Acusaciones a un profesor
Abusos en la UB: “Se abalanzó sobre mí, le sentí excitado y me paralicé”
Las mujeres que señalan al catedrático emérito Ramón Flecha narran el presunto calvario que sufrieron a manos de su superior
14 universitarias acusan a un catedrático de la UB de abuso sexual
Abusos en la UB: "El caso de Ramón Flecha es el más grave en una universidad, podría haber más de 40 víctimas"

El catedrático emérito Ramón Flecha. / LNE


Olga Pereda
Olga PeredaPeriodista
Especialista en Educación de El Periódico. A los mandos de la sección 'Mamás y Papás' y del Club de Educación y Crianza. Te mando cada viernes una newsletter con contenidos clave para afrontar la maternidad y la paternidad. Escribo en la sección de Sociedad y tengo alergia a la pseudociencia.
“Se abalanzó sobre mí, le sentí excitado y me paralicé”. “No le podías decir no. ¿Cómo te ibas a negar si él era el hombre más bueno e igualitario del mundo?”. “No se le podía contradecir. Si lo hacías, te condenaba al ostracismo”. Con estas frases, antiguas investigadoras de CREA, el grupo de investigación impulsado por el catedrático Ramón Flecha en la Universitat de Barcelona (UB), han retratado a Ràdio 4 el presunto calvario que sufrieron durante años a manos de quien fue su superior jerárquico. Ellas tenían entonces alrededor de 20 años. Eran estudiantes, becarias o doctorandas que querían comenzar una carrera académica. Él, que les doblaba la edad, era catedrático y reputado investigador, especializado en feminismo y violencia de género. Las fichó para su equipo, pero la relación, presuntamente, no tuvo nada de profesional.
Los servicios jurídicos del campus han ofrecido a las letradas de las mujeres un encuentro “confidencial y seguro” y están a la espera de respuesta
Un despacho de abogadas con sede en Madrid envió la semana pasada al rector de la UB, Joan Guàrdia, una carta explicando los comportamientos inadecuados que, presuntamente, sufrieron 14 universitarias en CREA hace unos 20 años. En el escrito no revelan su identidad, lo que no permite, según la UB, realizar acciones concretas. Los servicios jurídicos del campus han ofrecido a las letradas un encuentro “confidencial y seguro” para poder hablar de los hechos y están a la espera de respuesta. EL PERIÓDICO se ha puesto en contacto con las abogadas, que, de momento, no han contestado.
El relato incluye masajes, sexo, jornadas laborables interminables y disponibilidad total
Flecha y las investigadoras de CREA -organismo que, tras un conflicto con el decanato de la Facultat d'Educació pasó formar parte del departamento de Sociologia y que desde 2020 ya no pertenece a la UB- aseguran que la acusación responde a un acto de venganza por liderar la lucha por el feminismo y la batalla contra el abuso sexual en las universidades. Mar Joanpere, investigadora de CREA desde 2015, defiende a capa y espada a Flecha, a quien considera "la persona que más se ha posicionado a favor de las víctimas y en contra de los abusadores". La académica añade que, en diciembre de 2023, se produjeron en el grupo de investigación varios casos de abusos de poder por parte de investigadoras hacia becarias, que denunciaron "vejaciones y maltrato psicológico". "Recogimos sus testimonios y redactamos un documento dejando claro que ese tipo de comportamientos no tienen cabida en el grupo. No echamos a nadie, peo sí hubo gente que abandonó. Casualmente, ahora recibimos ataques", concluye tras subrayar que el revuelo organizado tras la acusación de las 14 mujeres a Flecha hace "un flaco favor al feminismo".
El control era tal que, según las víctimas, ni siquiera podían decidir tomar un café con alguien sin haber informado antes a su superior
En declaraciones al programa de Samanta Villar en Ràdio 4 ('L’Entrellat'), varias mujeres de las que firman la carta dirigida a Guàrdia han narrado lo que ocurrió en el seno de CREA hace unos 20 años. Temen represalias, así que lo han hecho bajo anonimato y con la voz modificada gracias a la Inteligencia Artificial. El relato de abuso de poder y sexual es espeluznante e incluye desde “masajes” hasta “encuentros sexuales”, “jornadas laborales interminables durante todos los días de la semana, incluidas las vacaciones de verano y Navidad” y “conversaciones muy íntimas sobre la vida sentimental”.
Según su versión, la intromisión en la vida personal era de órdago. Las universitarias recuerdan que ni siquiera tomaban un café o iniciaban una relación con alguien de fuera de CREA si antes no se lo contaban al que era su superior jerárquico. En ningún momento, las presuntas víctimas mencionan a Ramón Flecha por su nombre sino que hablan de “esta persona” o “R”. Sus declaraciones dejan ver que la servidumbre de las mujeres era total. Le realizaban recados personales y estaban siempre “disponibles” para él, ya fuera para una cena en su casa o una reunión laboral a deshora.
