¿Cuánto cobrará el nuevo Papa, León XIV? Este será el sueldo de Robert Francis Prevost

Cuatro votaciones en el cónclave han bastado para que los 133 cardenales elijan a un nuevo pontífice. Poco después de las 18 horas de este jueves, la fumata blanca ha empezado a salir de la chimenea de la Capilla Sixtina provocando la euforia y el júbilo de los congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.

El obispo de Chicago Robert Prevost, León XIV, ha sido elegido nuevo Papa de la Iglesia Católica.

La designación del nuevo Papa abre muchas incógnitas y preguntas. ¿Qué rumbo tomará la Iglesia a partir de ahora? ¿Seguirá el camino recorrido por su predecesor Francisco? Además de estas, hay otras preguntas habituales relacionadas con el enigmático funcionamiento económico del Vaticano.

¿El Papa cobra un sueldo?

No. El sumo Pontífice no percibe un salario por ejercer su labor de jefe de la Iglesia Católica - jefe de Estado también de la Ciudad del Vaticano -. Eso sí, el Papa dispone de fondos administrados por la Santa Sede para cubrir sus necesidades personales y su labor pastoral. Donaciones privadas, el famoso Óbolo de San Pedro, turismo religioso, venta de sellos y monedas conmemorativas o inversiones financieras, estas son algunos de los ingresos que alimentan los fondos de la Santa Sede.

Así pues, pese a no percibir un sueldo al uso, el Papa tiene cubiertos todos los gastos desde la vivienda, la comida, el transporte y otros.

Algunos cardenales sí que cobran

Aunque el Papa no reciba un sueldo, sí que lo hacen los trabajadores del Vaticano y también cardenales y demás miembros de la Curia romana.

• Cardenales con responsabilidades administrativas cobran alrededor de 5.000 euros mensuales.
• Obispos y sacerdotes se sitúan entre 1.500 y 2.500 euros.
• Laicos empleados en labores técnicas, de seguridad o administrativas ganan entre 1.200 y 3.000 euros, similares a los sueldos del funcionariado italiano.

Además, estos trabajadores también reciben beneficios adicionales como viviendas dentro del Vaticano a precios reducidos, atención médica gratuita y acceso a tiendas con productos más económicos que en Roma.