Drama social
Una madre viaja de Colombia a Santa Coloma para recuperar a su hijo y acaban en la calle en Barcelona, sin ayuda de servicios sociales
Cáritas y Esade alertan del auge de familias que viven en habitaciones: "Mi hija no tiene libertad"
El ayuntamiento colomense aduce que al no estar empadronados no puede hacerse cargo de ellos
Entidades de Barcelona alertan de que que cada vez hay más familias sin opciones en el área metropolitana

Aida Maria Palacios, la madre de Elian, de seis años, se quedan en la calle en Barcelona por la falta de respuesta de los servicios sociales de Santa Coloma. / MANU MITRU / EPC


Elisenda Colell
Elisenda ColellPeriodista
Redactora de desigualdades y exclusión social. Premio 'Montserrat Roig', por mención especial del jurado (2024). Crecí en la redacción de informativos de la Cadena SER en Catalunya. Nací en Viu Comunicació y Cugat.cat.
"No puedo hacer nada por ti, lo siento. Espero que encuentres un lugar para pasar la noche con tu hijo". Esta es la respuesta que los Servicios Sociales de Santa Coloma de Gramenet le dieron a Aida María Palacios, una madre de 26 años, y a su hijo Elian, de seis, que se quedaron en la calle en Barcelona el pasado 21 de marzo. Fue derivada a la capital catalana por el Ayuntamiento de Santa Coloma, y allí recibió ayuda temporal hasta que esta acabó. Desde entonces, madre e hijo han dado tumbos hasta acabar en su situación actual: compartiendo cama caliente con otra persona.
A fecha de hoy, Aida María Palacios, una madre de 26 años, y su hijo Elian, de seis, comparten una cama caliente
Su caso, que incumple gravemente los derechos de la infancia, no es único. Entidades sociales de Barcelona explican que a diario atienden a vecinos expulsados de ciudades metropolitanas cuyos servicios sociales no pueden, o no quieren, hacerse cargo de ellos. "Hay un efecto centrifugador", se quejan desde Barcelona. Santa Coloma se justifica aduciendo que los afectados, aunque residen en el municipio, no están empadronados.

Aida Maria Palacios y su hijo de Elian, de seis años, se abrazan antes de entrar en un piso donde comparten una cama por horas con otra persona. / MANU MITRU / EPC
La historia que llevó a Aida María Palacios del municipio de Pradera (Colombia) a Barcelona tiene más que ver con el miedo a la violencia vicaria que con la voluntad de emigrar. El padre de su hijo Elián es un español nacido en Colombia al que conoció en 2018. Se quedó embarazada y salió adelante sola con el niño, al frente de una pastelería. Asegura que solo se veían una vez al año con el padre. "Hubo muchas faltas de respeto, golpes hacia mí... y terminamos la poca relación que teníamos", cuenta ella, que dice ser víctima de maltrato físico y psicológico. El pasado octubre, el hombre le propuso traer al niño a España para tramitarle la nacionalidad española. Ella aceptó y le dio plenos poderes durante tres meses. El pequeño Elian llegó a Tortosa en diciembre.
Al rescate de su hijo desde Colombia
Desde la distancia, Palacios detectó que el menor no estaba bien. "Le gritaban, el niño vio muchas peleas. Me dijo que quería irse de allí y mi ex empezó a restringirme el contacto con el niño". Asustada, puso toda su vida en venta para comprar un billete de avión a España y recuperar al menor. "No aguantaba ver a mi hijo pidiendo auxilio".
El 27 de febrero, la mujer llegó a Santa Coloma de Gramenet. Se alojó en una habitación compartida junto a otra amiga que también tenía un niño. El 4 de marzo se reencontró con Elián y se lo llevó a vivir con ella.

Aida Maria Palacios y su hijo de Elian, de seis años, en un parque de Barcelona el pasado mes de mayo. / MANU MITRU / EPC
Dos semanas después, el dueño del piso le pidió que ella y su hijo se fueran del piso alegando que había demasiada gente en la vivienda. Se quedó en la calle y acudió a los servicios sociales de Santa Coloma que, el lunes 17 de marzo, la remitieron durante dos noches al Centre d'Urgències i Emergències Socials (CUESB) del Ayuntamiento de Barcelona, con quien tienen un convenio para atender casos de urgencia a los que el municipio no puede dar salida. Los alojamientos de urgencia, regulados por la ley catalana de servicios sociales y la Cartera de Servicios que la Generalitat paga a los ayuntamientos, dan tiempo para encontrar una solución más estable. El problema es que para Palacios esta solución no llegó jamás. Santa Coloma asume que ha dejado a esta mujer y su hijo en la calle porque, aduce, al no estar empadronados, no pueden hacer nada más por ellos.
Un calvario en tierra de nadie
"Yo no tenía adónde ir. Escribí a todas las personas que conozco y nadie me puede ayudar", explica Palacios. Desde el 17 de marzo, y con la maleta a cuestas, ella y el el pequeño han recorrido la ciudad buscando ayuda. Fue la semana más lluviosa de marzo. Palacios estuvo en Arrels, Cáritas, en el Consulado de Colombia, en parroquias, entidades sociales de todo tipo...
"Casi cada día tenemos que dejar a gente en la calle porque sus ayuntamientos ya no les pagan más ayuda y nadie se quiere hacer cargo"
"La trabajadora social de Santa Coloma me decía que no podía ayudarme más. El CUESB me decía que era Santa Coloma quien debía ayudarme, y las entidades me decían que no había recursos. Estaba en tierra de nadie". Los ruegos de esta madre y la mediación de Arrels y la Sindicatura de Greuges lograron que pudiera alargar su estancia en el CUESB una semana. "En ningún sitio me sentí tan escuchada como Arrels", agradece. Pero el lunes 24 de marzo, madre e hijo se quedaron, definitivamente, en la calle.

