Educación en Catalunya

Huelga en el instituto de la Florida de L'Hospitalet para no perder a las educadoras sociales: "Son un pilar para la convivencia, las necesitamos"

Los trabajadores del centro han convocado un parón el 3 de junio para pedir la estabilización de estos perfiles frente a la emergencia educativa que se vive en contextos vulnerables

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Los trabajadores del instituto en bloque movilizados para defender a su equipo social.

Los trabajadores del instituto en bloque movilizados para defender a su equipo social. / Zowy Voeten

Helena López

Helena López

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Los bloques de La Florida son uno de los enclaves con más densidad de la Unión Europa y uno de los más empobrecidos del área metropolitana de Barcelona. En ese contexto descrito en las canciones de Morad, hijo del barrio, se levanta el instituto Eduard Fontserè, uno de aquellos centros catalogados como "de máxima complejidad". Ejemplo claro de cómo la segregación urbana lleva a la segregación escolar; concentrando en estas escuelas de extrarradio un gran volumen de matrícula viva, fenómeno intrínseco a las características del vecindario.

Pese a toda esa complejidad -y la dureza física del propio equipamiento, con un gran patio de achicharrante asfalto-, el Fontserè tiene un tesoro: una plantilla de profesionales comprometidos. Una implicación que les ha llevado a convocar una huelga "de centro" este 3 de junio -una situación excepcional en el sistema educativo público catalán-, en defensa de un modelo de atención socioeducativa pionero en Catalunya.

La asamblea de trabajadores del instituto -formada por el claustro docente, profesionales de atención educativa (PAE) y personal de administración y servicios (PAS)- ha convocado un paro para exigir al Departament d'Educació i Formació Professional "plazas estructurales" para su equipo social que permitan dar continuidad a los imprescindibles proyectos de convivencia impulsados por este. El equipo social está formado por tres profesionales, pero solo una de las plazas es estructural. Las otras dos -una educadora y una técnica en integración social (TIS)- dependen de un programa que la conselleria se ha comprometido a renovar, pero sin sus profesionales. Empezándolo de cero, con todo lo que eso conlleva.

"Constantemente en duelo"

"Todo el trabajo hecho de vínculo, de confianza, no se construye de la noche al día. Si ahora nos vamos y llegan otras personas, tendrán que empezar de cero, y hablamos de unos niños que están constantemente en duelo; ellos lo sentirán como un abandono, como que nos vamos porque no queremos estar con ellos. Las principales perjudicadas serán las familias, muchas de ellas no tienen red en el barrio y nosotras somos su vínculo, es un sinsentido que con cada renovación del programa se tire un año de trabajo a la basura", relata Elena Aracil, la TIS del centro por cuyo puesto de trabajo -y trabajo- sus compañeros han convocado la huelga.

Elena y Tània en el huerto que montaron en un rincón del duro patio para el alumnado.

Elena y Tània en el huerto que montaron en un rincón del duro patio para el alumnado. / Zowy Voeten

Tània Moriana, educadora social del centro -una de las 85 que el Departament distribuyó entre las escuelas "más complejas"s-, asiente. "Trabajamos con un material muy sensible, un joven no te explica a la primera de cambio lo que le pasa; estamos hablando de un alumnado con contextos muy, muy difíciles, en un duelo continuo", añade la educadora. "Trabajamos, de una forma muy coordinada, docentes, educadoras sociales, TIS y orientadoras, hacemos un equipo, volver a construir esta red de cero no tiene ningún sentido", insisten las profesionales, arropadas por todos sus compañeros.

Su trabajo va mucha más allá de acompañar a las familias, también dan apoyo a los jóvenes -no pocos con pesadas mochilas a sus espaldas-, y hacen red con el equipo docente, con el de salud del barrio, con los servicios sociales...

El trabajo de Tània y Elena -junto a su compañera, la única figura fija de las tres- ha mejorado notablemente la convivencia en el centro, algo que subraya el equipo docente -"son un pilar, las necesitamos", resumen- y, en muchos casos, ha sido clave para que chavales en un momento muy crítico mantuvieran el vínculo y "sostuvieran la ESO" (son más que conocidas las cifras abandono escolar prematuro, y como estas se disparan entre el alumnado de origen migrante).

El problema de fondo es que no son figuras estructurales sino "ayudas" que se dan a los centros de más complejidad pero que al final son un parche que depende siempre de si hay fondos (y voluntad política) para renovarlos o no. Desde la asamblea de profesionales movilizados instan a los partidos políticos a preguntar al Govern en sede parlamentaria sobre la estabilización de plazas de educadores sociales y técnicos de integración social para hacer frente a la emergencia educativa que se vive en contextos socioeconómicamente vulnerables.

Gerard de Josep, profesor del centro, recuerda que hace tres años, cuando llegó Elena, la mirada estaba muy puesta en reducir el absentismo -una de sus funciones-, pero que ahora el proyecto está muy construido. "¿Por qué es disruptivo un alumno? Porque necesita ayuda. Cuando le ayudas, mejora la convivencia. Para generar proyectos educativos de centro hacen falta equipos estables. Si se están estabilizando los claustros, ¿por qué los equipos sociales no?", destaca el docente, quien recuerda que los 74.328 alumnos que se han incorporado al sistema durante el curso evidencia la complejidad de una escuela que requiere cada vez más profesionales del ámbito social.

Compromiso de Govern

Consciente de la necesidad de financiar los centros en función de su complejidad y no solo de su tamaño en un sistema educativo tan desigual, para poder, entre muchas otras cosas, tener al equipo social en plantilla, el Pla de Govern 2024-2027 recoge el compromiso de acordar un modelo de financiación "equitativo", "para fortalecer la igualdad de oportunidades y la equiparación progresiva entre centros del sistema de educación de Catalunya". Algo que el Govern asegura que empezará a hacer actualizando la actual clasificación de las escuelas a partir del perfil socioeconómico de su alumnado, tal como explicó la consellera Esther Niubó en enero, en una entrevista en Catalunya Ràdio en la que aseguró que la financiación debe "dejar de ser tan lineal" para "reforzar los centros más complejos".

Durante todo el día de la huelga -que cuenta ya con el apoyo del sindicato CGT- no habrá clases normales y, entre las 10 y las 14, se prevén diversas acciones lúdico-reivindicativas, que incluyen música en la calle, tertulias abiertas a la comunidad e intervenciones de personas referentes del sector.

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