Demografía

La ONU alerta de que un "alarmante" 40% de la población mundial no puede tener los hijos que desea

El Fondo de Población pone por primera vez el foco en la baja natalidad para que, lejos de las miradas catastrofistas, se activen medidas sociales para garantizar el deseo mayoritario de tener dos hijos

El principal motivo de la baja fecundidad son las barreras económicas y no la falta de deseo de formar una familia

España roza los 49 millones de habitantes y marca un nuevo récord debido a la inmigración

Unos padres acompañan a sus hijos al colegio en Barcelona.

Unos padres acompañan a sus hijos al colegio en Barcelona.

Patricia Martín

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Madrid
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Por primera vez en la historia, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) ha puesto el foco en su informe anual en la baja natalidad. Hasta ahora, sus esfuerzos se han focalizado en los países en desarrollo y cómo ayudarles a controlar su población, teniendo en cuenta que la mitad de los embarazos mundiales son no deseados. Pero, este año, Naciones Unidas ha decidido centrarse en el polo opuesto: la baja fecundidad que registran la mayoría de países desarrollados, entre ellos España, el segundo estado de la UE con una menor tasa: 1,16 hijos por mujer.

El motivo del cambio de foco es que en muchos Estados ricos se han disparado las alarmas ante la posibilidad de que la baja natalidad provoque un "hundimiento demográfico" que traiga consigo el envejecimiento de la población o la escasez de trabajadores. Sin embargo, Naciones Unidas, en su informe Estado de la población mundial 2025, plantea alejarse de las miradas catastrofistas, puesto que no está claro que el posible descenso de la población mundial suponga un problema global, para centrarse en un inconveniente que el discurso público "sigue pasando por alto casi por completo": que la mayoría de la gente quiere tener descendencia y que muchas personas desean tener más hijos de los que pueden.

La ONU concluye que "un porcentaje alarmantemente alto de personas es incapaz de cumplir sus deseos en torno a la fecundidad"

Para poner cifras a este fenómeno, la ONU ha realizado una encuesta en 14 países, que albergan al 37% de la población mundial, que indica que "un porcentaje alarmantemente alto de hombres y mujeres adultos son incapaces de cumplir sus deseos en torno a la fecundidad". En concreto, la mayoría querría tener dos o más hijos pero no pueden por varios motivos. El principal, las barreras económicas, que frenan a casi al 40% de los encuestados. "Son obstáculos relacionados con la inseguridad y precariedad laboral o con el coste de la vivienda", ha indicado Luis Mora, representante de UNFPA en Colombia y encargado de la presentación del informe en España.

Miedo y desigualdad

Además, uno de cada cinco indica que el miedo a lo que pueda deparar el futuro provoca o va a provocar que tengan menos hijos, especialmente las guerras, las pandemias o el cambio climático. A lo que hay que añadir que casi un 14% de los encuestados (especialmente entre las mujeres) admiten que la persistente desigualdad de género y la dificultad para encontrar una pareja adecuada o que se corresponsabilice del cuidado de los niños también pesan a la hora de ver frustrado su deseo de fecundidad.

Los hogares unifamiliares han aumentado un 21% en la UE en los últimos 10 años

Ante ello, casi el 20% de los adultos en edad reproductiva manifiestan que no podrán tener el número de hijos deseado, mientras que uno de cada cuatro no ha podido concretar su intención de tener descendencia en el momento adecuado. Por ello, en los países desarrollados han aumentado los hogares unifamiliares, que han crecido el 21% en la UE en los últimos 10 años, así como el temor a que la baja natalidad suponga un problema a la hora de encontrar mano de obra o de financiar el Estado del bienestar.

Vivienda y empleo estable

Frente a esta realidad, la respuesta de muchos países, entre los que destacan China, Japón, Corea, Tailandia o Turquía, ha sido poner en marcha "políticas coercitivas" con el fin de incentivar la natalidad. Pero, según denuncia el informe, con resultados a veces "contraproducentes" dado que pueden desencadenar "consecuencias imprevistas". Por ejemplo, en los territorios que prohíben el aborto, algunas personas optan por la esterilización voluntaria y otras se quedan estériles como consecuencia de interrupciones del embarazo en condiciones de riesgo.

Naciones Unidas reclama hacer que la paternidad y maternidad sean accesibles y asequibles, con políticas que fomenten el empleo estable y la vivienda

Asimismo, algunos países han optado por dar ayudas a las familias u otorgar prestaciones económicas por hijo que "se ha demostrado que no tienen efectos positivos si no se llevan a cabo a largo plazo y, además, pueden acabar estigmatizando a las personas que no quieren tener hijos", según ha resumido Luis Mora.

Frente a ello, Naciones Unidas reclama, en su informe anual, hacer que la paternidad y maternidad sean accesibles y asequibles, con políticas que fomenten el empleo estable y la vivienda. Asimismo, pide promover guarderías a precios razonables, permisos remunerados y flexibilidad laboral que faciliten el cuidado de los niños. La ONU también apuesta por promover la igualdad de género y el reconocimiento de la inmigración como una "manera de paliar los descensos en la productividad y la escasez de fuerza de trabajo". También reclama que se garantice la salud reproductiva y que todas las personas puedan decidir libremente sobre su paternidad y maternidad.