los análisis periódicos que realiza al agua detectó en esas zonas bacterias de origen intestinal.

Según detalló el departamento de Medio Ambiente, los parámetros detectados en el agua son «enterococos intestinal por encima de los valores recomendados», de ahí la recomendación a los ayuntamientos de prohibir el baño.

Esos elementos podrían haber llegado al agua por la red de alcantarillado, siempre según la Conselleria de Medio Ambiente, razón por la que, en colaboración con los ayuntamientos implicados, se procedió a realizar inspecciones en el Canal en Tavernes, y los cauces de los ríos Vaca, en Xeraco, y Serpis, en Gandia, con la intención de solucionar el problema.

Esta nueva orden de cierre de playas, dado que en junio se cerraron 16 kilómetros en todo el sur de la Safor debido a un vertido, ha causado alarma entre los responsables de los ayuntamientos, y no solo de los tres afectados. Los alcaldes y alcaldesas temen que, si no se detecta y corrige la causa de la contaminación, cualquier día, y ahora en pleno verano, se vean obligados a tener que prohibir el baño a decenas de miles de personas que llegan a las playas. La situación sería especialmente grave si ocurriera en fin de semana, con playas atestadas y negocios que viven de esa afluencia.

En ese sentido, el más directo fue el alcalde de Xeraco. Avelino Mascarell no dudó en expresar su perplejidad por esta contaminación bacteriana del agua el mismo día y en tres tramos inconexos de playa. Se trataría, en cualquier caso, de una coincidencia por vertidos procedentes de cursos de agua que, en estos momentos, permanecen secos. Incluso el río Serpis hace más de dos meses que carece de caudal. Además, la depuradora comarcal de la Safor-Sur, situada en Gandia, vierte el agua tratada a dos kilómetros mar adentro a través de un emisario submarino, y la depuradora de Xeraco tampoco llega al mar porque se inyecta en la Sèquia Travessera que discurre por el marjal.

El alcalde de Xeraco fue más allá y exige que se den explicaciones detalladas sobre lo sucedido y, en su caso, se pidan las debidas responsabilidades a las personas u organismos correspondientes.

Resignación entre bañistas

Fue el 112 de Emergencias de la Generalitat quien dio el aviso a los cuerpos de la Policía Local de estos tres municipios, y también se informaba de que se darían nuevas indicaciones cuando se disponga de los contraanálisis realizados al agua.

Según señalan responsables de los servicios de salvamento y de las policías locales de esos municipios, los usuarios de las playas se lo tomaron con resignación y paciencia. La bandera roja ondeó en las playas como señal indicativa.

Una de las opciones de quienes no querían renunciar al baño era desplazarse a otra playa. Era fácil acudir a la playa urbana y de Marenys, en Tavernes de la Valldigna, a las de l’Auir y Rafalcaid, en Gandia, o la de Guardamar de la Safor, que estaban abiertas con total normalidad, y todas ellas lindan con los tramos de litoral que quedaron cerrados.

El origen del vertido de junio nunca se aclaró

La incógnita de este miércoles es no saber qué vertidos, se entiende que simultáneos en tres puntos, pudieron causar la contaminación de los tres tramos de playa que se tuvieron que cerrar al baño, para disgusto de autoridades municipales y, sobre todo, de usuarios. Los alcaldes lamentan este hecho que, si comienza a ser habitual, tendría una evidente repercusión sobre miles de negocios que viven del turismo y de la masiva afluencia de personas a las playas.

Lo cierto es que esta incógnita se suma a otra que generó el cierre de playas, en aquella ocasión incluso de la franja de arena, en 16 kilómetros que van desde Gandia hasta el Molinell, donde arranca el término de Dénia. El incidente se debió a la presencia de unas bolitas viscosas, como granos de arroz, que aparecieron en el agua que se acumulaban en la arena. Tras los análisis se determinó que era una especie de aceite o grasa, inocua, probablemente de origen alimenticio. Pero lo que nunca se aclaró es si llegó por el mar, tras el vertido de algún buque mercante que, como es habitual, limpian los tanques mientras navegan. Esa es, pese a todo, la hipótesis que ha quedado como la más probable.