Gestión hídrica en Catalunya

Los embalses catalanes alcanzan el 80%: sin agua regenerada ni desalinizada hubieran estado vacíos un año y medio

Las aportaciones extraordinarias y las restricciones de consumo han evitado cortes de suministro en Barcelona, según un informe de la ACA

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Instalaciones interiores de la planta desalinizadora del Llobregat, en El Prat.

Instalaciones interiores de la planta desalinizadora del Llobregat, en El Prat. / FERRAN NADEU

Guillem Costa

Guillem Costa

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Los embalses de las cuencas internas de Catalunya ya alcanzan el 80% de su capacidad (los del sistema Ter-Llobregat ya rebasan el 81%). La imagen actual contrasta de forma radical con el escenario que se habría producido sin las medidas adoptadas desde 2022. Según datos de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) a los que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, los pantanos de los ríos Ter y Llobregat, que abastecen a Barcelona, habrían quedado completamente secos en mayo de 2023 si no hubiera habido recursos como el agua regenerada y el agua desalinizada.

Regeneración y restricciones han permitido generar 567 hm3, cifra equivalente a la capacidad de los embalses del Ter-Llobregat

Esta situación hubiera provocado interrupciones generalizadas en el suministro durante más de 430 días. El plan de gestión que puso en marcha el Govern de Pere Aragonès y que después lideró Salvador Illa ha aportado 309 hectómetros cúbicos de agua al sistema. Esta cantidad de agua procede de las plantas del Llobregat y del Tordera y del uso intensivo de agua regenerada, tanto para usos ambientales como agrícolas. A esa aportación se suman 258 hm3 ahorrados gracias a las restricciones en el riego, el consumo urbano y el caudal ecológico de los ríos.

El resultado, si se suman ambos recursos, es un volumen total de 567 hm3, equivalente al total que pueden almacenar los embalses del Ter-Llobregat en condiciones óptimas. Sin esa gestión, el sistema hubiera colapsado, admiten fuentes de la ACA.

56 meses de sequía

La crisis hídrica comenzó en julio de 2020 y se ha prolongado durante 56 meses consecutivos con aportaciones por debajo de la media histórica. Durante este periodo, los embalses del sistema solo recibieron 1.558 hm3 de agua, un 32% menos que la media y también menos de la que cayó en la anterior gran sequía, la de 2008.

Infografía sobre el agua aportada al sistema durante la sequía en Catalunya. Agua producida y agua ahorrada.

Las restricciones empezaron en febrero de 2022: con la entrada en fase de prealerta, se empezaba a incrementar el rendimiento de las desalinizadoras. Meses después, en noviembre de ese año, se puso en marcha el retorno de agua regenerada al curso bajo del río Llobregat, destinada a usos prepotables. Esto significaba mezclar el agua residual saneada con el caudal natural del río para después captarla de nuevo y potabilizarla. Así, se podía ahorrar agua en los embalses.

Desde entonces, las desalinizadoras han inyectado 236,5 hm3 al sistema y las regeneradoras otros 62 hm3, a los que se suman 10,5 hm3 más usados para riego agrícola en el Baix Llobregat. Cabe recordar que las plantas del Llobregat y Tordera siguen a alto rendimiento (90%) para preservar el agua de los embalses y reducir al máximo el trasvase de agua del Ter hacia Barcelona.

Las plantas desalinizadoras del Llobregat y del Tordera siguen a alto rendimiento

A la aparición de estos recursos no convencionales, se activaron varias medidas que limitaban el uso del agua. La más destacada fue la limitación del riego agrícola en los veranos de 2023 y 2024, que redujo a la mitad el consumo habitual de agua de embalse, con un ahorro de 95 hm3. En el ámbito urbano, pese a los incumplimientos de decenas de municipios, la reducción de dotaciones permitió ahorrar otros 28 hm3, con descensos de hasta el 9% en la demanda.

Otra decisión, polémica por sus consecuencias medioambientales, fue la reducción del caudal ambiental en los tramos bajos del Llobregat y el Ter, una medida muy delicada pero que la ACA consideró "necesaria" para priorizar el abastecimiento humano: con ella se ahorraron 135 hm3 adicionales.

Nuevas obras

En estos momentos, con los embalses al 80% de su capacidad y el suministro asegurado durante el próximo año y medio, el agua sigue siendo una prioridad para el Ejecutivo catalán, aseguran fuentes de la Conselleria de Territori. La dirección general de Transición Hídrica se ha propuesto sacar adelante la construcción de tres nuevas desalinizadoras (una en Blanes, como ampliación de la del Tordera, otra en Cunit-Cubelles y una tercera en el norte de la Costa Brava).

Además, también se ha redoblado el esfuerzo para impulsar la regeneración de agua en más puntos, además del Llobregat. Asimismo, se trabaja en el reto de potabilizar mucho más recurso del acuífero del río Besòs.

En paralelo, los municipios han recibido ayudas para llevar a cabo mejoras en las redes de agua que deben servir para recuperar eficiencia y reducir los escapes. Otra asignatura pendiente es la revisión de este Plan Especial de Sequía, que después de que se aprobara en el Parlament, se ha puesto en práctica por primera vez. Pese a pequeños cambios que se puedan realizar, la combinación de desalación, regeneración y ahorro seguirán siendo las claves para evitar un colapso hídrico en caso de una nueva sequía meteorológica.

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