Medio ambiente

La fiscalía acusa a una empresa de Manresa de emitir sustancias cancerígenas

La acusación pública pide seis años de cárcel para un exdirectivo de la compañía al entender que la incidencia del cáncer puede haber aumentado entre los vecinos de la fábrica

Una "reducción ambiciosa" de la contaminación atmosférica podría salvar hasta 250.000 vidas al año en Europa

Una vecina mira desde su casa las instalaciones de la empresa PYMSA, en el barrio de Valldaura de Manresa.

Una vecina mira desde su casa las instalaciones de la empresa PYMSA, en el barrio de Valldaura de Manresa. / GEMMA CAMPS

J. G. Albalat

J. G. Albalat

Barcelona
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“Es indudable de que las emisiones de creosota (producto que se utiliza para el tratamiento de la madera) durante años creó un riesgo grave de perjuicio para la salud de los vecinos” de los edificios cercanos a la empresa Pymsa de Manresa. Así lo expone la Fiscalía de Barcelona en el escrito de acusación en el que solicita seis años de prisión (tres años por cada uno de dos delitos continuados contra el medio ambiente) para uno de sus exdirectivos, R. S. O., y sendas multas de 730.000 euros para esta compañía y para la firma Pymsaforest, participada por Pymsa. La creosota está catalogada como cancerígena y, como detalla este documento, la inhalación en las proximidades de los gases de los compuestos procedentes de esta sustancia “a priori pueden haber producido una incremento de la incidencia del cáncer en las personas expuestas”.

Las dos empresas acusadas se enfrentan a una multa de 1,4 millones de euros

Hasta finales de 2017, la empresa trató la madera con creosota y, desde entonces, solo usa para esta labor sales hidrosolubles, que son menos contaminantes. La fiscalía expone en su escrito, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, que desde el año 2000 han sido múltiples las quejas de los propietarios de los pisos confrontados con la fábrica, situada en el barrio de Valldaura, por "la polución aérea y la contaminación acústica a la que se han visto sometidos" a causa de la actividad de Pymsa, “con el consiguiente riesgo para su salud”. Estas denuncias han dado lugar a la incoación de expedientes administrativos por parte del Ayuntamiento de Manresa y de la Generalitat, pero también han derivado en una causa penal.

La fiscal Laura Ricart explica en el escrito que era “claramente constatable la situación de desesperación de los vecinos por las graves molestias que les ocasionaba la actividad de la empresa acusada, así como el miedo a los efectos nocivos que para su salud pudieran tener la contaminación atmosférica” por las emisiones derivadas del tratamiento de la madera con creosota, "sin sujeción a las prescripciones establecidas en la normativa medioambiental".

Expedientes

La acusación pública sostiene que, pese a la apertura de esos expedientes y a los requerimientos de la Administración para conseguir la adecuación de la actividad a la normativa de contaminación acústica y atmosférica, “a lo largo de 16 años” la empresa "nunca adoptó medidas" efectivas para poner fin a los ruidos, ni elaboró un plan para adaptar su licencia a la legislación de prevención y control ambiental. La fiscal precisa que Pymsa era “plenamente consciente del riesgo" medioambiental y para la salud física y mental de los vecinos que "dichos incumplimientos estaban generando”. Este diario ha intentado infructuosamente recoger la opinión de los actuales responsables de la compañía.

Las emisiones contenían componentes que son peligrosos para el medio ambiente y para la salud de las personas

El proceso productivo de la empresa consistía en la impregnación de la madera con creosota a altas temperaturas, introduciendo el material en un tanque. Luego se procedía a la eliminación del excedente de creosota en el tanque y en la madera. Y como última fase, la madera impregnada se dejaba secar en un área de almacenaje. Durante todas estas fases, incide la acusación, se daban "niveles elevados de emisiones" que contenían componentes peligrosos para el medio ambiente y para la salud de las personas.

La creosota es una sustancia que se obtiene de la destilación del alquitrán de hulla. Se trata de un líquido aceitoso, de color negro o marrón, con un olor característico que recuerda al humo, a la gasolina o al aceite. Es una mezcla que contiene centenares de compuestos químicos, entre los que se encuentran los compuestos orgánicos volátiles (COV). Esta sustancia tiene como ingredientes mayoritarios el naftaleno y el benzopireno, clasificados como cancerígenos. La exposición a la creosota puede provocar lesiones en ojos, piel y mucosa, y sus vapores son irritantes para las vías respiratorias. Además, hay un riesgo de inhalación por evaporación a 20ºC que puede llegar a convertirse rápidamente en una “concentración nociva para el aire”.

La fiscalía subraya que el acusado era perfectamente conocedor de la actividad de la empresa y "en ningún momento implementó de manera real y efectiva un sistema de canalización" de las emisiones generadas para dar cumplimiento a la normativa sobre la materia, “pese a poder realizarlo de manera técnica y económicamente viable”.

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