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Nueva delincuencia

Los estafadores del amor sofistican sus tácticas para engañar a personas mayores activas en redes y con dinero

Los responsables de ciberseguridad alertan de que la coartada sentimental hace bajar las cautelas de personas que se sienten solas y que se ilusionan ante la idea de tener una relación

El modus operandi suele ser parecido: detectan objetivos vulnerables, alimentan la fantasía de una relación y, llegado el momento, piden dinero bajo cualquier excusa

El estafador que seducía a las mujeres

Estafadores en aplicaciones

Estafadores en aplicaciones

Germán González

Germán González

Barcelona
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Las ciberestafas del amor pueden tener un impacto emocional devastador en las víctimas, a menudo irreparable y más profundo que el daño económico. Como subraya el intendente Roger Sales, responsable de la Región Policial Virtual de los Mossos d'Esquadra, este tipo de fraudes, "residuales" en comparación con los puramente económicos, tienen un componente emocional de gran peso y afectan a personas de todas las edades, tanto hombres como mujeres. "Tras una víctima de este engaño hay soledad, y la soledad no entiende de edades", subraya el intendente.

Más allá de la transversalidad, hay casos y modus operandi que se repiten. Por ejemplo, en el correo electrónico (internetsegura@gencat.cat) que brinda la policía catalana para atender consultas sobre este tema, recibieron recientemente el 'mail' de un hombre que alertaba de que su madre se había "enamorado" de Al Bano Carrisi, el conocido cantante, al que supuestamente había conocido a través de internet y con el que intercambiaba mensajes que el hijo entendió que conducían a un fraude.

Según explica Sales, los agentes le advirtieron de que el supuesto Al Bano empezaría a pedirle dinero bajo cualquier excusa. Además, detallaron las características comunes de este tipo de fraudes. Al día siguiente, el hombre volvió a contactar con los Mossos para contarles que había alertado a su madre del engaño y que ella había compartido las advertencias con el estafador. "Su respuesta fue un audio en el que la llamaba 'bonita' y reiteraba sus sentimientos", explica el intendente. La mujer estaba convencida de que la relación era auténtica. "No debemos olvidar que los ciberestafadores juegan con nuestros sentimientos e ilusiones para hacernos caer en la trampa", afirma Sales, quien subraya la importancia de no realizar ningún pago y de denunciar cualquier intento de fraude lo antes posible ante la policía.

Coartada romántica

Es precisamente el "pretexto romántico" el que facilita que en estos casos se acabe robando dinero, claves bancarias o datos personales, ya que por esta vía se ganan la confianza de la víctima. Tomàs Moré, responsable de la Unitat de Cultura de Ciberseguretat de la Agència de Ciberseguretat de Catalunya, explica que se acercan intentando ligar por redes sociales o en aplicaciones de citas porque un elevado porcentaje de personas, cuando reciben un SMS o un mensaje fraudulento, lo descartan al identificar una posible ciberestafa. En cambio, caen cuando se trata de "un acercamiento emocional que genera unas ciertas expectativas y oportunidades, como quedar, irse de viaje o un proyecto de vida".

En este sentido, Moré apunta a que los ciberestafadores siguen un "plan de trabajo" para maximizar beneficios que incluye desde la elección de las víctimas, siempre aparentemente "débiles" desde un punto de vista emocional, hasta lograr convencerlos de que deben ayudarlos con las cantidades que les piden. "Seguramente cuentan con psicólogos que les asesoran sobre situaciones y comportamientos y saben perfectamente hasta dónde pueden llegar y cómo puede acabar la estafa", explica Moré.

El primer paso es detectar al posible objetivo. Para ello suelen usar aplicaciones de citas, como Tinder o Meetic, y redes sociales en las que buscan víctimas con dinero, tanto hombres como mujeres. Habitualmente se fijan en gente mayor –colectivo que suele disponer de ingresos estables, ahorros y pensiones– que dan cuenta en redes sociales de un elevado tren de vida al compartir fotos de viajes, hoteles o restaurantes.

Los Mossos en una operación contra falsos estafadores del amor

Los Mossos en una operación contra falsos estafadores del amor / Mossos

Tras contactar con la víctima, el delincuente mantiene conversaciones en las que establece un vínculo que muchas veces acaba en una aparente relación sentimental. Para alimentar la fantasía, hacen promesas falsas para quedar, llamar o verse mediante videoconferencia que, por una razón u otra, nunca fructifican. A la vez, y para ganarse la confianza, aparentan una situación económica desahogada o dicen desempeñar profesiones atractivas. Pese a no verse, la relación continúa y un día, por sorpresa, cuenta a la víctima que tiene "un problema insalvable", como un accidente de tráfico o un familiar en el hospital, y que se ha quedado temporalmente sin recursos. "Emotivamente, ya se han conectado a esa persona y les quieren ayudar", explica Moré. Por eso a veces la decisión de dejar dinero parte del mismo afectado.

Los estafadores empiezan reclamando pequeñas cantidades que para las víctimas son un riesgo asumible, hasta que las peticiones van subiendo. "Al cabo de unos días se dan cuenta de que les han dejado 3.000 o 5.000 euros y no ven ningún avance en la relación", señala el jefe de la Unidad de Cultura de Ciberseguridad. Cuando la víctima empieza a pedir cuentas o a insistir en quedar, el delincuente acaba desapareciendo.

Prevención

La excusa para pedir dinero va desde comprar un billete de avión para ir a visitarla, acceder a un tratamiento médico o abonar los trámites para conseguir un visado. La Agencia de Ciberseguridad de Catalunya ha emitido guías alertando contra estos ciberdelincuentes. En las recomendaciones se señala que los criminales evitan encuentros presenciales y videollamadas, por lo que se insta a los usuarios a fijarse en las fotografías del perfil y a desconfiar si se demuestran "emociones o sentimientos muy exagerados" o "si la relación que se ha establecido es demasiado perfecta para ser real". También alertan de cuando se pide dinero a través de plataformas opacas que impiden rastrear el dinero.

Imagen delitos informáticos Mossos

Imagen delitos informáticos Mossos / Mossos

Tomàs Moré también recomienda seguir siempre la relación por el canal en el que se empezó el contacto, aunque sea una aplicación de citas, y no pasarse a WhatsApp o al correo electrónico. "Normalmente, los estafadores quieren salir del marco de control de la propia aplicación y las víctimas suelen romper esta barrera dando sus datos personales o sus cuentas en redes sociales", destaca el jefe de la unidad de Cultura de Ciberseguridad.

Cuando eso ocurre, el delincuente analiza la información que la víctima comparte en redes sociales, como fotos o vídeos, el número de seguidores o las personas que tiene como contactos, para conocer mejor sus gustos o su familia, y de esta forma ganarse más rápidamente su confianza.

"Si un delincuente conoce más a una persona a partir de su red social, es más fácil engañarla", destaca Moré, quien asegura que analizan hasta los vídeos que se comparten para conocer sus voces. En este sentido, remarca que se puede jugar con la IA para realizar montajes de imágenes, pese a que "el factor humano" sigue siendo determinante en este tipo de estafas que apelan a sentimientos.

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