ALERTA DE LOS MÉDICOS

Más del 90% de los niños de entre 4 y 10 años superan el límite de exposición a las pantallas: "Es muy peligroso"

Los médicos advierten de un incremento de casos de menores con trastorno del sueño, problemas de salud mental o incremento o déficit de atención por el abuso de las pantallas

Un grupo de escolares con su profesora

Un grupo de escolares con su profesora / FCJ

Nieves Salinas

Nieves Salinas

Madrid
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Más del 90% de los niños y niñas de entre cuatro y doce años ya pasa más tiempo del recomendado delante de las pantallas. De hecho, más del 80% de los especialistas ha detectado que, ese abuso, impacta de lleno en su desarrollo y provoca desde trastornos del sueño, pasando por sobrepeso, problemas de salud mental o incremento de déficit de atención. Para Beatriz Martínez Núñez, psiquiatra Infantil y de la Adolescencia en el Hospital Niño Jesús de Madrid, "hay que preguntarse para qué utilizamos la tecnología porque tenemos muchos niños consumiendo pantallas en soledad y es muy peligroso".

Lo ha dicho en la presentación de un estudio, realizado por el Instituto Tecnológico del Producto Infantil y del Ocio, AIJU, y la Fundación Crecer Jugando, que se ha presentado este jueves, en la Casa Ronald McDonald Madrid del Hospital Niño Jesús, con motivo de la celebración del Día del Niño. Han participado pediatras, psicólogos, psiquiatras, oftalmólogos, otorrinos, neurólogos, nutricionistas, fisioterapeutas de centros de toda España y, también, padres con hijos e hijas de 0 a 17 años.

Más del 95% de los médicos consultados en la muestra coinciden en que el uso excesivo de pantallas está relacionado con problemas en el desarrollo infantil y subrayan que los menores no deben consumir pantallas antes de los 4 años y, a partir de esa edad, el incremento debe ser muy gradual. De 4 a 6 años, el tiempo no debería exceder de los 20 minutos; de 7 a 9 años, de los 40 minutos, y en la franja de 10 a 12 años, de una hora al día, tiempo superado por el 98%.

Los problemas

Para los pediatras, el trastorno del sueño y los problemas relacionados con salud mental y el sobrepeso están asociados al uso excesivo de pantallas. En el caso de los psicólogos, estos detectan especialmente irritabilidad, dificultades en la socialización, ansiedad y estrés. Los neurólogos señalan la hiperactividad, el incremento de cefaleas y el déficit de atención. Los oftalmólogos coinciden en que se traduce en un aumento y anticipación en los casos de miopía y los nutricionistas señalan que puede derivar en sobrepeso y obesidad y modificar hábitos de alimentación saludable.

Aunque el 96% de las familias manifiesta establecer normas en el uso de las pantallas, un 71% reconoce que tienen dificultades para mantener la disciplina y el control en los tiempos y perciben que la sobreexposición a las pantallas provoca en sus hijos e hijas problemas de visión, de atención y concentración; afectan a su comportamiento y a las relaciones sociales e inciden en el sueño y en la salud emocional, con síntomas como la ansiedad.

No van al médico

A pesar de todo ello, el 86% de las familias que han participado en el estudio admite que nunca han llevado a su hijo a un especialista por el uso de pantallas y su posible impacto en la salud, lo que quiere decir que estas patologías se diagnostican posteriormente. En la presentación del estudio, Pablo Busó, coordinador del estudio y del departamento de Investigación Infantil y valores educativos de AIJU, afirmó que estos datos muestran la preocupación de familias y especialistas médicos, y señaló que todavía falta mucho camino para dar respuesta a una situación compleja.

Si descuidamos a menores en un estado vulnerable del desarrollo, los estamos dejando vendidos a muchas patologías de salud mental

Beatriz Martínez, psiquiatra

La psiquiatra Beatriz Martínez opinó que se debe fomentar otro tipo de ocio y que "no se trata de prohibir, sino de dar alternativas. Si descuidamos a menores en un estado vulnerable del desarrollo, los estamos dejando vendidos a muchas patologías de salud mental. Cada vez más menores tienen que ir a terapia por este tipo de problemas. Necesitamos devolver ese ocio al aire libre, ocio con sus amigos y no puede ser la pantalla el único medio para socializar o entretenerse", subrayó.

Más casos en consulta

En la presentación, Silvia Álava Sordo, psicóloga sanitaria y experta en psicología educativa alertó de que "se han incrementado las consultas en atención temprana, con niños con TDAH, espectro autista, retraso en el lenguaje, en el proceso de atención y en el desarrollo de ciertas habilidades", explicó.

No hay empatía en redes, no se está mostrando un mundo real, es un escaparate, cada uno cuelga su peor versión, pero los niños y adolescentes no lo saben

Silvia Álava Sordo, psicóloga

"Si el niño está todo el rato con una pantalla, no madura Igual. Se nos olvida que, en estos momentos, las redes sociales condicionan el desarrollo de la personalidad. No hay empatía en redes, no se está mostrando un mundo real, es un escaparate, cada uno cuelga su peor versión, pero los niños y adolescentes no lo saben y eso les genera mucha frustración y victimismo" y apuntó que debe valorarse otras opciones para su tiempo libre, ya que "el juego en la infancia es un factor protector de la salud mental", añadió.

En el cole

Este mismo jueves, la Asociación Española de Pediatría (AEP), a través del Grupo de Salud Digital de su Comité de Promoción de la Salud (CPS-AEP), ha propuesto un cambio de paradigma en la forma en que se trabaja la competencia digital en el entorno educativo apostando por un modelo sin pantallas como vía eficaz, innovadora y saludable para formar ciudadanos digitalmente competentes.

En el ámbito educativo, la competencia digital se define como la capacidad del alumnado para usar la tecnología de forma crítica, segura, ética y responsable, participando activamente en una sociedad digital y comprendiendo su impacto en la vida personal y colectiva, indican los especialistas.

Objetivo curricular

Su enseñanza está recogida como objetivo curricular y, como advierten los pediatras, su implementación práctica en las aulas suele depender casi exclusivamente del uso de pantallas, incluso en las etapas más tempranas. Este modelo plantea "importantes riesgos" para la salud infantil, desde trastornos del sueño, fatiga visual, sedentarismo, deterioro de la memoria, dificultades de concentración, aislamiento social o desarrollo cognitivo fragmentado.

"La educación digital debe adaptarse a la etapa de desarrollo del alumnado. Iniciar ese aprendizaje sin pantallas permite sentar unas bases sólidas y saludables para una alfabetización digital crítica, sin exponer innecesariamente a niños pequeños a riesgos que aún no están preparados para gestionar", subraya el doctor Julio Álvarez Pitti, coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la AEP.