Tras leer el caso en EL PERIÓDICO

La Policía Nacional actúa de urgencia para atender a la madre colombiana desamparada en Santa Coloma

La mujer ha logrado protección internacional como solicitante de asilo y ha denunciado a su expareja por violencia de género

Una madre viaja de Colombia a Santa Coloma para recuperar a su hijo y acaban en la calle en Barcelona, sin ayuda de servicios sociales

Aida Maria Palacios y su hijo de Elian, de seis años, se abrazan antes de entrar en un piso donde comparten una cama por horas con otra persona.

Aida Maria Palacios y su hijo de Elian, de seis años, se abrazan antes de entrar en un piso donde comparten una cama por horas con otra persona. / MANU MITRU / EPC

Elisenda Colell

Elisenda Colell

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Debería haber sido una llamada de los servicios sociales de Santa Coloma de Gramenet, pero ha sido el artículo de EL PERIÓDICO sobre el caso el que ha activado a la Policía Nacional para proteger a Aida María Palacios, la mujer colombiana y su hijo de seis años que han acabado compartiendo cama con un desconocido después de verse en la calle. Dos días después de su publicación en este diario, la historia de esta madre, llegada a Catalunya expresamente para recuperar a su hijo, activó el procedimiento urgente para tramitar una solicitud de asilo que le permitará acceder al permiso de residencia en España. "Les estoy immensamente agradecida", explica Palacios.

La Policía Nacional leyó la historia de Aida María Palacios en este diario y activó su servicio de protección internacional

Palacios, una joven de 26 años, explicaba a este diario que llegó a Catalunya para tratar de recuperar a su hijo, Emanuel, de 6. Contó que había sido víctima de violencia de género en su país, Colombia, y que dio permiso a su expareja y padre del menor para que se llevara al niño a España para tramitarle los papeles. Pero a medida que pasaban los meses, Palacios perdió el contacto con el menor, así que decidió ir a buscarlo.

Una vez en Catalunya, y tras lograr recuperar a su pequeño, la mujer estuvo viviendo una semana en una habitación en Santa Coloma de Gramenet, hasta que el dueño la echó. Los Servicios Sociales de Santa Coloma le dieron una ayuda puntual, un par de noches en un servicio municipal de Barcelona con quien tienen convenio. Pasada la acogida temporal, madre e hijo quedaron en la calle. Una situación habitual en varias ciudades metropolitanas, según denuncian los servicios sociales.

Asilo político por las guerrillas

Fue al ver este reportaje a El Periódico que el inspector jefe responsable de Protección internacional de la Policía Nacional en Barcelona, Rafael Jiménez, activó su servicio de forma urgente para atender a esta familia. Palacios vivía en una región selvática rodeada de guerrillas en su país, por lo que potencialmente podía pedir asilo en España. "Tras leer la noticia de El Periódico decidimos activar el protocolo de protección internacional para facilitar a esta persona una cita para pedir asilo con caracter uregente. No es algo habitual, pero creimos que era una mínima humanidad para dar cabida a esta mujer en el sistema de protección internacional", explica Jiménez. 

El reportaje se publicó el martes 15 de abril. El jueves 17, a las puertas de Semana Santa, Palacios, con la documentación pertinente, fue entrevistada por la Policía Nacional en la oficina de protección internacional de Barcelona y los agentes cursaron su solicitud de protección temporal. Este trámite es fundamental porque ahora esta mujer tiene permiso de residencia en España hasta que la oficina central de asilo y protección internacional del Ministerio del Interior acepte o deniege su caso, que puede alargarse hasta dos años. Si la acepta, esta protección es permanente. Si la deniega, la perderá y se quedará sin papeles, como ocurre con la mayoría de colombianos que hacen este trámite.

Palacios teme verse de nuevo en la calle al acabar este viernes su empleo como interna

Palacios ha estado este tiempo trabajando de interna cuidando a una persona mayor. En este contexto laboral, se vio obligada a dejar a su hijo a su ex porque ella no podía hacerse cargo del menor sin una vivienda. "Fue la decisión más dura que tomé", expone la madre, agradecida del trato recibido en la comisaría de la Policía.  Aunque la sorpresa llegó en medio de la entrevista con la policía nacional. "Nos hizo unas manifestaciones presuntamente delictivas y lo pusimos en conocimiento a los Mossos d'Esquadra acerditado la excelente coordinación policial", sigue Jiménez. Y es que los agentes, tras escuchar su testimonio sobre las agresiones físicas, faltas de respeto y manipulación psicológica que sufrió por parte de su ex en Colombia, apreciaron presuntos delitos y la acompañaron a la comisaría de los Mossos d'Esquadra de plaça d'Espanya a presentar una denuncia por violencia de género.

Los Mossos atendieron a Palacios, que declaró sin abogado de oficio porque no podía esperarle. "Debía regresar a mi trabajo, me habían concedido un permiso", justifica. En la denuncia, pidió una orden de protección de su agresor, pero el juez no la aceptó. "Me dijeron que debía aportar pruebas, que tenía que tener sangre... así que nada", lamenta. La vista judicial tuvo lugar el sábado 19 de abril y el juzgado número 5 de la Mujer en Barcelona no vio "riesgo objetivo". La denuncia sigue su curso. El padre, por su parte, reclama la custodia exclusiva del niño.

A parte de la policía, varias entidades y personas particulares se han puesto en contacto con este diario para ofrecer ayuda a este mujer. Este viernes 25 de abril Palacios termina su relación laboral con la persona a la que cuida. Teme verse de nuevo en la calle. Como solicitante de protección internacional, puede acudir al Centro de Recepción, Atención y Derivación de Refugiados (CREADE) en Barcelona del Ministerio de Inclusión para que le ofrezcan un lugar donde vivir. Como víctima de violencia machista, la red de atención a la violencia machista en Catalunya, ya sean los Serveis d'informació i atenció a les dones (SIAD) o Serveis d'intervenció especialitzada (SIE) también deberían ofrecerle un cobijo si no tiene un lugar al que acudir. A última hora de este viernes, no encontraba alternativa. "Tengo mucha ansiedad"

Suscríbete para seguir leyendo