Gran apagón

Personas dependientes esperan en los centros de salud a que pase el apagón: “En silla de ruedas no podemos volver a casa"

Las farmacias intentan salvar los medicamentos en las neveras con hielo pero advierten de que solo durarán “unas horas”

Alba aguarda con una familiar en silla de ruedas frente a las consultas externas del Clínic poder subir a casa cuando el ascensor esté operativo.

Alba aguarda con una familiar en silla de ruedas frente a las consultas externas del Clínic poder subir a casa cuando el ascensor esté operativo. / ACN

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Personas con dependencia y movilidad reducida aguardan en hospitales y centros sanitarios a que finalice el apagón generalizado en Barcelona, mientras reclaman ser tratadas con "prioridad" para poder desplazarse. “Las personas que deben volver a casa en silla de ruedas o en ambulancia no pueden hacerlo”, explica Anna, que ha acompañado a su madre a Consultas Externas del Hospital Clínic y ahora no pueden regresar al centro sociosanitario. En una situación similar se encuentra Alba, quien acudió con una familiar en silla de ruedas al CAP y ahora no puede subir a su domicilio, un tercer piso. “Pedimos ayuda a un celador para que nos acompañara, pero nos dijeron que no podían salir del hospital. Nadie nos puede atender”, denuncia.

Por otro lado, las farmacias intentan preservar los medicamentos que requieren refrigeración utilizando gel frío, aunque advierten de que solo aguantarán “cuatro o cinco horas como máximo”. “Empezamos a preocuparnos por los productos que necesitan nevera”, afirma Núria Franquesa, de la farmacia Franquesa, en la calle de Rosselló. Entre los fármacos más sensibles se encuentran los destinados a la osteoporosis y los antipsicóticos.

"Nos adaptamos"

Como ocurre en otros comercios, las farmacias también afrontan dificultades para cobrar sin electricidad ni conexión a internet.No podemos acceder a la receta electrónica ni dispensar medicamentos, salvo que conozcamos el precio exacto del producto, algo complicado hoy día”, añade Franquesa.

En el Hospital Clínic, el apagón se ha gestionado con cierta normalidad gracias al uso de generadores que suministran energía al centro. Las operaciones esenciales han continuado, aunque se han reprogramado las consultas no urgentes.

“Todo el mundo está nervioso por no saber cuánto va a durar, pero hay que transmitir calma. Ya sufrimos un ciberataque en este hospital y nos preparamos para lo que venga”, explica Paqui Fernández, enfermera de urgencias del centro. “No es la primera vez, estamos acostumbrados a trabajar así y nos adaptamos”, asegura.

En el interior del hospital y de Consultas Externas, pacientes y personal sanitario compartían espacio con personas que aprovechaban la red wifi del centro para conectarse a internet. Además, se han registrado colas frente al cajero automático situado en la entrada del hospital, el único de la zona que aún cuenta con suministro eléctrico.