Más de 7.120 mossos reforzarán la seguridad en zonas que no estén iluminadas esta noche

Más de 7.120 agentes de Mossos d'Esquadra estarán de servicio durante la próxima noche para velar por la seguridad en las calles de Catalunya teniendo en cuenta que todavía no se ha recuperado la electricidad en algunos puntos y el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido rebajar el suministro de energía en algunas farolas de la calle para ahorrar. En concreto, las patrullas de seguridad ciudadana estarán apoyadas por unidades de orden público, principalmente efectivos de la Brimo y la Arro, que se desplegarán en los puntos en los que puede haber más conflictos, como las estaciones de tren o de autobús. 

Los Mossos d'Esquadra del turno de tarde no acabarán su jornada laboral cuando tenían previsto y alargarán el turno hasta las 2 de la madrugada, por lo que reforzaran a los agentes que entran por la noche. Se atenderá a las personas que necesiten ayuda y se les indicará los puntos en los que pasar la noche con un mínimo de condiciones. Los Mossos priorizan servicios relacionados con el ámbito hospitalario y afectaciones en el transporte público. 

En su comparecencia tras la reunión del comité de crisis, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha remarcado que no se ha registrado un aumento de los comportamientos incívicos o incidentes por el apagón y ha destacado que los agentes estarán para atender a los que no puedan volver a sus casas, además de garantizar la seguridad en las calles. El despliegue policial también se centrará en las paradas de autobuses que funcionen durante la noche, ya que se reforzará el servicio, y en estaciones de tren, como Sants, que puedan estar abiertas para que los ciudadanos puedan pasar la noche.

Salvador Illa también ha señalado que 1,23 millones de abonados catalanes han recuperado la electricidad, lo que significa un 42% del sistema energético, sobre las ocho de la tarde. Ha añadido que todos los hospitales funcionan con normalidad, gracias a los grupos electrógenos, algunos con una autonomía de 40 horas, como el de Vall d'Hebron. Además, se han suspendido algunas operaciones y consultas no urgentes y se reprograman para la semana que viene. 

La línea de tren y metro han sido las más afectadas y las que se van recuperando paulatinamente, según Illa que espera que la normalidad vuelva en las próximas horas. En estos momentos 5 convoyes de trenes de Renfe están siendo evacuados y tanto puerto como aeropuerto han recuperado su normalidad. Se ha restablecido las líneas de metro 1, 5, 9 y 10 y parcialmente la 4 y la 3. Este mediodía se ha evacuado a pasajeros de 7 trenes que habían quedado atrapados en túneles de la ciudad.

Los bomberos han realizado 575 servicios y el 112 ha recibido 6.643 llamadas de emergencia. También se ha rescatado a 600 personas que han quedado atrapadas en un ascensor en toda Catalunya. Tampoco cerró ninguna escuela hasta que los padres o algún familiar fuese a buscar a un alumno y el Govern atendió a las residencias de ancianos o sanitarias que requerían suministros, como oxígeno. 

Illa asegura que se trabaja para que "mañana funcione todo con normalidad" y que los servicios públicos han funcionado ante una situación "excepcional" y "sin precedentes". Illa mantiene la prudencia ante una situación que "no tiene precedentes" y asegura que se investigarán las causas "para que no vuelvan a pasar. 

El president ha asegurado que no ha habido “ningún incidente de seguridad grave” ni que haya supuesto un “riesgo” para las personas y ha agradecido el “comportamiento cívico” generalizado de la ciudadanía. Ha reiterado que se han activado “todos los recursos disponibles” para garantizar la seguridad y que por ello habrá más de 7.100 agentes patrullando las calles durante esta noche.

La Guardia Urbana de Barcelona también aumentará el patrullaje por la ciudad para garantizar la seguridad y atender a personas que no puedan volver a sus casas. La intención es moverse con vehículos iluminados para que sean visibles, junto con puntos policiales en espacios en los que reforzar la movilidad ante la ausencia de electricidad en algunos semáforos.