Apagón

Los hospitales resisten al apagón y mantienen la actividad urgente gracias a sus generadores: "Mi madre se ahogaba, si se queda en casa, se muere"

Los centros hospitalarios han atendido las urgencias y reprogramado la actividad aplazable

Pasadas las nueve de la noche, Salut ha informado de que los hospitales ya habían "recuperado casi al 100" el suministro eléctrico

Apagón masivo hoy en España: ¿por qué se ha ido la luz y qué ha pasado?

Apagón de luz en España y Europa, hoy en directo: qué ha pasado, cuándo vuelve la luz y última hora del corte eléctrico

Eva María Maguillo, este lunes en Vall d'Hebron.

Eva María Maguillo, este lunes en Vall d'Hebron. / Zowy Voeten

Elisenda Colell
Beatriz Pérez
Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"Me he enterado del apagón porque la luz del pasillo se ha apagado y las enfermeras y todos los sanitarios no han hecho más que correr. Pero yo he seguido respirando en todo momento", agradece Eva Maria Maguillo, conectada a una máquina de oxígeno en la séptima planta del Hospital Vall d'Hebron mientras espera un trasplante bipulmonar. Su historia muestra cómo los hospitales catalanes han resistido al gran e insólito apagón que este lunes ha dejado sin electricidad a toda la Península Ibérica y que, gracias a los generadores, han podido mantener la actividad urgente. Las intervenciones urgentes han sido cubiertas y las no urgentes se han reprogramado. Pasadas las nueve de la noche, Salut ha informado de que los hospitales ya han "recuperado casi al 100" el suministro eléctrico.

En ningún momento se ha temido por el suministro eléctrico de los grandes centros sanitarios. Los hospitales Trueta, Can Ruti, Puigvert, Tauli y Clínic disponen de una autonomia de 24 horas, 40 en el caso del Hospital Vall d’Hebron. Además, la autonomía energética está garantizada con el suministro de gasoil.

Familias angustiadas

Muchos familiares, sin embargo, han vivido estas horas con mucha angustia y poca información. A las doce del mediodía, Ester, Estefanía y una decena de familias esperaban en la sala de espera mientras a sus familiares les estaban operando. A la hija de Estefanía, de Girona, la estaban operando del riñón desde las nueve de la mañana. "No sabemos nada, no sabemos como está, si ha ido bien, si la han podido operar", explicaba, angustiada, a la una. Una hora más tarde, llegaban los médicos. "No sabían que había habido un apagón, ellos han continuado con la operación". Pasadas las seis de la tarde, la familia seguía en la misma sala de espera. "No sabemos si la van a poder trasladar al hospital infantil para el postoperatorio, los sistemas informáticos no funcionan", explicaba su marido, hastiado. Ester, en cambio, se enteró a las cinco de la tarde que a su padre aún no lo habían intervenido. "Estaría bien que nos hubieran dicho algo", se quejaba.

Sala de diálisis del Clínic, este lunes, funcionando gracias a sus generadores.

Sala de diálisis del Clínic, este lunes, funcionando gracias a sus generadores. / Manu Mitru

En Vall d'Hebron, y en el resto de hospitales catalanes, se ha mantenido la actividad urgente gracias a los grupos de electrógenos que permiten autonomía energètica. Pero sin internet ni sistema operativo, los sanitarios han tenido muchos problemas para hacer su trabajo. "Estamos con lo mínimo, no tenemos internet y no nos ha dado tiempo de imprimir la medicación, vamos con la memoria", explican trabajadores de Hematología. El Hospital Vall d'Hebron, el más grande de Catalunya, disponía de una autonomía de 40 horas para mantener la actividad. Algo menos de independencia energética tiene el Clínic, preparados para aguantar hasta este martes por la mañana.

"De momento, la situación está controlada", explican desde Vall d'Hebron. Sin embargo, el marido de Carmen, enfermo de un cáncer de tráquea, no ha podido hacer la quimioterapia porque su oncóloga no la ha podido prescribir. A las tres y media, regresaban a Calella. "Esto es un caos", decía. Maria Porclan, de 66 años, sí ha podido realizar la diálisis prevista. Los sanitarios que la habían trasladado en ambulancia se preparaban para subirla a cuestas pero finalmente ha podido usar el ascensor.

El Hospital Clínic, a oscuras por el apagón eléctrico este lunes.

El Hospital Clínic, a oscuras por el apagón eléctrico este lunes. / Manu Mitru

Sandra y su hermana han estado más de 10 horas esperando a que a su padre lo trasladaran de la uci a planta, después de una operación para extirparle un cáncer de colon. “Nos han dicho que lo van a subir pero no saben cuándo podrán hacerlo". Otros familiares aguardan a lo contrario: que les den el alta. Cuando a las tres y media de la tarde parece que vuelve la luz a Urgencias, se oye un grito de alegría.

