El Govern rescindirá el plan de mantenimiento físico de los Mossos que elaboraba el INEFC por su elevado coste

Desde el año pasado, antes del cambio de Govern, el Instituto Nacional de Educación Física de Catalunya (INEFC) diseñaba un plan de mantenimiento físico para los Mossos d'Esquadra que debía establecer pautas para que los agentes pudieran mantenerse en forma con tablas de ejercicio personalizadas además de prevenir lesiones.

Sin embargo, según ha podido saber EL PERIÓDICO, los actuales responsables del Departament d'Interior han decidido iniciar la tramitación para rescindir el acuerdo y no seguir adelante con este proyecto. El motivo: el alto coste que suponía su elaboración e implantación, ya que superaba los 360.400 euros.

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El coste elevado del proyecto, encargado por el anterior Ejecutivo, llevará a replantear el modo en que los agentes se mantienen en forma

A diferencia de otros cuerpos policiales, como la Guardia Urbana de Barcelona, los Mossos no hacen ejercicios físicos dentro de su jornada laboral, a no ser que sean efectivos de unidades especializadas. Es el caso del Grupo Especial de Intervención (GEI), las de orden público, como Brigada Móvil o el Área Regional de Recursos Operativo, escoltas o rescates, entre otras, que realizan un entrenamiento intenso en horas de trabajo en las instalaciones, como el gimnasio y la piscina, del complejo general de Egara de los Mossos. Sus funciones específicas en materia de seguridad y prevención junto a dar apoyo a otras unidades hacen que deban estar preparados para cualquier eventualidad en todo momento.

A diferencia de otros cuerpos policiales, los Mossos no hacen ejercicios físicos dentro de su jornada laboral, a no ser que sean efectivos de unidades especializadas

El plan de mantenimiento del INEFC, al que ha tenido acceso este diario, tenía como objetivo analizar a todos los agentes en sus puestos de trabajo, establecer su condición física y proponer maneras de que estos pudieran mejorarla. Los profesionales de INEFC debían diseñar programas de ejercicio individualizados según los perfiles profesionales y personales así como realizar valoraciones físicas y de salud de los policías. La idea era basarse en baremos objetivos sobre "el estado óptimo de la condición física para cada especialización profesional, edad y sexo", aunque se podrían tener en cuenta "otras variables" que podrían ser "relevantes" como la región policial o las tareas a desarrollar. 

El documento apuntaba que "la última vez que cada individuo pasó una evaluación estructurada y específica de la condición física estuvo en las pruebas de acceso" al cuerpo. Pruebas que son tres: un circuito de agilidad, levantar pesas sobre un banco y una carrera de resistencia, conocida como test de Léger. Los aspirantes deben conseguir una puntuación mínima en cada uno de los ejercicios para no quedar excluidos de la convocatoria.

Este proyecto, que se ha realizado solo como piloto en Lleida con agentes voluntarios, iba a determinar las necesidades específicas de mantenimiento que requería cada policía.

INEFC proyectaba que cada agente hiciese los ejercicios "en el momento y lugar que considere". "No será una sesión supervisada por uno/a educador físico deportivo, sino que las sesiones serán asesoradas. Este asesoramiento implica la presencia semanal del educador físico deportivo para enseñar y explicar los ejercicios a realizar, para responder dudas que surgen de sus ejecuciones y aconsejar al respecto", indica el documento.

Los programas de ejercicio físico individualizados iban a tener 12 semanas de duración con cuatro bloques de entrenamiento y cada uno de ellos iba a constar de nueve sesiones. La gimnasia no presentaba, apuntaba el INEFC, complejidad para los agentes y estaba pensada para hacerse "en condiciones de mínimo riesgo, tanto por el entorno donde se realizarán, por la posición corporal en la que se ejecutarán o por el material o implementos utilizados". Al finalizar estos programas, el plan era que los policías se sometieran a un control.

Pagar por fases

Este plan tenía un coste para Interior de unos 336.400 euros que se debía pagar según se completaban las fases. En la prórroga del acuerdo de finales del 2024 ya se indicaba que la primera fase, el diseño del proyecto, estaba acabada. Por esta Interior abonó 27.400 euros. Para este 2025 se debían reservar 309.162 euros por las tareas no realizadas en 2024.

La prueba piloto, parte de una segunda fase, se inició hace unos meses en la Región Policial de Ponent. Se proponía una "valoración de la condición física a las tres especialidades profesionales más numerosas" dentro de los Mossos, como son Seguridad ciudadana, Investigación básica y Tráfico, y que correspondían al 81,4% del total de agentes en 2021. Así, 900 efectivos de estas tres especialidades participaron en el piloto. Estos agentes hicieron durante algunas semanas ejercicios gimnásticos a razón de dos horas cada tarde. Los ejercicios eran diferentes según la especialidad.

Los investigadores de INEFC eligieron la región de Lleida para la prueba piloto ya que la media de edad de los agentes era de 47,25 años, tres años por encima a la media total de Catalunya. Además, este entorno permitía hacer el estudio con agentes tanto del ámbito urbano (más activos dado que están más habituados a patrullajes y detenciones) como rurales y también permitía tener en cuenta a los 'mossos' destinados al centro penitenciario de Ponent, "con unas tareas específicas y diferenciadas".

Decae así una de las 158 medidas del Plan de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres del cuerpo de Mossos d'Esquadra que a inicios de 2022 firmaron los entonces responsables del Departament d'Interior, con el conseller Joan Ignasi Elena a la cabeza, y los representantes del Consejo de la Policía así como otros sindicatos, para establecer un plan de mantenimiento físico general entre los agentes que permitiera suprimir las pruebas físicas de las convocatorias de ascenso.

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Fue en julio del año pasado, antes del cambio de Govern, cuando la conselleria de Elena encargó al INEFC el proyecto que ahora está a las puertas de ser rescindido. Fuentes de los Mossos apuntan que ahora deberá repensarse el modo en que los agentes mantienen su forma física.

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