Delta del Llobregat

Pocas aves, pero un paraíso para la flora: ¿qué hay a día de hoy en la laguna de la Ricarda, afectada por la ampliación del aeropuerto?

La vertiente este del ecosistema, que sobre el papel no se verá invadida por el alargamiento de la tercera pista, es la que alberga más biodiversidad

Dibujos a mano hasta las 7 de la mañana: así se gestó el pacto para la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat

Un avión sobrevuela la laguna de la Ricarda antes de aterrizar.

Un avión sobrevuela la laguna de la Ricarda antes de aterrizar. / FERRAN NADEU

Guillem Costa

Guillem Costa

Barcelona
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Cuatro años después, la Ricarda vuelve estar en el foco del debate. Esta pequeña laguna litoral es el espacio protegido del delta del Llobregat que se verá más afectado por la ampliación del aeropuerto de Barcelona propuesta por el Govern de Salvador Illa. En concreto, el plan anunciado sugiere sacrificar una parte de la Ricarda y "reconfigurarla" ampliándola hacia el oeste. ¿Es viable esta intervención artificial? Antes de responder a esta pregunta, hace falta saber qué esconde a día de hoy este humedal de nombre ya mediático pero de naturaleza desconocida, quizás porque sigue siendo una propiedad privada a la que no es fácil acceder.

Una de las personas que, sin ser el dueño, más veces ha penetrado en sus dominios durante los últimos años es el ecólogo Joan Pino, que junto con su colega Narcís Prat, publicó hace años un estudio pormenorizado de la charca de la discordia. Pino confiesa haber estado más de 100 veces en lo que define como un "pequeño rincón salvaje del delta primigenio". "Una relación intensa", admite. "Cuando entras en la zona de más vegetación, si te olvidas de los aviones, es como si hicieras un viaje en el tiempo", relata. "La Ricarda te permite intuir cómo eran las marismas deltaicas, casi inalteradas, en tiempos pretéritos", añade.

El Prat de Llobregat 10/06/2025 Ampliación del aeropuerto de Barcelona Josep Tarradellas El Prat En la foto, avión sobrevuela la laguna de la Ricarda antes de tomar tierra en la pista 06R/24L , la más cercana al mar, y que se pretende alargar por la Ricarda y por el Remolar afecto a los ecositemas del Parc Natural del Delta del LLobregat Fotografía de Ferran Nadeu

La zona sur de la Ricarda, esta semana. / FERRAN NADEU

¿Pero por qué dice "casi" inalteradas? Porque la Ricarda, pese a ser una de las lagunas más naturales del delta, también ha sufrido un cierto proceso de artificialización: "Está menos transformada que el Remolar, pero tiene canales, un sistema de desagüe y un discreto embarcadero". Para entender bien este proceso de humanización, hay que remontarse a su formación, 400 años atrás.

La Ricarda, en su génesis, no era más que un antiguo brazo del río Llobregat. "Cuando el río estaba vivo y no canalizado, la desembocadura se movía de lugar de manera anárquica", cuenta Pino. Con las riadas, el caudal aumentaba y una de las posibles salidas era la Ricarda. Después, cuando el empuje del Llobregat cesaba, la laguna salobre quedaba ahí.

Esta es la dinámica natural de este tipo de las marismas costeras: el agua dulce se renueva con las crecidas del río y el agua salada entra cuando la laguna se desborda o los temporales marítimos golpean con fuerza.

Tiempo de cambios

Pero durante la modernización agrícola de principios de siglo XX, cuando el Baix Llobregat ya era la principal huerta de Barcelona, estos antiguos paleocanales se aprovecharon como sistema de desagüe de los canales de riego. "Si llovía con fuerza, los payeses reclamaban abrir el canal de la Ricarda para que los campos no se inundaran", expone el especialista. Ahora, hace décadas que el delta está canalizado y urbanizado. Las lagunas han quedado aisladas y ya no laten al ritmo del nivel freático ni del devenir caótico de las rieras y los arroyos de la comarca.

CERDANYOLA DEL VALLÈS 20/12/2024 Sociedad. Retratos a Joan Pino, director del CREAF en la UAB. FOTO de ZOWY VOETEN

Joan Pino, ecólogo y director del CREAF, en la UAB. / ZOWT VOETEN

La última borrasca que facilitó el intercambio entre el mar y la Ricarda fue el Gloria, en 2020. Desde entonces, la barra que separa el mar y la laguna no se ha vuelto a romper. Esta situación explica su elevado grado de eutrofización (el exceso de nutrientes provoca una proliferación descontrolada de algas, se reduce el oxígeno y se deteriora la calidad del agua), más intenso de lo que sería adecuado. "Como los humedales no rejuvenecen por un proceso natural, convendría reproducir artificialmente los procesos de drenaje y los aportes de agua", sugiere Pino.

Tesoro botánico

Paradójicamente, en medio de este panorama antropizado, la Ricarda es hoy una de las zonas de mayor diversidad dentro del diezmado delta del Llobregat. La riqueza ecológica del ecosistema no se basa en las aves acuáticas, pese a que crían algunas de ellas. Lo más destacado tampoco son los peces, aunque se han detectado anguilas, ni los mamíferos, pese a las evidencias de la presencia de la rata de agua. Lo más valioso que alberga la Ricarda es una variedad destacada de hábitats terrestres y especies de planta.

Investigadores del proyecto AnguillaMed capturan ejemplares de anguila en la laguna de la Ricarda

Investigadores del proyecto AnguillaMed capturan ejemplares de anguila en la laguna de la Ricarda / AnguillaMed

Juncales, carrizos y salicornias se mezclan con especies "muy raras" en el delta como la espartina (Spartina versicolor), el lino marítimo (Linum maritimum) y la escasa Kosteletzkya pentacarpa con sus flores solitarias de pétalos rosados. Esta última herbácea solo se encuentra aquí, en un punto concreto del delta del Ebro y en la Albufera de València. De hecho, su nombre en catalán, 'trenca-dalla', viene de los labradores valencianos, que la apodaban así porque dañaba sus guadañas ('dalles') cuando segaban los carrizos.

Además de todo esto, se puede apreciar una pluralidad importante de especies secundarias típicas de las marismas. "Es lo que podemos definir como un ambiente maduro bien conservado", resume Pino, que se atreve a afirmar que esta combinación no existe en ningún otro lugar del delta del Llobregat.

El amenazado oeste

El mejor estado de conservación se encuentra en el lado este, según precisa el ecólogo: "En el oeste (la zona amenazada por la ampliación del aeropuerto), hay más especies invasoras y más alteración". Para Pino, intervenir en la laguna supone condicionar sus sustratos arenosos y salinizados y condicionar sus hábitats. "Dejaremos de conocer la Ricarda como hasta ahora, casi intacta", augura. "Pero todo dependerá de cómo se haga", zanja.

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