"No sé ni cómo he podido llegar"

Historias, algunas angustiantes, han llegado a la sala de espera del hospital. Una de ellas es la de Antonio Martínez, de Mollet, cuya madre, de 72 años, se ahogaba en casa a causa del asma. Antonio, explica, ha cogido el coche "a todo gas intentando encontrar el hospital sin GPS, ya que no funcionaba nada". La policía le ha ayudado a llegar hasta el centro hospitalario. "No sé cómo he podido llegar hasta aquí, no podía llamar a emergencias, pero si mi madre se quedaba en casa se moría". Con una mano, dice, conducía a toda velocidad, y "con la otra sacaba el pañuelo, pitaba y hacía señas para que viniera la policía". "Por suerte –añade–, ya está aquí".

También en el hospital materno-infantil de Vall d'Hebron se han vivido historias que hielan la sangre. "Hay mujeres que no sé cómo han logrado llegar y que se han puesto de parto, y otras que tenían inducciones programadas han tenido que regresar a casa". En la sala de espera de pediatría, estaba Valentina, de 11 años, con su madre. La niña tiene una enfermedad rara y no podía soportar el dolor. "Hemos venido desde Rubí a las nueve de la mañana, y aquí seguimos". Los médicos le explican, pasadas las seis de la tarde, que no pueden hacerle TAC ni radiografías, que neurología infantil no está y tampoco tienen forma de contactar con neurología de adultos. "Yo lo entiendo, nos han dicho que volvamos mañana, pero yo prefiero que se quede aquí en observación", insiste la madre.

Pedro contempla la escena más tranquilo. "Yo estoy bien, solo he venido para cargar el móvil, que he oído que aquí sí que hay electricidad y yo tengo una niña en casa", explica. Como él, muchas personas se han acercado a los hospitales. El Clínic también se ha convertido en una suerte de "refugio eléctrico": la gente está acudiendo al hospital para usar su red wifi, cargar los móviles e incluso sacar dinero de su cajero automático.

Ambulancias y Teleasistencia

También el apagón ha hecho mella en el SEM. "Vamos a la aventura, lo de hoy está siendo una locura", explican técnicos de ambulancias a las puertas del servicio de urgencias del Hospital Vall d'Hebron. Los sanitarios admiten que están llegando con hasta cuatro horas de demora a los servicios que logran atender, sobre todo en caso de ancianos y personas enfermas que dependen de máquinas para respirar y se les agotan las baterías. "Me preocupan mucho las personas mayores que viven solas, porque el botón de la Teleasistencia no está funcionando", explica un técnico de una ambulancia. 

"El problema que tenemos es que muchas personas no están pudiendo llamar al 112 para reportar una emergencia, y esto nos está dificultando mucho el trabajo", explica otro empleado mientras ayuda a un compañero a arrastrar una camilla hasta las Urgencias del hospital. Habitualmente usan una 'tablet' donde acceden al nombre del paciente, su dirección, historial médico y patologías. "Hoy no nos funciona nada, vamos con la emisora y apuntando las direcciones con bolígrafo", explican. Dificultad aparte que no vayan los sistemas GPS. "Es una aventura", explican.

Personas mayores con respiradores

Los usuarios que más les preocupan son las personas mayores que usan respiradores. "Los servicios se están atrasando muchas horas, hemos llegado hasta cuatro horas después, y la gente ya está muy apurada", cuentan. En muchas ocasiones han usado las bombas de oxígeno de las que disponen en los vehículos para ayudar a respirar a las personas que lo requerían. "Vengo de atender a una mujer que tenía el botón rojo de la Teleasistencia: su hija se ha pasado toda la mañana llamando hasta que la hemos atendido. ¿Qué habrá pasado con todas las personas mayores que viven solas?", se pregunta. 

La misma escena se repetía en otros barrios. En el barrio del Gornal, en L'Hospitalet, trabajadores del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) se desplazaban este mediodía a casa de pacientes con respiradores y que, dado que no funciona la corriente, necesitaban bombas de oxígeno, informa Alex R. Fischer.

De momento, los técnicos consultados por este diario a la salida de Vall d'Hebron no han lamentado ninguna pérdida. "No estamos preparados para algo así, espero que no tengamos que lamentar ningún fallecimiento", decía una sanitaria desde el vehículo. 

Trabajadores del SEM llevando botellas de oxígeno este lunes a casa de pacientes.

Trabajadores del SEM llevando botellas de oxígeno este lunes a casa de pacientes. / Alex R. Fischer

Suscríbete para seguir leyendo