Ciencia

"Puede levantar un portaviones": el reactor de fusión nuclear construye el mayor imán del mundo y se acerca a un futuro de energía "limpia e inagotable"

El ITER, proyecto de UE, EEUU, China, Rusia, Corea del Sur, Japón e India, busca generar electricidad mediante la fusión de núcleos atómicos de hidrógeno, el mismo proceso que alimenta a las estrellas

Con ITER comienza el principio del fin de los combustibles fósiles

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La construcción del reactor experimental de fusión nuclear ITER ha superado una “etapa clave” con la finalización del último módulo del que será el imán más potente del mundo, anunció este miércoles la colaboración internacional a cargo del proyecto.

Prometedor como fuente de energía limpia, segura, económica y prácticamente inagotable, ITER busca dominar la generación de electricidad mediante la fusión de núcleos atómicos de hidrógeno, el mismo proceso que alimenta a las estrellas.

El director general de ITER, Pietro Barabaschi, ha destacado en un comunicado el “marco de cooperación internacional” que ha respaldado la iniciativa “a pesar de los cambios en el contexto político”. El programa es fruto de una colaboración entre la Unión Europea, Estados Unidos, China, Rusia, Corea del Sur, Japón e India.

150 millones de ºC

Lograr la fusión nuclear requiere temperaturas cercanas a los 150 millones de grados Centígrados y potentes campos magnéticos capaces de generar y confinar plasma, un gas caliente y eléctricamente cargado.

El sistema magnético central del reactor se compone de varios conjuntos de bobinas electromagnéticas. El último componente de este complejo sistema, uno de los seis módulos que forman el “solenoide central”, acaba de ser completado en Estados Unidos. “Todo el sistema magnético de ITER ya está fabricado”, ha celebrado Alain Bécoulet, director científico del proyecto.

Mil toneladas

Una vez ensamblado por completo en Saint-Paul-Lez-Durance (Bocas del Ródano), el solenoide central, de 1.000 toneladas de peso y 18 metros de altura, se convertirá en el imán superconductivo más potente del mundo. Será capaz de generar un campo magnético de 13 teslas, unas 280.000 veces más fuerte que el de la Tierra, lo que, según los expertos, permitiría incluso “levantar un portaaviones”.

No obstante, la construcción del tokamak –el reactor en sí– requerirá aún varios años de trabajo. Desde su lanzamiento oficial en 2006, ITER ha sufrido importantes retrasos y un sobrecoste estimado en 5.000 millones de euros, según informó la colaboración el pasado verano.

La primera etapa científica clave, la generación del primer plasma, prevista inicialmente para este año, se ha pospuesto al menos hasta 2033. La fase de plena operación magnética, necesaria para el funcionamiento futuro del reactor, no se espera antes de 2036.