Bacelona 24/03/25 Sociedad. Entrevista a una madre con un menor a su cargo que está en la calle de Barcelona. AUTOR: MANU MITRU / MANU MITRU / EPC
"La trabajadora social solo me decía que me buscara la vida, que regresara a mi país o que se llevarían al niño", cuenta Palacios. "Yo me vuelvo a Colombia sin problema pero no tengo como pagar el vuelo. Y tampoco sé si me puedo llevar al niño si el padre ha puesto una demanda para tener la custodia exclusiva", sigue sollozando.
"Yo me vuelvo a Colombia sin problema pero no tengo como pagar el vuelo. Y tampoco sé si me puedo llevar al niño"
El lunes, con los últimos tres euros que tenía, compró un cruasán al niño. Fue lo único que comieron ese día. Les salvó un hombre que les dejó dormir en su cama. "Él trabaja de noches en una fábrica y nos dijo que mientras le dejáramos dormir cuando regresa, no había problema". Es lo que se llama una cama caliente, una fórmula más de sinhogarismo, en la que se corre el riesgo de sufrir chantajes o abusos. No ha sido el caso de Palacios. "Este hombre ha sido mi luz", afirma.
Efecto dominó metropolitano
El de Palacios no es un caso aislado. Lo confirman fuentes del CUESB en Barcelona. "Lo vemos cada minuto. Casi cada día tenemos que dejar a gente en la calle porque sus ayuntamientos ya no les pagan más ayuda y nadie se quiere hacer cargo. Barcelona no asume su caso porque no están empadronados aquí y los servicios sociales que les han derivado hasta el CUESB se lavan las manos. Incluso si son familias con hijos", explican desde este servicio. Señalan directamente al Ayuntamiento de L'Hospitalet de Llobregat, pero también cuentan casos de Badalona o Montcada.
Barcelona no ha facilitado los datos a este diario, pero dentro del grupo municipal del PSC en el consistorio hace meses que hay cierto malestar entorno a esta tendencia creciente.

Aida Maria Palacios y su hijo de Elian, de seis años, en un parque de Barcelona el pasado mes de mayo. / MANU MITRU / EPC
Una realidad que también denuncian las entidades sociales. "Hay familias con menores que se quedan en la calle y los ayuntamientos no atienden. Es un efecto dominó. Les dan recursos de urgencia.. ¿y después qué? Muchas familias que viven realquilando habitaciones pierden de un día para otro el techo y servicios sociales no les dan respuesta. Las cifras de afectados aumentan a diario", señala Fina Contreras, responsable de sinhogarismo y vivienda de Cáritas Barcelona.
"Hay familias con menores que se quedan en la calle y los ayuntamientos no atienden. Es un efecto dominó. Les dan recursos de urgencia.. ¿y después qué?"
"Nosotros vemos el perfil y decidimos: o presionamos a Barcelona, y si hay menores les suelen atender, o les damos ayuda económica para que alquilen una habitación o vayan a una pensión", explica. No son los únicos. Son muchas las entidades sociales en Barcelona que asisten, perplejas, a esta realidad a la que son incapaces de dar respuesta.
Las trabas al padrón
Contreras asegura que los ayuntamientos se justifican con las trabas al padrón. Muchos municipios metropolitanos no empadronan a quienes viven en habitaciones, a pesar de que la ley les obliga a ello, lo que les cierra la puerta a recibir ayuda de servicios sociales de forma estable. "Tenemos un modelo que funciona, que es el de Barcelona. Lo que necesitamos es que el área metropolitana también lo implemente", insiste Contreras.
Hoy, el hijo de Palacios sigue en la cama caliente. Su madre aún no ha conseguido empadronarlo ni escolarizarlo en Barcelona. A ella, le han propuesto que se vaya a vivir a Terrassa en casa de un señor mayor, al que deberá atender y cuidar 24 horas, siete días a la semana, sin contrato laboral. Se está planteando aceptarlo y dejar al niño con el padre. "No es lo que quiero, tengo mucho miedo... pero temo que es la única forma de salir adelante en este país", solloza.
Suscríbete para seguir leyendo
- El centro comercial de Badalona atacado con un hacha por un presunto yihadista pide que sea condenado a 3 años y medio de cárcel
- El trago de 'agua' que casi mata un hombre en Vigo: 'En segundos noté que me quemaba vivo por dentro
- Los pediatras alertan de que en algunos hospitales la atención de niños en UCI está a cargo de especialistas en adultos
- Francisco, a su enfermero, en sus últimas horas: 'Gracias por traerme de vuelta a la Plaza
- Ángel Fernández, cardenal español que participará en la elección del nuevo Papa: 'No me da vértigo, pero será una experiencia única
- Barcelona despide a la familia Escobar-Camprubí en un funeral multitudinario: 'Viviremos más intensamente por vosotros
- La propuesta de los médicos para frenar las enfermedades del hígado: una subida del 40% del precio mínimo del alcohol
- Las 6 pautas del médico Mario Alonso Puig para ser feliz: 'Recarga tus pilas o acabarás en el cubo de la basura