Cuatro cardenales españoles participarán en la elección del Papa tras causar baja Antonio Cañizares

Ningún candidato que figure entre las quinielas más sonadas. La Iglesia española llegará al cónclave de esta manera. Salvo algunos que han citado a Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y expresidente de la Conferencia Episcopal Española, gran parte de los analistas han descartado que el futuro Papa tenga un origen español.

De hecho, España es el tercer país con mayor representación en el colegio de cardenales, solo detrás de Italia y Estados Unidos. Son en total 13. Pero el número de electores —los que tienen menos de 80 años y tienen derecho a elegir al futuro jefe de la Iglesia católica— es más limitado: apenas son cinco. Este número sube a siete si se suman Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat y cardenal salesiano español nacionalizado paraguayo, y François-Xavier Bustillo, un cardenal moderado que nació en Pamplona pero que desarrolló casi toda su carrera en Francia y actualmente es obispo en Ajaccio, en la isla de Córcega. 

Juan José Omella, José Cobo Cano, Ángel Fernández Artime y Carlos Osoro Sierra participarán en el cónclave, todos nombrados por Francisco

Bustillo, que era muy querido por Francisco por sus exitosos esfuerzos por incluir a la cultura y al idioma corso en las celebraciones religiosas locales, es considerado joven para el puesto. Tiene 56 años. Un rasgo, este, que comparte con José Cobo Cano, el arzobispo de Madrid. De 59 años, Cobo era visto como uno de los protegidos del Papa argentino, al estar enfocado en temas sociales como la migración y la inclusión, promoviendo una Iglesia cercana a los pobres y abierta al diálogo. Por eso quizá el nombre de Cobo tampoco se encuentra actualmente en las quinielas.

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Eso sí, un dato significativo es que el hombre que peleó hasta el final para estar entre la gente, el papa Francisco, ha nombrado a cuatro de los cinco cardenales del grupo español que tiene derecho a nombrar al futuro Papa. Además de Cobo, es el caso del cardenal progresista Ángel Fernández Artime, exrector mayor de los Salesianos y actual pro-prefecto de Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada.

Otro purpurado elector elegido por Francisco es precisamente el moderado Omella, el cual, sin embargo, tiene el problema al revés. Nació el 21 de abril de 1946, con lo cual ya ha alcanzado los 79 años, una edad muy cercana a la 'jubilación' de los cardenales. Y en una situación similar también está Carlos Osoro Sierra, arzobispo emérito de Madrid, quien también está cerca de quedar fuera de la carrera al cumplir los 80 años en mayo. Osoro es el decano de los 133 cardenales que participarán en el cónclave.

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La única carta que juega a favor de estos dos últimos es que hay un precedente: el de Benedicto XVI, que fue elegido con 78 años. Además de ello, pese a su avanzada edad, la situación no impide que tanto Osoro como Omella ejerzan su influencia en el futuro cónclave, es decir, sean referencias para las corrientes que se enfrentarán en esa reunión. 

El último español elector es Antonio Cañizares Llovera, arzobispo emérito de Valencia y elegido por Benedicto XVI, el cual sin embargo tiene algunos problemas de salud y no acudirá al cónclave, según ha informado el arzobispado de Valencia. El cardenal no se desplazará a Roma ni para participar en las congregaciones generales preparatorias. Cañizares también es el único del grupo que, después de los grandes relevos hechos por Francisco en la última década, se considera del sector conservador.