Conflicto con Agricultura

Un ganadero del Pla de l'Estany, obligado a sacrificar a 230 vacas por la sospecha de que 12 tengan tuberculosis

El Gremi de la Pagesia apoya a Juscafresa y reclama "empatía y sentido común" a la hora de aplicar los protocolos

El Departament justifica el sacrificio del rebaño por una cuestión de salud pública y recuerda que hay una normativa europea

Obligan a un ganadero del Pla de l'Estany a matar a todo un rebaño de 230 vacas por la sospecha de que doce tengan tuberculosis

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El Departament d'Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació obliga a un ganadero de Cornellà de Terri (Pla de l’Estany) a sacrificar todo un rebaño de 230 vacas por la sospecha de que doce de ellas tengan tuberculosis. El afectado, Josep Juscafresa, señala que una dio positivo en una primera prueba, la llamada prueba de la tuberculina, y que en las otras once hay sospechas de posible infección, pero sin confirmación. Estos animales, no obstante, ya están separados del resto, y el ganadero se ha ofrecido a sacrificarlos, pero no entiende que deba matar también al resto "si están sanos". Desde el Gremi de la Pagesia apoyan a Juscafresa y piden "empatía y sentido común" al aplicar los protocolos, ya que la medida “arruinará” al ganadero.

Si el Departament d'Agricultura no cambia de postura, Josep Juscafresa tendrá que sacrificar a las 230 vacas, entre terneras y adultas, que pastan por las 80 hectáreas de bosque y campo situadas detrás de su granja en Cornellà de Terri, antes del 2 de julio.

“No tengo por qué matar a todo este rebaño si los animales están sanos. No tiene sentido acabar con una explotación entera que no tiene nada"

Josep Juscafresa

El problema comenzó cuando una vaca dio positivo en la prueba de la tuberculina realizada hace unos meses, después de haber pastado el verano pasado en la zona de les Valls d’Aguilar (Alt Urgell). Una vez detectado el positivo, se sacrificó el animal, y en un análisis posterior se identificaron “posibles lesiones” compatibles con la enfermedad.

A partir de ahí, el Departament inmovilizó su explotación y obligó a realizar una desinfección y saneamiento, con dos pruebas más, una de ellas mediante análisis de sangre. De todas estas pruebas, se concluyó que doce vacas “podrían tener” la enfermedad. Juscafresa explica que “de inmediato” se ofreció a sacrificar los ejemplares sospechosos, como ya hizo en 2018, cuando vivió una situación similar.

Juscafresa está dispuesto a sacrificar a la docena de reses de las que se sospecha que podrían tener tuberculosis

Sin embargo, Agricultura le pidió que esperase y no los sacrificara. Finalmente, a través de una notificación recibida este martes, se le ha ordenado matar a todo el rebaño de 230 cabezas de ganado. “No tengo por qué matar todo este rebaño si los animales están sanos. No tiene sentido acabar con una explotación entera que no tiene nada”, argumenta.

Sacrificar a 12

Juscafresa ha anunciado que tiene previsto sacrificar los doce ejemplares sospechosos este mismo jueves, pero advierte de que si al final tiene que hacer lo mismo con el resto del ganado, se arruinará. En este sentido, señala que lo que pueda pagarle el Departament d'Agricultura por el sacrificio de todas las vacas “que están sanas” solo le permitiría comprar unas 50 vacas para volver a empezar.

El ganadero ha recibido el apoyo de Revolta Pagesa, que pide “sentido común” al Departamento al aplicar los protocolos. Su portavoz, Jordi Ginabreda, considera que hay una “improvisación total” y que queda demostrado que el Departament se negó a sacrificar los animales sospechosos. Ginabreda recuerda que las vacas que se quieren eliminar “gestionan 80 hectáreas de territorio y ahora se las quiere eliminar”.

“Aquí tenemos personas que están gestionando el territorio. Deben ser empáticos y ver más allá de la enfermedad cuando el resto están sanas. Hay un daño personal, emocional, económico y también territorial”, señala el portavoz.

Control del jabalí

El “principal problema”, según Ginabreda y Juscafresa, es que los pastos del Alt Urgell donde hacen trashumancia en verano estas vacas son “un punto caliente” de la tuberculosis en fauna silvestre, básicamente jabalíes y corzos. Por eso, piden que el Gobierno ejerza un mayor control sobre este aspecto, y Juscafresa reconoce que “era cuestión de tiempo que me tocase”.

“Si ahora matamos a todas estas vacas y empiezo de nuevo, ¿quién me garantiza que el año que viene no me encontraré con el mismo problema? No puedo asumir los costes de alimentar a todas estas vacas aquí durante el verano, y por eso tenemos que ir allí”, explica.

La respuesta de Agricultura

El Departament justifica el sacrificio del rebaño de más de 200 vacas por una cuestión de salud pública. En un comunicado, fuentes de la conselleria señalan que el número de casos sospechosos detectados en la explotación es demasiado elevado como para acogerse a un procedimiento excepcional que permitiría evitar el sacrificio total de los animales. Según informan estas fuentes, el número de casos positivos y sospechosos asciende a 14 sobre un total de unos 230 animales. Además, desde Agricultura recuerdan que se trata de una normativa europea y estatal que obliga al vaciado sanitario.

Estos casos excepcionales tienen en cuenta las particularidades de cada explotación y, por tanto, se evalúan según el nivel de riesgo de cada situación, "siempre dentro del marco del Programa Nacional de Erradicación de la Tuberculosis Bovina". En este sentido, desde el Departament remarcan que este año se han detectado tres casos de tuberculosis en vacas en Catalunya, pero solo en el del Pla de l’Estany se ha determinado necesario el vaciado sanitario, ya que no se cumplían los requisitos para optar a la excepcionalidad.

El Departament activó en abril un paquete de medidas de acompañamiento para las explotaciones ganaderas afectadas por tuberculosis, que incluye indemnizaciones por el sacrificio de animales y también ayudas para la repoblación, con un complemento adicional. No obstante, el afectado y Revolta Pagesa consideran que con las ayudas previstas no podrá volver a tener un rebaño como el que se ve obligado a sacrificar.

Finalmente, en relación con el control de la fauna cinegética y la transmisión de la enfermedad, el Departamento señala que en 2024 se tomaron 4.682 muestras de animales, de las cuales 40 resultaron positivas en tuberculosis: 39 correspondían a jabalíes y solo una a un ciervo.