Testimonio
Una estudiante salva la vida de un vecino de Cardona gracias a una formación en primeros auxilios
Una alumna del Institut Sant Ramon de Cardona ayudó a salvar la vida de un hombre que sufrió una parada cardíaca, gracias a que había aprendido a hacer reanimación cardiopulmonar (RCP) unos meses antes.

De izquierda a derecha, Jordi Amate, Núria Solanas, Glòria Melero, Cristina Benardo y Núria Bonet, esta semana en el CAP de Cardona / Marta Pich.
El cardonense Jordi Amate, de 38 años, ha vuelto a nacer. Hace un par de meses, mientras regresaba de desayunar con un amigo, sufrió un infarto. Si no hubiera sido por el masaje cardíaco que le practicó Glòria Melero, vecina del municipio, probablemente no habría sobrevivido. Curiosamente, Glòria, de 42 años, estudia en el Institut Sant Ramon y este curso ha aprendido a realizar reanimación cardiopulmonar (RCP) gracias a una formación en primeros auxilios impartida por dos enfermeras del CAP a los alumnos del ciclo formativo que cursa. Lo que no se imaginaba era que, pocos meses después, esas enseñanzas le permitirían salvar una vida.
Cada domingo, Jordi Amate desayuna con su amigo Ramon y con Domingo, el padre de otro amigo que falleció hace años en un accidente. De este encuentro han hecho una tradición, que el pasado 9 de marzo terminó en un gran susto. Cuando regresaban, tras dejar a Domingo en su casa, Jordi detuvo el coche que conducía en el arcén de un camino rural "para hacer un pipí", y al volver a entrar al vehículo, se desplomó. Acababa de sufrir una parada cardíaca. Ramon, desesperado, llamó a Domingo, que vivía no muy lejos de allí. Domingo acudió enseguida, acompañado por su sobrina Glòria Melero, que estaba con él en ese momento.
La llegada de Glòria fue providencial. Hacía apenas dos o tres meses que había aprendido a hacer una reanimación cardiopulmonar (RCP) en el instituto, donde cursa segundo del Ciclo Formativo de Grado Medio en Gestión Administrativa. Con la formación aprendida y las instrucciones del 112, comenzó a hacerle el masaje cardíaco hasta que llegaron los servicios de emergencia y el helicóptero que lo trasladó al Hospital Vall d’Hebron.
Una historia con final feliz
Es una historia coral con final feliz que comenzó cuando Núria Bonet, profesora de la asignatura de Itinerario Personal para la Empleabilidad —una materia en la que los alumnos aprenden, entre otras cosas, primeros auxilios—, se puso en contacto con el CAP para solicitar una formación para su alumnado. “Para mí era fundamental practicar tanto la RCP como la maniobra de Heimlich, que parecen muy simples, pero si no las practicas, son muy difíciles de aplicar”, explica.
En una sesión en el propio CAP, las enfermeras Cristina Bernardo y Núria Solanas enseñaron cómo controlar la respiración, cómo colocar a la persona afectada y el ritmo del masaje, que curiosamente coincide, dicen, con el de la canción Macarena (o 'Baby Shark', en formaciones dirigidas a niños).
“Proteger, avisar y socorrer” son las tres instrucciones básicas que Glòria retuvo en su mente y que fueron claves para que todo saliera bien. “Cuando llegué, Jordi estaba desplomado en la puerta del coche, en muy mala posición. Comprobé si respiraba, lo sacamos, lo tumbamos, y después de llamar al 112 empezamos la reanimación, turnándonos”, hasta que llegaron los servicios de emergencia. Aunque no reaccionaba, la maniobra fue clave para mantenerlo con vida.
Amate no recuerda nada. “Me desperté en el hospital, cuando ya me habían operado y no sabía qué me había pasado”. Ahora ya está recuperado y puede hacer “vida normal, pero sin esfuerzos físicos”. Asegura que “cada día, al despertar, doy gracias por estar aquí” gracias a su amigo, a Glòria (a quien conocía de toda la vida porque fueron vecinos) y a todas las personas que lo ayudaron. “Estoy contento y agradecido porque gracias a todos ellos sigo aquí. He tenido mucha suerte”, dice, consciente de que en otras circunstancias, el desenlace habría sido muy distinto.
Una formación que debería ser universal
Todos los implicados están inmensamente felices de haber podido aportar su grano de arena y comprobar que una formación sencilla puede salvar una vida. Glòria tiene claro que “si no hubiera hecho ese curso, no habría podido ayudarle”. La profesora que tuvo la idea de organizar la formación asegura que “es la mayor satisfacción del curso”, y las enfermeras afirman que “ver que la formación sirve para algo, llena muchísimo”. Todas coinciden en una reivindicación unánime: si se trata de salvar vidas, que formaciones como esta se extiendan y sean universales.
Suscríbete para seguir leyendo
- Importante giro en el caso Madeleine McCann: hay que estar preparado
- Oscar Rosero, endocrino: 'Romper el ayuno con estos alimentos provoca un aumento de la glucosa desde temprano
- Los detenidos en la trama de pederastia de Barcelona son 'hombres corrientes' y padres de familia: 'Me sentí un poco incómodo con la edad
- Un bebé con una enfermedad rara e incurable logra salvarse tras recibir una terapia de edición genética creada para él: 'Es un milagro científico
- Cámaras ocultas, ropa infantil, abusos sexuales en grupo y sadomasoquismo: así actuaba la red de pederastas del 'Pelicot catalán
- El Meteocat avisa: a partir del mediodía, todo cambia en Catalunya
- Teófilo, el líder de la red de pederastia del Raval, fue detenido en Valencia por regentar un prostíbulo masculino con menores
- Así es el 'olo', el nuevo color descubierto en el interior de nuestra retina y que podría cambiarlo todo: 'Es algo sobrenatural