Las monjas clarisas de Belorado acuden al juzgado: "Hemos sufrido mucho y queremos que la ley ponga un límite"

El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, y cuatro exmonjas de Belorado (Burgos) -que hace un año protagonizaron un sainete atrincherándose en el convento y fueron excomulgadas oficialmente- se han visto esta mañana las caras en los Juzgados de Briviesca, donde Iceta declara como investigado tras la denuncia impuesta por las religiosas por coacciones, administración desleal y revelación de secretos.

"Hemos recibido un perjuicio tan fuerte y tan prolongado todos estos meses que deseamos que se escuche la voz de la comunidad", ha explicado a los medios de comunicación la exabadesa, Laura García de Viedma (sor Isabel), una mujer de 68 años que iba para abogada pero abandonó la carrera de Derecho con 19 años y entró en un convento de Lerma (Burgos). Su compañera sor Sion (Susana Mateo) ha añadido que están atravesando una experiencia de "muchísimo sufrimiento" y han querido que "la ley ponga un límite", informa Efe.

Las monjas clarisas de un convento de Burgos deciden abandonar la Iglesia Católica

El hermano de sor Isabel es uno de los dos abogados de las religiosas. En su demanda, defienden que Iceta "desplegó actuaciones para asfixiar a los monasterios y evitar el acceso a las clarisas".

"No hay nada que esconder"

Iceta, que acude en calidad de comisario pontificio de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio, ha sido el primero en llegar, acompañado de sor Amparo, la religiosa que salió del convento unos días después del cisma, y sor Carmen, secretaria de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu. Ante una gran expectación mediática, y con fuerte dispositivo de la Guardia Civil, el arzobispo ha asegurado ante los medios que su intención es exponer "con luz y taquígrafos" su defensa ante los delitos que se le imputan porque "no hay nada que esconder". En su día, el arzobispo acusó a las religiosas -que abandonaron la Iglesia católica y se pusieron en manos de un excéntrico gurú excomulgado con el que después rompieron- les acusó de tener unas deudas de 42.000 euros. Ellas negaron la mayor y le llamaron "usurpador ilegítimo". 

"Vengo a mostrar la relación torticera de los hechos denunciados", ha apuntado Iceta, que ha aportado al juzgado burgalés documentación que, en su opinión, desmonta las acusaciones de coacciones, administración desleal y revelación de secretos. El religioso ha insistido en que, como comisario pontificio, es el representante legal de los conventos y su administrador.

Ha indicado, además, que la Federación de Clarisas han aportado ya 360.000 euros para sostener los monasterios de Belorado (Burgos), Derio y Orduña (ambos, en Euskadi), que las exmonjas "ocupan de manera ilegal", para pagar gastos corrientes como luz, gas, el alquiler de dos coches o los seguros, pero también multas e impuestos, y en su momento, los gastos derivados de los once trabajadores que tenían contratados.

Por su parte, la exabadesa de Belorado ha calificado de "justa" la denuncia presentada contra Iceta por parte de sor Isabel, sor Sion, sor Belén (María Ana Paz) y sor Israel (Isabel Jiménez).

El complicado folletín no termina aquí dado que el 13 de mayo se celebrará la vista sobre el desahucio de las exmonjas. El responsable de comunicación de las religiosas deja claro que "nadie las moverá de la que es su casa desde el año 1352".