Educación en Catalunya

Las pruebas de competencias básicas de primaria y ESO arrancan con polémica por el uso de ordenadores

Algunas direcciones han pedido al Consell Superior d’Avaluacions que les permita imprimir los enunciados para prescindir de las pantallas

Un total de 166.992 alumnos se examinan esta semana de los conocimientos de la etapa

Las escuelas catalanas afrontan el reto de las lecturas en primaria sin criterios unificados

Aula de una escuela catalana el primer día de este curso.

Aula de una escuela catalana el primer día de este curso. / Ferran Nadeu

Helena López

Helena López

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Los alumnos catalanes de sexto de primaria y de cuarto de ESO realizan esta semana las pruebas de competencias básicas. Hace semanas que los estudiantes se 'entrenan' con exámenes de años anteriores. El Departament d'Educació i FP sabe que se juega mucho con estas pruebas, ya que unos buenos resultados, o como mínimo algo mejores que los de los últimos años, daría al tensionado sistema educativo catalán algo de aire.

"Nos obligan a tener a los niños de sexto de primaria tres días toda la mañana frente a la pantalla"

Un total de 166.992 alumnos (78.252 de sexto de primaria y 88.740 de cuarto de ESO) de más de 3.400 centros educativos realizarán estos exámenes que evalúan los conocimientos adquiridos a final de etapa y que tienen carácter diagnóstico; es decir no sirven para determinar si un alumno aprueba o suspende.

Este año el debate sobre el uso de las pantallas se ha colado en las pruebas. Una de las máximas de la llamada digitalización responsable que defiende la conselleria es usar las pantallas en el aula solo cuando aporten un valor añadido. Es decir, para hacer cosas que no pueden hacerse sin ellas. Agarrándose a esta idea, de absoluto consenso, direcciones y familias ven un sinsentido que las pruebas de competencias básicas se hagan con el ordenador. 

No es que las pruebas se resuelvan en el ordenador, es que es en pantalla donde el alumnado de sexto de primaria -aquí se concentra el malestar- y cuarto de ESO leerá los enunciados. Las respuestas las marcarán en papel. 

Los días 7, 8 y 9 de abril harán los exámenes los alumnos de sexto de primaria, y los días 10 y 11, los de cuarto de ESO

“Nos obligan a tener a los niños de sexto de primaria tres días toda la mañana frente a la pantalla contradiciendo sus propias recomendaciones”, se quejan. 

Algunas direcciones han pedido al Consell Superior d’Avaluacions que les permita imprimir los enunciados para prescindir de las pantallas (recordemos que la función del ordenador es descargar un pdf del classroom y leer). Por el momento, la respuesta ha sido que lo consulten con el responsable de su zona. A quienes ya lo han consultado les han dicho que "el alumnado debe realizar las pruebas con las hojas de los enunciados en formato digital" y solo se podrán imprimir para aquellos "alumnos con necesidades educativas especiales reconocidas para los que la impresión del cuaderno sea un recurso fundamental" y en el caso aquellos alumnos que no tengan ordenador.

El calendario

Con este incógnita sobre la mesa, los alumnos de sexto de primaria harán las pruebas el lunes, el martes y el miércoles, los días 7, 8 y 9 de abril. Los de la ESO las harán el jueves y el viernes, 10 y 11 de abril.

La evaluación de expresión oral será tras las vacaciones de Semana Santa, del 5 al 20 de mayo tanto en sexto de primaria como en cuarto de ESO, y en ambos cursos será censal, es decir, lo hará el conjunto del alumnado, tras los rifirrafes políticos que generó esta prueba años atrás.

Las nuevas pruebas a mitad de ciclo, en cuarto de primaria y segundo de ESO, introducidas con la LOMLOE y que empezaron a organizarse el curso pasado, se realizarán del 24 de abril al 16 de mayo tanto en cuarto de primaria como en segundo de ESO.

Termómetro del sistema

Estas pruebas buscan conocer el 'estado de salud' del sistema educativo catalán en varios aspectos, tanto por materias como por centros. De hecho, junto a los resultados, las escuelas e institutos reciben una gráfica en la que ven dónde está la media catalana en cada materia, dónde está la media de los centros de su complejidad -no es lo mismo compararse con un centro con un alumnado similar al tuyo que hacerlo con uno con una realidad muy distinta- y dónde está su centro.

El curso pasado, las primeras pruebas diagnósticas a mitad de ciclo en segundo de ESO confirmaban el pinchazo en Matemáticas: el 44% del alumnado las suspendió. Y, en el apartado de "conexiones", saber relacionar los distintos aspectos de las Matemáticas, la cifra de no aprobados se elevaba hasta el 76,8%.