PAU 2025

Catalunya da marcha atrás y solo penalizará las faltas de ortografía en las pruebas de lengua de la selectividad

Un total de 44.238 estudiantes catalanes harán las PAU la próxima semana: 33.904 proceden de Bachillerato, 5.267 de grado superior (un 17% más que el curso pasado) y 5.067 de "matrícula libre"

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Catalunya solo penalizará las faltas de ortografía en las pruebas de lengua de la selectividad

Catalunya solo penalizará las faltas de ortografía en las pruebas de lengua de la selectividad. En la foto, estudiantes en la biblioteca Jaume Fuster de Barcelona estudiando para selectividad. / JORDI OTIX / VÍDEO: LAURA FÍGULS / ACN / EL PERIÓDICO

Helena López

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Catalunya da marcha atrás y finalmente solo penalizará las faltas de ortografía en los exámenes de lengua de la selectividad, con una penalización máxima de 2 puntos (0,1 por falta), lo que supone una flexibilización de los criterios de corrección respecto a años anteriores, ya que hasta ahora no había un límite. Así lo ha explicado la Conselleria de Recerca i Universitats este miércoles, a poquísimos días de la realización de las pruebas, los próximos días 11, 12 y 13 de junio.

Pese a que el documento de novedades de las PAU 2025 publicado en octubre –y este miércoles aún colgado en la página web del Canal Universitats- habla de una penalización de "hasta un 10%" de la nota en el resto de materias, los organizadores de las pruebas en Catalunya han decidido ahora que, "por el momento", las faltas no penalizarán en exámenes como Historia o Historia de la Filosofía, Historia del Arte o Geografía.

"Se ha considerado mejor no aplicar la penalización por errores ortográficos hasta que se consolide el nuevo modelo de examen; son demasiados cambios de golpe"

Mònica Garizuain Zugasti

— Jefa de la Oficina de Acceso a la Universidad

"Este año se ha considerado mejor no aplicar el criterio, hasta que se consolide el nuevo modelo. Ya son demasiados cambios, poco a poco", ha defendido Mònica Garizuain Zugasti, jefa de la oficina del acceso a la universidad, quien ha apuntado que Catalunya es la comunidad que tenía los deberes más avanzados en la adaptación de las pruebas al Bachillerato LOMLOE.

El alumnado conocerá las notas el 25 de junio, justo después de Sant Joan, y la primera asignación de plazas será el 11 de julio

"Nos ha parecido más racional dejar la penalización ortográfica para los exámenes de lengua", ha añadido Pilar Gómez, coordinadora de las PAU en Catalunya, quien ha apuntado que es una manera de que la corrección sea lo más homogénea posible. Hay que tener en cuenta que los profesores que corrigen los exámenes de Biología o Historia del Arte no son filólogos (y el nivel de Catalán no es ni de lejos el mismo en todos los docentes). De hecho esa fue una de las cuestiones que más salió y preocupaba en las reuniones de preparación de las PAU del pasado octubre entre el profesorado de materias que nada tienen que ver con la lengua. A quien no se le resista un 'pronom feble' que tire la primera piedra.

La decisión, que a buen seguro gustará al alumnado, sorprende después de que el conjunto de las universidades españolas acordaran recientemente avanzar hacia una homogeneización que incluía unificar los criterios de corrección para acabar, precisamente, con la disparidad que había en este ámbito. Este año, las normas a nivel estatal marcaban que la faltas de ortografía pueden penalizar un 10% de la nota en todos aquellos exámenes que requieran redactar.

"No estamos perjudicando al alumnado, al contrario", defendía Gómez quien, por otro lado, señalaba que "después de 15 años escolarizados, a las puertas de la universidad, las faltas de ortografía son un tema que no nos tendría que preocupar". No debería, pero preocupa.

¿Hay miedo a que empeoren las notas?

En cuanto al comprensible temor a que el cambio de modelo suponga una bajada generalizada de las notas, Gómez ha respondido que ojalá tuviera una bola de cristal para saber qué pasará. Ha reconocido que "siempre que hay un cambio, las notas se pueden resentir", pero lo ha relativizado diciendo que si las notas bajan, bajarán para todos. "La selectividad lo que hace es ordenar, siempre habrá unos arriba y otros abajo, eso es inevitable; si un examen es difícil, lo es para todos".

