Ley de Costa

La gestión del litoral permitirá al Gobierno Valenciano controlar hasta 1.000 licencias de chiringuitos y actividades

El Consell reclama al Ministerio de Transición Ecológica recursos económicos y personal y estima que el proceso puede durar cerca de un año

Vuelven los chiringuitos a la Patacona

Vuelven los chiringuitos a la Patacona / Eduardo Ripoll

Mateo L. Belarte

València
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El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha confirmado este lunes que la Generalitat solicitará formalmente al Gobierno el traspaso de competencias para gestionar la actividad y licencias en la costa valenciana. La petición, que se aprobará en el pleno del Consell de la próxima semana, bebe de la experiencia gallega, que tras una batalla en los tribunales logró el aval del Tribunal Constitucional para que esas decisiones sobre el litoral recaigan en la administración autonómica en lugar de en la estatal.

La reclamación de Mazón no es ni mucho menos una sorpresa. De hecho, como avanzó Levante-EMV, estaba prevista desde el momento en que se comenzó a elaborar la nueva ley de Protección y Ordenación de la Costa Valenciana, aprobada en el último pleno en las Corts. Y las negociaciones para el traspaso competencial ya están incluso en marcha a nivel técnico, según reconocen desde la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, lo que da a entender que, cuanto menos, hay cierta predisposición en el Ejecutivo central para alcanzar un acuerdo.

En palabras del propio Mazón, el cambio de titularidad generará un marco normativo "coherente" con las necesidades valencianas, que con el traspaso se tomarían con una mayor "sensibilidad y cercanía". Pero, ¿qué implica exactamente que la Generalitat asuma la gestión de los casi 500 kilómetros de costa que bañan la Comunitat Valenciana a lo largo de 60 términos municipales?

Las nuevas funciones

Con estas nuevas atribuciones, la Generalitat pasaría a gestionar de forma directa las peticiones de los ayuntamientos sobre los servicios a explotar en sus zona costeras, sobre las que hasta ahora decidía el Gobierno y que de prosperar el traspaso de competencias pasaría a otorgar el Consell.

Aquí se incluye toda actividad que tiene lugar en el dominio público marítimo terrestre, las cuales van desde las licencias para la instalación de chiringuitos hasta la colocación de hamacas, pasando por las terrazas en suelo público. También las actividades recreativas deportivas acuáticas, como kayak, pádel surf o similares. En total, se estima que se emiten entre 600 y 1.000 licencias por temporada.

El dinero y el personal

Una carga extra de trabajo para la que el Consell quiere conseguir del Gobierno financiación y manos para poder llevarla a cabo. El dinero es clave en este tipo de traspasos de competencias, como se ha visto en casos recientes como el servicio de tren de Cercanías. La Generalitat declinó solicitar su gestión cuando se pactó el traspaso para Cataluña por, entre otras cosas, no contar con la financiación adecuda. En el caso actual, en todo caso, todavía no se conocen las cifras.

Más avanzadas parecen estar las negociaciones sobre un traspaso de trabajadores. Fuentes de la conselleria de Martínez Mus confirman a este diario que ya se han abierto las conversaciones para esa cesión de personal, aunque tampoco ofrecen datos por ahora.

Los tiempos

¿Y cuándo podría ser efectivo el traspaso de competencias? Desde la Generalitat aseguran que "cuanto antes mejor", si bien a estas alturas, con las negociaciones todavía en una fase inicial y sin la petición oficial aprobada por el Consell, todavía es difícil dar un margen temporal. Será el Ministerio de Transición Ecológica el que marque el ritmo.

Sin embargo, el ejemplo de Galicia sirve como precedente y estimación para la administración autonómica. Según recuerdan, en el caso gallego el proceso tomó en torno a un año, lo que de repetirse, situaría el intercambio de funciones en verano de 2026.

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