Educación

Excursiones escolares cada vez más caras y sofisticadas: la queja de las familias en Catalunya

La directora de Affac reclama a los colegios que se replanteen las salidas del alumnado y organicen "experiencias educativas" sencillas, gratuitas y universales

Un grupo de escolares, en Barcelona.

Un grupo de escolares, en Barcelona. / Zowy Voeten

Olga Pereda

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Madrid
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Las familias de los escolares catalanes tienen la sensación de que las excursiones son cada vez más caras, sofisticadas y especializadas y tienen objetivos diferentes. No son una simple salida al campo con el bocata y la cantimplora en la mochila, sino una actividad programada al milímetro. Por ejemplo, para practicar tiro con arco o hacer escalada. La directora de Affac (Associacions Federades de Famílies d’Alumnes de Catalunya), Lidón Gasull, asegura que muchos padres y madres están preocupados y reivindican a los centros educativos salidas sencillas, accesibles y gratuitas. Por ejemplo, excursiones campestres, visitas a museos o paseos por el barrio. “Los colegios tienen que replantearse estas actividades porque muchas salidas que se programan actualmente excluyen al alumnado que no las puede pagar. Y eso es antipedagógico”, insiste.

"Avanzar en la inclusión educativa también incluye salir de las cuatro paredes del aula. Los centros deberían fomentar las experiencias educativas fuera de clase. Se pueden hacer cosas muy baratas y con excelentes resultados pedagógicos", añade la responsable de la asociación de familias.

'Escape-room' y gincana

En la misma línea, la bióloga y profesora universitaria Katia Hueso insiste en que las excursiones escolares han dejado de ser una simple caminata por el espacio verde más cercano al colegio para jugar libremente y se han transformado en actividades al aire libre pero perfectamente supervisadas y dirigidas. Por ejemplo, un 'escape-room' o una gincana. En su opinión, los colegios “tienen miedo” a que ocurra algún accidente si los escolares no están controlados y vigilados continuamente y, por eso, optan por este tipo de salidas.

"Ya no hay simples caminatas por un espacio verde sino actividades perfectamente supervisadas y dirigidas, como un 'escape-room' o una gincana"

— Katia Hueso, bióloga y profesora

"Muchas excursiones excluyen al alumnado que no las puede pagar, algo antipedagógico"

— Lidón Gasull, directora de Affac

Autora de ‘La naturaleza que nos cuida’ y ‘Educar en la naturaleza’, Hueso pide a los centros educativos salir del aula con más frecuencia. No solo en colegios e institutos sino también en las facultades. ‘Salir a la calle’ se llama precisamente su proyecto de innovación docente en la Universidad Pontificia Comillas. “Si tengo que hablar de contaminación a mis alumnos, me los llevo al centro de Madrid. Veo sus caras y sus sonrisas y sé que merece la pena. Es una manera de aprender más y mejor”, explica la docente, que cuando fue madre creó en la sierra de Guadarrama (Madrid) el espacio Saltamontes para animar a los padres y madres de niños pequeños a que recuperaran el valor de la naturaleza. “No sé si somos conscientes de los muchos inconvenientes que tiene no salir y de permanecer sentados en una silla ocho horas diarias, con iluminación fija y unos patios que son muy fáciles de limpiar pero que no tienen ni un solo árbol”, critica.

El ocio al aire libre es "necesario para el desarrollo bio-psico-social" de los niños y adolescentes y una alternativa atractiva al ocio pasivo que les ofrecen las pantallas, asegura Clara Valls, profesora de Psicología del Desarrollo de la Universidad Abat Oliba CEU. Los más pequeños, continúa, necesitan poco para crear un juego de la nada. Los adolescentes necesitan algo más, pero tampoco mucho porque basta con una canasta de baloncesto o una red para jugar al voleivol.

Impacto en el aprendizaje

El catedrático Marco Garrido-Cumbrera, investigador de la Universidad de Sevilla y autor principal de ‘Desigualdades entre los adolescentes en el acceso y exposición a los espacios verdes urbanos de España’, un estudio impulsado por el Observatorio Social de Fundación la Caixa, pide que se recuperen las salidas escolares a los espacios naturales, tocadas de muerte tras los recortes presupuestarios en educación y, especialmente, la pandemia. “Las excursiones escolares bien dirigidas a lugares de alto interés ecológico repercuten en la percepción de los problemas ambientales por parte de los alumnos. Estas actividades pueden afectar positivamente en actitudes y comportamientos y terminar siendo más responsables con el medio ambiente”, asegura citando un estudio realizado en 2020. El último informe de Educo, presentado la semana pasada, también confirmó que los chavales de entre 11 y 17 años demandan a colegios e institutos espacios más luminosos para sentirse mejor y pasar más tiempo al aire libre.

El catedrático de Sevilla recuerda que un estudio realizado a profesores en Extremadura mostró como la inmensa mayoría (74%) considera de gran ayuda las salidas a espacios naturales para contribuir al aprendizaje. De hecho, varias autonomías lo incluyen en las agendas escolares. Castilla y León ofrece a los colegios la organización de excursiones infantiles de la mano del programa 'Visitas escolares a espacios naturales protegidos', una vía para integrar la educación ambiental en los proyectos de las escuelas. En Andalucía, 'Naturaleza y tú' terminó el pasado curso escolar con un total de 478 actividades y 24.200 participantes, la cifra más alta de los tres últimos ejercicios y que dan buena muestra de la importancia que tienen la sostenibilidad y el medio ambiente para la comunidad escolar, concluye el investigador de Sevilla, que recuerda que Castilla-La Mancha también ha puesto en marcha el programa 'Explora tu espacio', que incluye visitas guiadas gratuitas a parajes verdes de especial interés a los escolares.

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