SOCIEDAD

"La guerra de los chinches" en el Aeropuerto de Madrid: AENA niega una plaga, pero fumiga en la T4

Trabajadores del aeropuerto de Barajas muestran las picaduras sufridas en su puesto de trabajo

"Hay un asentamiento marginal en un aeropuerto internacional", denuncia el sindicato ASAE

Un operario aplica un tratamiento contra los insectos a un mostrador del aeropuerto

Un operario aplica un tratamiento contra los insectos a un mostrador del aeropuerto / Cedida

David López Frías

David López Frías

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La tarde del apagón, un reportero de EL PERIÓDICO fue a cubrir la jornada en la T4 del aeropuerto de Madrid. Le preguntó a uno de los trabajadores de un mostrador de facturación: "No, si eso es lo de menos; aquí el problema que tenemos no es la electricidad, sino la plaga de chinches. Cada día hay tres o cuatro casos de personal afectado por picotazos".

Casos que empezaron a finales de abril y que han ido aumentando día tras día. "En los grupos de Whatsapp de los compañeros no se habla de otra cosa. Foto de alguna nueva picadura o de chinches que hemos matado nosotros mismos en nuestro puesto de trabajo", le explica a este diario un agente de handling de la Terminal 4.

En el Aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas se está librando una guerra por esta aparición de "bichos de todo tipo, pero principalmente chinches", según describen los operarios en su día a día. Lo califican de plaga y muestran fotos de los estragos que están causando estos visitantes en la piel de los trabajadores.

Guerra también desde el plano comunicativo, porque AENA rechaza el término plaga. Señala que "la empresa especializada en desinsectación no ha determinado en ningún momento en sus informes la existencia de una plaga" y que, "en el momento en que se ha identificado algún insecto en puntos muy limitados y delimitados, se ha actuado de forma específica".

Un empleado muestra la última picadura de chinche en su brazo

Un empleado muestra la última picadura de chinche en su brazo / Cedida

Mostradores

"Empezamos el día 28 con un par de casos, pero al final son cuatro o cinco cada día. Ellos pueden decir lo que quieran, pero es una verdadera plaga. Los trabajadores nos hemos plantado varias veces, porque este problema lo encontramos sobre todo en los mostradores de facturación. Hemos tenido que discutir con personal, mandar informes, etc.", cuentan algunos de los trabajadores del aeropuerto.

Han pasado ya diez días desde aquellos primeros casos y los problemas "han ido en aumento". Y aunque AENA dice que no hay plaga, "están fumigando. Y lo estamos padeciendo. Somos varios los que estamos con tos y problemas respiratorios desde que empezaron esos tratamientos. Incluso hay alguien de baja por ese motivo", prosigue esta fuente.

"También nos hemos encontrado que tanto desde AENA como desde las aerolíneas no han respetado en algunas ocasiones los plazos. Porque cuando fumigas, debes dejar el mostrador sin utilizar durante 12 horas, y nosotros hemos sido testigos de que algunos aún no habían acabado ese plazo y ya estaban siendo utilizados".

Los empleados hacen fotos a los chinches que encuentran en los mostradores

Los empleados hacen fotos a los chinches que encuentran en los mostradores / Cedida

El problema de los chinches, coinciden todas las fuentes, procede "de algunas de las personas sin hogar que viven dentro del aeropuerto. Muchos de ellos se meten a dormir debajo de los mostradores de facturación. Si han estado todo el día en un poblado con chinches en los colchones, da igual que limpien. Al día siguiente los va a traer de nuevo".

AENA responde

¿Qué dice AENA? La gestora de los aeropuertos ha informado sobre la situación actual. Señala que "las tareas de limpieza e higienización de las instalaciones son constantes y siempre que se producen solicitudes de las personas trabajadoras o de los pasajeros sobre cualquier aspecto relacionado con la limpieza se revisan y se llevan a cabo las tareas necesarias".

Insiste en la limpieza y, en el caso de las picaduras que han denunciado los trabajadores, "la empresa especializada en desinsectación no ha determinado en ningún momento en sus informes la existencia de una plaga. No obstante, se han llevado a cabo inspecciones y tratamientos de monitorización y prevención y en el momento en que se ha identificado algún insecto en puntos muy limitados y delimitados se ha actuado de forma específica".

En cuanto a "la situación de las personas sin hogar que habitan en el Aeropuerto, a las que algunos medios y mensajes en redes sociales apuntan como origen de determinadas picaduras sufridas por empleados del Aeropuerto en la terminal T4, no se puede confirmar que éste sea el origen. Las instituciones públicas locales y regionales competentes en materia de servicios sociales son conocedoras de la situación de estas personas y han organizado grupos de trabajo para abordarla, en colaboración con Aena".

Asentamiento marginal

Desde el sindicato ASAE (Asociación Sindical de Empleados de Aena) han denunciado "desde febrero que lo que está sucediendo en el aeropuerto es un problema de salud, de higiene, de seguridad y de imagen. Que hay un asentamiento marginal en un aeropuerto internacional y eso es muy grave. Ya avisamos de que esto se podía convertir en un problema de salud pública por las condiciones en las que viven estas personas" explica Alexia Font, delegada sindical y enfermera en el servicio de salud del aeropuerto desde hace más de 15 años.

Mostradores cerrados tras haber sido sometidos a un proceso de desinsectización

Mostradores cerrados tras haber sido sometidos a un proceso de desinsectización / Cedida

Font recuerda que el problema de la presencia de personas sin hogar en Barajas no es nuevo, pero pone el foco en que "hay un grupo de personas, que no podemos cuantificar, que son conflictivos. Gente con problemas mentales, que no se deja ayudar, personas que vienen al aeropuerto y cometen delitos o tienen un comportamiento inadecuado. Desde robos hasta lanzar excrementos a las limpiadoras. Ellas los sufren a diario", prosigue la portavoz sindical.

"No se trata de que limpien o no. Si hay gente que va a pasar el día en un colchón con chinches, los va a volver a traer" insiste Font, que insiste en que "hay que ofrecer ayudas a las personas sin hogar que la acepten. Pero no hay que tapar el sol con el dedo. Hay que señalar de dónde procede el problema" y recuerda que esta situación, en una infraestructura crítica para el país, "provoca una psicosis a todo el mundo. Porque no sabes qué te ha picado, qué te puede transmitir ni qué te vas a llevar a casa. Hay que erradicar este problema de raíz".