Sucesos

Detenida en el aeropuerto de Barcelona con 187 bellotas de hachís en su estómago: estuvo 3 días para expulsarlas

La sospechosa llegó en un vuelo de Fez

Detenido por transportar dos maletas con 50 kilos de marihuana en el aeropuerto del Prat

Imagen de la droga requisada

Imagen de la droga requisada / Guardia Civil

Germán González

Germán González

Barcelona
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El pasado 4 de marzo la Guardia Civil y la Agencia Tributaria detuvieron a una pasajera, de 44 años y nacionalidad marroquí, procedente de Fez que llegó al aeropuerto de Barcelona con 187 cilindros de hachís, con un peso total de 2.011 gramos, dentro de su organismo lo que suponía un grave riesgo para su vida.

Los agentes identificaron a la pasajera de un vuelo procedente de Fez (Marruecos) durante un control rutinario, ya que tenía un comportamiento nervioso e inusual, con respuestas incoherentes a las preguntas formuladas. Por eso levantó sospechas y se la trasladó a la Terminal 1 donde el médico facultativo la sometió a una prueba radiológica para comprobar si portaba cuerpos extraños en su organismo. 

La mujer accedió voluntariamente y el resultado de la prueba confirmó la presencia de una gran cantidad de cápsulas en su aparato digestivo. Fue detenida por un delito contra la salud pública por tráfico de drogas y se la trasladó urgente al Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona) para la extracción de los cilindros de droga. 

Debido a la gran cantidad de cápsulas ingeridas, el proceso de expulsión se prolongó durante casi tres días bajo supervisión médica para evitar complicaciones de salud. En total tenía en su interior 187 cilindros de hachís con un peso de 2 kilogramos.

Según la Guardia Civil, los que realizan este tipo de transporte de droga en su organismo son conocidos como “boleros” o “muleros”, personas que ingieren pequeñas cápsulas envueltas en materiales resistentes para evitar su disolución en el estómago. Asumen el peligro que conlleva con el objetivo de trasladarlas a través de controles aduaneros sin ser detectados. 

Sin embargo, la presión, el tiempo prolongado sin expulsarlos o movimientos bruscos pueden provocar la ruptura de los envoltorios, liberando la sustancia en el organismo y causando graves intoxicaciones que pueden ser mortales. Sospechosa pasó a disposición del Juzgado de Instrucción de El Prat de Llobregat en funciones de guardia.