El Govern se compromete facilitar datos sobre los grandes consumidores de agua

El Govern se ha comprometido con la entidad Aigua és Vida para mejorar en el acceso a datos sobre el consumo de agua en Catalunya, tras una reunión entre la plataforma (integrada por otras asociaciones ecologistas como la Plataforma en Defensa de L'Ebre y IAEDEN-Salvem L'Empordà) y el Ejecutivo catalán en la que han participado la consellera Sílvia Paneque y el director de la ACA (Agència Catalana de l'Aigua) Josep Lluís Armenter.

Dante Maschio, portavoz de Aigua és Vida, se muestra satisfecho por haber tenido el encuentro con los máximos dirigentes de la conselleria de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, pero subraya que la posición de la entidad y la del Govern son opuestas: "Ellos apuestan por seguir aumentando la oferta de agua y nosotros consideramos que se debe gestionar la demanda, se trata de modelos opuestos". "Aun así, le hemos arrancado dos acuerdos sobre transparencia y participación", defiende Maschio.

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En concreto, Paneque se ha mostrado abierta a mejorar en el acceso a datos de consumo y les ha asegurado a los ecologistas que dentro de unos meses se presentará un plan para dar a conocer el gasto de agua ganadero, agrícola e industrial. "De esta forma, se podrá planificar con más rigor", sostiene el activista.

Consejos de cuenca

El otro pacto es la convocatoria de los llamados consejos de cuenca. "Este órgano está recogido en los estatutos de la ACA, pero no se ha constituido y es clave para poder analizar cuánta agua tenemos y cuánta agua se puede gastar en cada territorio", dice Maschio.

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"También se han mostrado dispuestos a revisar el Plan Especial de Sequía, tras cinco años de aplicación, para ver si ha funcionado o no", cuenta el portavoz de Aigua és Vida. Pera modificar este documento, no obstante, se requiere el aval del Parlament.

El Ebro y el Priorat

Aigua és Vida reclama gestionar la gestión hídrica afrontando un cambio de modelo agrícola, con cultivos que requieran menos consumo de agua, y pide no construir la desalinizadora de la desembocadura del Tordera ni la del Foix. Sobre esta segunda, Susanna Abella, de la Plataforma en Defensa de L'Ebre, considera que se trata de un método para "interconectar la red de agua de Barcelona con la de Tarragona", algo a lo que se oponen de manera frontal.

Abella, sin embargo, aplaude el acuerdo para que los agricultores del Baix Camp usen agua regenerada: "Esto debe servir para acabar con el trasvase del Siurana hacia Riudecanyes y lograr que el agua del Priorat se quede en el Priorat, una comarca más pobre y con menos recursos".

Las asociaciones ambientales reconocen estar satisfechas por los acuerdos alcanzados pero insisten en la preocupación que les genera el modelo de "optimismo tecnológico" por el que apuesta el Departament de paneque. "Pretenden fomentar más turismo, más regadíos y más cerdos, y esto pone en riesgo el abastecimiento de agua", zanja Maschio.