Así, los 44.238 alumnos -un 4% más que el del año pasado- que se han matriculado en las PAU en Catalunya pueden respirar algo más tranquilos.

La cifra de más de 44.000 alumnos supone el cuarto récord consecutivo (el año pasado, que ya se anunció como récord, fueron 42.500). De estos, 33.904 estudiantes vienen de segundo de Bachillerato; 5.267 de un ciclo formativo de grado superior (grupo este que se ha incrementado en un 17% respecto al año anterior) y 5.067 proceden de "matrícula libre" (muchos de ellos para subir nota e intentar entrar a la carrera soñada).

"Gestionar la información"

Pese a que en principio los exámenes que se realizarán la semana que viene irán "un paso más allá", lo de las pruebas competenciales no es nada nuevo en la selectividad catalana. Las últimas PAU ya incorporaban esa mirada y pedían al alumnado demostrar, además de conocimientos concretos; capacidad de gestionar la información mediante el análisis, la interpretación y la descripción de los diferentes tipos de fuentes; razonamiento crítico; y capacidad de resolución de problemas en un sentido amplio en todas las materias. "Lo que hemos hecho es profundizar en lo competencial que ya hacíamos", han detallado.

Este año, eso sí, cada materia tiene un único modelo de examen. Se acabó lo de elegir el modelo A o el B. Una de las novedades de las nuevas PAU es la reducción de la opcionalidad. Todos los ejercicios del examen son obligatorios, aunque algunos de estos ejercicios pueden presentar opcionalidad interna.

Máximo 30% tipo test

Sobre la tipología de preguntas, los exámenes combinan preguntas de respuesta abierta (que requieren una redacción más o menos extensa), preguntas de respuesta semiconstruida (respuestas muy breves, de rellenar huecos, completar definiciones, relacionar conceptos...), y preguntas de respuesta cerrada (tipo test), aunque estas no podrán superar el 30% del examen.

Como siempre -ahí no hay cambios-, la duración de cada examen es de una hora y media. Si algún alumno se examina de materias coincidentes en una misma franja horaria (situación que puede darse en el caso de las optativas), realizará la prueba de forma continuada sin salir del aula.

El 50% del alumnado renuncia a la Historia

Este año, también para adaptarse a la nueva ley, hay cuatro materias de modalidad nuevas en la ahora llamada "fase de admisión" (antes "fase específica"): Movimientos Culturales y Artísticos, Coro y Técnica Vocal, Dibujo Técnico aplicado a las artes plásticas y Diseño y Técnicas de Expresión Graficoplásticas.

En cuanto a la antes conocida como "fase general", ahora llamada "fase de acceso" -las cuatro materias comunes más la de especialidad de las que se examinan obligatoriamente todos los estudiantes-, llama la atención que el 50% del alumnado ha optado por examinarse de Historia de la Filosofía en vez de Historia. Desde el curso pasado podían volver a elegir entre una o la otra entre las obligatorias, y el único modelo de Historia del nuevo examen que el alumnado ha podido ver -una de las grandes críticas de cómo se ha gestionado el cambio- ha desanimado a más de uno.

Las notas se conocerá las notas el 25 de junio, justo después de Sant Joan, momento en el que saldremos de dudas sobre el posible impacto de los cambios; y la primera asignación de plazas el 11 de julio. Una fecha, la del 11 de julio, que no se ha elegido al azar sino en coordinación con el Departament d'Educació i FP -otra novedad- para hacerla coincidir con el inicio de la confirmación de matrícula en los grados superiores de FP (para intentar evitar las duplicidades de cada año y agilizar el sistema, el gran reto de la conselleria).

"Las dos manos visibles"

Los teléfonos móviles, relojes inteligentes o "cualquier aparato de telecomunicación" deben estar desconectados y guardados en las bolsas o mochilas (suena a obviedad, pero a veces no lo es tanto).

Según se detalla en las normas de las pruebas, el uso de estos dispositivos está estrictamente prohibido y conllevará la anulación del examen. "Durante el examen, el alumnado debe tener siempre las dos manos visibles y las orejas descubiertas, para permitir la verificación de que no se están utilizando dispositivos auditivos no permitidos", detallan desde la organización, que este año suma dos nuevos tribunales, en Salt y en Sant Sadurní d'Anoia.

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