Red de pederastia

Javier Urra, psicólogo y exdefensor del Menor: "Una niña de 15 años, ya esté tutelada por la Administración o viva con su familia, no puede irse a vivir con su pareja"

Los expertos piden que la Fiscalía investigue la "presunta grave negligencia institucional" que supuso autorizar a la niña para que abandonara el centro de menores para convivir con su novio

La consellera Mònica Martínez Bravo explicará en el Parlament el caso de la niña de 12 años violada y prostituida bajo la tutela de la DGAIA

Los Mossos desarticulan una trama de pederastas que captaban a menores en las redes sociales

Los Mossos desarticulan una trama de pederastas que captaban a menores en las redes sociales / EFE

Olga Pereda

Olga Pereda

Madrid
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El caso de la niña de 12 años tutelada y víctima del 'Pelicot catalán', el hombre que se enfrenta a 107 años de cárcel por violarla y ofrecerla sexualmente a otros varones, es de una gravedad extrema. Los expertos consultados por este diario así lo afirman no solo por las secuelas psíquicas que puede sufrir la menor –que nació en 2007 y está a punto de cumplir 18 años– sino por la presunta y considerable “negligencia institucional” que supuso autorizarla para la convivencia con su pareja, de 25 años, cuando ella tenía solo 15 años.

Los menores que están tutelados por la Administración, chicos y chicas especialmente vulnerables, viven en centros no cerrados. Así sucedía con esta víctima, que estaba tutelada por la Direcció General d'Atenció a la Infància i l'Adolescència (DGAIA), organismo dependiente de la Conselleria de Drets Socials, y residía en un centro abierto ubicado en L'Hospitalet de Llobregat. “Puede pasar, y de hecho pasa, que los menores se vayan del centro de vez en cuando. Son hechos puntuales”, explica el psicólogo Javier Urra, primer defensor del Menor de la Comunidad de Madrid y profesional forense que ha trabajado tanto en Fiscalía como en los juzgados. Otra cosa es, advierte Urra, la gravedad extrema que supone que la menor abandonara completamente el centro cuando tenía 15 años para irse a vivir con un chico de 25 años, su pareja. “La Fiscalía de menores, que es el organismo encargado de la protección infantil, tiene que intervenir para saber qué ha fallado en la DGAIA. Son hechos muy preocupantes. Una niña de 15 años, ya esté tutelada por la administración o viva con su familia, no puede irse a vivir con ninguna pareja”, recalca Urra tras recordar que, en España, la edad de consentimiento sexual son los 16 años.

En una entrevista en RAC1, Daniel Segura López, uno de los profesionales que atendió a la niña, aseguró que la DGAIA permitió a la menor abandonar el centro pese a su corta edad. “Es muy preocupante que la DGAIA no haya sabido proteger a la niña”, insiste Urra. Por su experiencia, sabe que los menores tutelados son niños que acostumbran a ser muy vulnerables, precisamente por no haber recibido cariño y atención en sus familias. "Eso hace que se puedan encontrar con gente sin escrúpulos y ellos confundan sus sentimientos", añade.

"Es muy preocupante que la DGAIA no haya sabido proteger a la niña"

— Javier Urra, psicólogo y exdefensor del Menor

"Los menores tutelados son especialmente vulnerables y cualquier decisión que se tome tiene que tener una evaluación muy rigurosa de los riesgos"

— Mercedes Bermejo, psicóloga sanitaria

Mercedes Bermejo, psicóloga clínica especializada en infancia, adolescencia y familia, asegura que la primera medida que tiene que tomar la Administración es comprobar si, efectivamente, se produjo “una grave negligencia institucional”. En su opinión, los responsables de la menor, en este caso la DGAIA, no solo autorizó, presuntamente, la convivencia con su novio de 25 años si no que, además, no puso en marcha garantías de supervisión y protección. “Los menores tutelados están en una situación de especial vulnerabilidad. Cualquier decisión que se tome tiene que tener una evaluación muy rigurosa de los riesgos”, asegura Bermejo, que pide una revisión urgente de los protocolos de protección y seguimiento a la infancia tutelada.

Daños psicológicos

Ambos profesionales aseguran que los efectos psicológicos que sufre y sufrirá la niña son graves. “Le han robado la infancia. Primero, por nacer en una familia problemática. Y segundo, porque la Administración no la ha sabido proteger”. La familia de la niña, efectivamente, está desestructurada. Sus padres, separados, tenían serios problemas para atender a sus hijos. La madre, que estaba enferma, murió, algo que le afectó todavía más a la chiquilla.

El 'Pelicot catalán', T. L. M., un electricista de 45 años, conoció a su víctima en 2020 a través de la aplicación Badoo. Ella solo tenía 12 años. Entre mayo de 2020 y octubre de 2021, él y otros hombres abusaron de ella hasta que a finales de 2021 la familia presentó una denuncia que permitió que los Mossos d’Esquadra abrieran una investigación y detuvieran al hombre en junio de 2022.

“¿Qué concepto tiene esta niña del mundo? ¿Y de los hombres? El daño va más allá del trauma. Le han roto el concepto de la vida. Todos los adultos somos lo que queda del niño que fuimos, si corrimos, si jugamos, si recibimos amor y ternura. El daño de esta niña es indeleble”, sentencia Urra. Bermejo añade que otra de las misiones de los expertos que están tratando ahora mismo a la menor es comprobar si hubo dependencia emocional o coacción por parte de la pareja de 25 años con la que convivió. “Además, el abuso sexual [del electricista y el resto de hombres] provoca daño psíquico profundo. La niña puede tener efectos indeseables, como trauma complejo, trastorno por ansiedad, alteraciones graves del estado de ánimo y deterioro de su propia imagen”, concluye la psicóloga.

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