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Vandalismo en Catalunya

Montcada Bifurcació, la estación de Rodalies con más incursiones de grafiteros para pintar trenes

La parada acumula, con 7.800 m2, el 12,5% de todas las pintadas realizadas en convoyes durante 2024 en Catalunya, donde se registran el triple de casos que en la Comunidad de Madrid

El presidente de Renfe desmiente al Govern y niega que en Rodalies "falten el 24% de los trenes"

Tren vandalizado, en la estación de França

Tren vandalizado, en la estación de França / Álvaro Monge

Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

Barcelona
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A mediados de febrero empezó a circular en pruebas el nuevo tren de Rodalies de la serie 452, construido en la planta de Alstom de Santa Perpètua de Mogoda. Bastaron dos días para que un grafitero estampara su firma en uno de sus vagones. Sucedió en Mataró, en un parón del rodaje del convoy. Catalunya sigue concentrando la mitad de todos los grafitis de la red ferroviaria estatal, que generan un gasto de limpieza de unos 25 millones de euros anuales (14 millones corresponden a Rodalies). Suele suceder de noche, mientras los vagones descansan en los talleres o en las estaciones que ejercen de base para que el servicio vuelva a empezar al día siguiente. Montcada Bifurcació se lleva la palma, con casi 8.000 m2 de vagones pintados.

Los datos los facilitó este domingo el presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, en su cuenta de Twitter, donde compartió un hilo de mensajes con los que pretendía desmentir el anuncio del Govern de que el 24% de los trenes de Rodalies están fuera de servicio. Una de las razones que explican que los convoyes tengan que estar en barbecho son precisamente los grafitis, ya que cuando cubren una zona sensible, como las luces de emergencia o la luna frontal, inutilizan el tren. La suma de instalaciones de fácil acceso, unas sanciones más bien generosas hasta la fecha, el efecto llamada internacional y un colectivo cada vez más organizado dan como resultado que las nueve estaciones más garabateadas acumulan más de 20.000 m2 de grafitis.

Fácil acceso

En el caso de Montcada Bifurcació, el año pasado se contabilizaron 279 grafitis que ocuparon una superficie de 7.845 metros cuadrados, el 12,4% del total de Catalunya, donde se tuvo que intervenir en 63.500 m2 de convoyes grafiteados, el equivalente a ocho campos de fútbol. La seguridad pudo abortar otras 134 incursiones. La facilidad de acceso a esta estación, con un aparcamiento aislado junto a la carretera C-17 y sin vallas para entrar en las vías, convierten este paraje ferroviario en el paraíso de los vándalos del espray. También desde el otro lado se puede acceder con gran facilidad, y sin cercado en algunos tramos, a través de la avenida de la Unitat de Montcada.

Tren grafiteado, estacionado en la estación de Catalunya, con las paredes también vandalizadas, el 17 de marzo

Tren grafiteado, estacionado en la estación de Catalunya, con las paredes también vandalizadas, el 17 de marzo / Jordi Cotrina

La segunda estación con mayor presencia de grafitis es la de França, en Barcelona, que cumple una función fundamental como terminal dormitorio para que a la mañana siguiente todo funcione como está previsto. En 2024 acumuló casi 3.000 m2 con 147 grafitis distintos. La seguridad de recinto evitó otros 79 intentos y adecentar los trenes afectados requirió de una inversión de medio millón de euros. Le siguen Sant Vicenç de Calders y Vilanova i la Geltrú, un caso peculiar, este último, porque, tal y como les contaba este diario meses atrás, ahí Renfe tiene uno de talleres de mantenimiento más importantes del Estado. Los convoyes pasan intensas revisiones que incluyen una limpieza integral. En ese proceso, los mecánicos se han ido una tarde y al día siguiente se han encontrado con que los vagones recién aseados volvían a estar grafiteados.

Líderes estatales

En las nueve estaciones más vandalizadas de 2024 se abortaron un total de 349 incursiones, casi una al día. Pero no se pudieron evitar 805 grafitis, 67 cada mes. La mayoría de apeaderos elegidos están en el entorno metropolitano, a excepción de Sant Vicenç de Calders, que ahora atraviesa por un profundo proceso de transformación que debería terminar en agosto. Catalunya es la comunidad más buscada por los grafiteros. Con diferencia.

Los 63.500 m2 limpiados a este lado del Ebro dejan en nada los 22.926 m2 de la Comunidad de Madrid o los 6.282 m2 del País Vasco. Hay otro dato que también resume bien la situación del grafiti ferroviario en Catalunya: el 75% de los 272 trenes que circulan por la red de Rodalies llevan una pintada en el casco. Así que si ven uno sin dibujos, pidan un deseo.

Un tren grafiteado, en la parada de Arc de Triomf, el pasado 17 de marzo

Un tren grafiteado, en la parada de Arc de Triomf, el pasado 17 de marzo / Jordi Cotrina

Sobre lo que pueda suceder el futuro, es importante ver cómo responden los juzgados ante los casos en los que el apandador es cazado por la seguridad de Renfe o por la policía. Hay cierta esperanza si se atiende a una reciente sentencia de un juzgado de Oviedo, que ha condenado a tres años de prisión y al pago de una multa que supera los 160.000 euros a un grafitero autor de un delito continuado de daños (pintadas en 34 vagones de trenes de pasajeros y de mercancías). En su texto final, el juez estima "necesario que la pena ofrezca cierta ejemplaridad para lograr que quienes actúan de este modo solo por divertimiento tomen conciencia de la gravedad de los hechos cometidos".