Seguridad en Catalunya

Los Mossos intensifican la vigilancia en las zonas rurales: aumentan un 46% los detenidos y bajan un 1,5% los delitos

Mandos de Mossos instan al sector a denunciar cualquier delito para poder establecer controles específicos

El campo catalán alerta de robos y vandalismo: "Subió el precio del albaricoque y se llevaron 400 kilos"

Los Mossos llevarán portátiles con impresoras para recoger in situ denuncias de robos en el campo

Los Mossos patrullando en zonas rurales

Los Mossos patrullando en zonas rurales / Mossos

Germán González

Germán González

Barcelona
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El 80% de territorio catalán, en el que vive el 19% de la población, está considerado zona rural. El sector económico principal es el primario, relacionado con agricultura y ganadería, con explotaciones a veces aisladas. Frutas, verduras, ganador y maquinaria se han convertido en los últimos años en objeto de deseo de ladrones, animados por el alza de los precios en el mercado. Ante este panorama los Mossos d'Esquadra han intensificado un dispositivo específico para el campo, adaptado a esta nueva realidad del campo catalán que ha empezado a dar frutos: en 2024 hubo un incremento del 46% en el número de detenidos, que pasó de 89 en 2023 a 130 en 2024.

Según datos de los Mossos facilitados a EL PERIÓDICO, el año pasado se denunciaron 2.206 delitos, lo que supone un descenso del 1,5% respecto a 2023 cuando fueron 2.238, aunque ahí el sector apunta que hay que tener en cuenta que muchos agricultores y ganaderos no denuncian por evitar la burocracia y el exceso de papeleo. Asimismo, las identificaciones de personas y vehículos en los 3.336 controles que la policía hizo en zonas rurales aumentaron un 5,56%, pasando de las 9.547 en 2023 a las 10.073 de 2024. Las cifras, subrayan los Mossos, muestran la intensidad de la labor policial por garantizar la seguridad en el campo catalán.

El año pasado se detuvo a 130 personas y se hicieron más de 3.300 controles policiales en el campo

"Tenemos una especial sensibilidad hacia este sector agrícola y ganadero que tiene mucha fuerza en zonas de Catalunya y una serie de demandas específicas relacionadas con la seguridad en el campo", explica a este diario el comisario de los Mossos Josep Maria Estela. La principal dificultad es que no es la misma realidad en Terres de l'Ebre con el cultivo del arroz, los cítricos o las olivas, que en la zona de Lleida con la fruta o la Catalunya central con los cereales.

"Pese a las diferencias del sector hay elementos comunes, como explotaciones agrícolas y ganaderas que suelen estar aisladas de la población y en las que de forma mayoritaria no vive nadie. Muchas de ellas disponen de maquinaria especializada que es muy cara", remarca Estela. En estas explotaciones se da lo que el comisario califica de "tormenta perfecta": zonas aisladas, deshabitadas y con objetos valiosos, por lo que son atractivas para ladrones, ya que pueden robar sin que nadie se entere.

Los Mossos patrullando en zonas rurales

Los Mossos patrullando en zonas rurales / Mossos

Robo de metales, gasoil y fruta

Lo que más se suele robar son material metálico agrícola, como cobre o hierro que después se vende como chatarra, animales como corderos u ovejas, gasoil, teniendo en cuenta que el precio del combustible está muy alto, y herramientas específicas. También hay sustracciones de productos del campo en función del precio al que estos estén en el mercado. Cuando el kilo de almendras, algarrobas u olivas, por citar ejemplos recientes, han estado más caro se suelen producir más robos en estas explotaciones.

Desde finales de abril hasta principios de septiembre, meses de recolección de la fruta, los Mossos tienen activos dispositivos específicos 

Sin embargo, el comisario Estela remarca que más costoso que el material robado, como aspersores o tubos de cobre, son los destrozos en la explotación que pueden afectar a una cosecha o provocar incluso la pérdida de agua de riego. Sería, por ejemplo, el caso de árboles o plantas que quedan dañadas y se arruina su producción futura. Es por ello que en los atestados, los Mossos indican el daño provocado en la actividad, además del valor de lo robado.

"Que sean nuestros ojos"

Los Mossos mantienen reuniones periódicas con organizaciones agrarias, cooperativas y ayuntamientos de estas zonas rurales. El año pasado tuvieron 2.522 contactos. Para la policía esta interlocución periódica con el sector es fundamental para la seguridad. "Ante la realidad agrícola y rural catalana necesitamos que sean nuestros ojos, que nos pasen el máximo de información posible de lo que pasa en el territorio. Les instamos a que nos lo cuenten todo, denuncien o no, para así nosotros poder establecer una planificación preventiva", comenta Estela.

"Animamos a agricultores y ganaderos a que nos lo cuenten todo, denuncien o no, para así poder establecer una planificación preventiva"

Josep Maria Estela

— Comisario de los Mossos

"Les pedimos que ante alguna sospecha avisen al 112 si es urgente o acudan a la comisaría a hacerlo", señala el comisario. A partir de esta información, los agentes planifican las patrullas, los controles y las vigilancias. "Si estás trabajando la campaña del arroz en Terres de l'Ebre sabemos los caminos por los que pasará la maquinaria agrícola pesada y les acompañaremos para garantizar la seguridad, igual que hacemos en la campaña de la fruta en Lleida", apunta el comisario, que hace hincapié en que los agentes destinados a estas funciones "conocen muy bien el territorio".

En Aitona este año se ha instalado por primera vez una oficina policial para recoger denuncias

Desde finales de abril hasta principios de septiembre, meses de recolección de la fruta, los Mossos tienen activos dispositivos específicos e incrementan los patrullajes en zonas rurales, para garantizar una respuesta rápida ante un incidente. Este año se ha instalado por primera vez en Aitona una oficina policial para atender con agilidad cualquier denuncia. Está operativa cada tarde de lunes a viernes.

Control de molinos y chatarrerías

Los Mossos también investigan quién hay detrás de los robos en el campo, para determinar, por ejemplo, si se trata de bandas organizadas. Así, realizan controles en molinos (donde prensan frutos como las olivas o algarrobas), mataderos o chatarrerías para advertir a sus propietarios de que no deben comprar material sustraído, ya que cometerían un delito de receptación.

"La inteligencia policial se debe aplicar a nivel preventivo, para anticiparte a lo que puede pasar, pero después debes ir más allá y buscar dónde va a parar el material robado", destaca el comisario que detalla que algunos robos requieren planificación ya que se necesita un medio de transporte y un lugar donde ocultar el material; requisito que suelen ser más accesibles para grupos organizados.

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