Cámaras ocultas, ropa infantil, abusos sexuales en grupo y sadomasoquismo: así actuaba la red de pederastas del Raval

Todos eran "plenamente conscientes" de la minoría de edad de las víctimas, entre 12 y 17 años, y aun así acudían a un domicilio de Ciutat Vella en Barcelona para mantener sexo con ellas –delito tipificado como agresión sexual, dada la falta de consentimiento en menores de 16 años– después de acordarlo con T. L. M., el principal acusado y cabecilla de una red de pederastas desarticulada por el pasado verano. La Fiscalía pide para T. L. M., apodado como el 'Pelicot catalán', más de 107 años de cárcel por agredir sexualmente a una menor de 12 años tutelada por la DGAIA y ofrecerla a otros hombres a través de aplicaciones de citas y redes sociales. Todas las violaciones ocurrían en el mismo piso del acusado, que lo alquilaba para estas prácticas. La menor, sin embargo, no es la única víctima.

Una investigación del Área Central de Cibercrimen de los Mossos d'Esquadra permitió detener a T. L. M. y a otros 15 hombres, de entre 19 y 50 años, acusados de abusar sexualmente de menores. En total, los agentes identificaron a 11 víctimas, 9 niños y 2 niñas, pero creen que puede haber otras 14 teniendo en cuenta el número de menores que aparecen en el cuantioso material gráfico filmado por el principal acusado, que aprovechaba estos actos para producir pornografía infantil.

Los Mossos desarticulan una trama de pederastas que captaban a menores en las redes sociales

La investigación sigue abierta y, tras el análisis de los vídeos, fotos y conversaciones mantenidas por los sospechosos, se cree que habría una veintena más de implicados en esta red de pederastia. Fuentes policiales remarcan que la mayoría de los implicados no están vinculados al mundo de la pederastia. "Muchos perfiles son situacionales: en cuestión sexual no tienen preferencia por los niños, pero cuando se les da la oportunidad acaban consumando la agresión al menor", señalaba hace unos meses el responsable de la investigación el cabo David López. Sin embargo, los agentes han constatado también que había seis pederastas en esta red que acudían regularmente a abusar de menores.

Distintos contextos sociales

En el domicilio en el que se practicaban las agresiones sexuales había cámaras ocultas para grabarlas. Otras imágenes fueron captadas con teléfonos móviles. Los investigadores encontraron ropa infantil en la vivienda del sospechoso que se usaba en las sesiones. Los agresores, además, perpetraban abusos en grupo con los menores sin protección y las sometían a prácticas sadomasoquistas. Para explotarlas sexualmente, las engañaban con dinero, drogas u objetos de valor. Los Mossos señalan que captaban a menores procedentes de distintos contextos sociales, desde entornos estables a más vulnerables. 

De hecho, los Mossos subrayan que el líder del grupo contactaba con menores en redes sociales y plataformas de videojuegos donde a menudo se pide dinero para pasar de pantalla. El sospechoso lo facilitaba a cambio de vídeos de contenido sexual. Así empezaba la captación.

1.300 vídeos de explotación infantil

En su piso de Ciutat Vella, los agentes requisaron más de 200 GigaBytes (GB) de material audiovisual y conversaciones. En él encontraron 1.300 vídeos de explotación sexual Infantil, de los cuales cerca de 250 fueron presuntamente registrados por el detenido entre 2016 y 2022 en varias localidades españolas. En ellos, se veía a él u otros hombres agrediendo a menores. 

Los agentes analizaron más de 2.000 conversaciones, de las que seleccionaron 120 por su contenido pedófilo. En una de ellas, el cabecilla y un hombre desconocido compartían su actividad criminal relacionada con la explotación sexual de menores de edad. Los agentes estudiaron esa conversación y contabilizaron 79 agresiones sexuales a menores.

Prostitución de menores

El principal sospechoso no tenía un "beneficio económico directo" por poner en contacto a menores con los agresores, según los Mossos, sino que su "ganancia personal era satisfacer su filia sexual de corromper menores". Sin embargo, sí se lucraba con la venta de material pedófilo captado en su domicilio. Los agentes señalan que el acusado fue detenido en Valencia en 2010 por contactar con menores y explotarlos sexualmente. "Fue un aprendizaje de lo que hizo después en el piso de Ciutat Vella", destacan.

En este sentido, el sospechoso controlaba la prostitución de menores en su domicilio e incluso hacía reportajes fotográficos de las víctimas para buscar clientes. Luego pactaba el precio y facilitaba el lugar de encuentro, además de grabarlo con cámara oculta. La investigación comenzó en 2021, cuando los Mossos d'Esquadra tuvieron conocimiento de la denuncia de la víctima de 12 años que habría sido agredida sexualmente, junto con otros menores, entre mayo de 2020 y octubre de 2021. 

Esta víctima, tutelada por la DGAIA, es la que inició el procedimiento contra el líder de esta red de pederastas que ha acabado en el juicio que debe celebrarse en la Audiencia de Barcelona en los próximos meses y por el que le piden 107 años de cárcel.

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