Otros universitarios, contactados por este diario, han asegurado que, en 2006, uno de los temas de conversación de los estudiantes del campus era el (presunto) "comportamiento sectario" que CREA tenía alrededor de Flecha.
Grupo de investigación
En todos los casos, según explican las mujeres, Flecha se fijó en ellas y les propuso entrar en CREA. El grupo de investigación fue creado en 1991 por varios docentes, entre los que estaba el catedrático. Se bautizó como Centro de Investigación en Educación de Adultos y posteriormente modificó su nombre para abarcar otras etapas educativas y líneas de investigación y pasó a denominarse Comunidad de Investigación sobre Excelencia para Todos. Tenían un proyecto estrella: las comunidades de aprendizaje y cómo superar las desigualdades para alcanzar el éxito educativo.
En 2004 hubo una denuncia interna en CREA. En 2016 hubo otra. Ambas se elevaron a Fiscalía pero quedaron archivadas por la imposibilidad de conseguir nuevos testimonios. Más adelante, después de varios conflictos internos, el grupo se centró en la investigación de la violencia de género y pusieron el foco en el acoso sexual y la violencia de género en la universidad. Sus investigadoras, de primer nivel y con presencia en universidades extranjeras, han escrito algunos de los pocos informes que existen sobre el tema. De hecho, la catedrática Rosa Valls dirigió la investigación pionera 'Violencia de género en las universidades españolas (2006-2008)', la cual sirvió para impulsar las unidades de igualdad en los campus universitarios.
En 2013, miembros de este grupo de investigación impulsaron la Red Solidaria de Víctimas y Supervivientes, que fue reconocida oficialmente por el gobierno español y que se ha convertido en la plataforma MeToo Universidad, la cual ha recorrido el territorio español.
Antiguas investigadoras de CREA -organismo que siguen usando el término ub a pesar de no formar parte ya de la UB- reconocen a EL PERIÓDICO que ellas jamás vieron los comportamientos que relatan las 14 investigadoras, pero añade que tampoco les extraña. El relato de las presuntas víctimas es idéntico al que ha hecho en este diario Àlex Caramé, que también fue becario del grupo de investigación cuando estudiaba Sociología en la UB, donde ahora es doctor en Educación y profesor de la Facultat d’Educació.
"Transformar la sociedad"
Caramé, que no sufrió abuso sexual, asegura que padeció abuso de poder a manos de Flecha. Según su relato, el catedrático, que se sentía perfecto y tenía un alto concepto de sí mismo, le hablaba de la necesidad de una transformación personal para transformar la sociedad. “No te abres, no te dejas ayudar”, le insistía el catedrático, que, para respaldar sus teorías, siempre estaba sacando a colación palabras como “evidencia, estudio científico y ciencia”. “Así conseguía tener a la gente en sus manos. Era el ejemplo perfecto de una manipulación”, añade el docente, que sentencia que estamos delante del caso más grave de abuso de poder y abuso sexual en una universidad”. "Ahora han dado el paso de acusar al catedrático 14 mujeres. Pero, en realidad, hablamos de muchas más presuntas víctimas de abuso de poder. Unas 40 o 50 a lo largo de 30 años", resume.
"Te hacía pensar que eras muy buena, pero que sin CREA no llegarías a ninguna parte"
En declaraciones al programa de Samanta Villar, las mujeres relatan que se sintieron “fascinadas” al ver que todo un catedrático se fijara en ellas para formar parte de su grupo de investigación. “Te hacía pensar que eras muy buena, pero que sin CREA no llegarías a ninguna parte”, asegura una de ellas, que revela que Flecha les preguntaba todo sobre su vida personal e íntima. “Él resignificaba tu vida”, corrobora Caramé, que, después de 15 meses, terminó enfrentándose con Flecha y saliendo de CREA, que, a lo largo de los años, ha sufrido un goteo de deserciones.
Suscríbete para seguir leyendo
- Catalunya, tras el paso del temporal: ciudades inundadas, más de mil incidencias y dos desaparecidos en Cubelles por el desbordamiento del Foix
- La cucaracha americana ya está en el 90% de las provincias de España: 'De mayor tamaño, más longeva y más adaptable
- ¿Por qué algunos teléfonos móviles no han recibido el aviso de 'Es Alert' por lluvias torrenciales en Catalunya?
- Dana y tormentas en España, hoy en directo: última hora de las lluvias y granizo en Catalunya
- La dana en Catalunya deja inoperativo el hospital comarcal de Vilafranca, que estará cerrado tres semanas
- El paso de la dana en Catalunya acerca los embalses al 80% de su capacidad
- Koldo reclama que asuntos internos de la Guardia Civil investigue si se accedió a bases de datos sobre él y su exesposa años antes de estallar el caso
- Restablecida la circulación tras el choque en la R3 de Rodalies Renfe Catalunya | Así hemos contado el incidente