En Barcelona

La Fiscalía cree que la decisión de la paciente que pidió la eutanasia es "firme, libre y autónoma"

El juzgado debe decidir si la mujer sigue adelante con la muerte asistida pese a la oposición del padre

La joven cuya eutanasia fue paralizada por el padre reitera ante la jueza que quiere una muerte digna

eutanasia

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Germán González

Germán González

Barcelona
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La Fiscalía de Barcelona da la razón a Noelia, la joven de 24 años con paraplejia que recibió autorización para la eutanasia pero cuya muerte asistida fue paralizada in extremis por un juzgado de Barcelona el pasado julio tras una demanda del padre de la paciente. 

Tras la vista oral celebrada hace una semana, la fiscalía ha presentado un informe de conclusiones en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo 12 de Barcelona, que sigue una demanda por vulneración de posibles derechos fundamentales, en el que asegura que Noelia cumple "los requisitos que prevé la ley de eutanasia para recibir la prestación de ayuda a morir solicitada".

El fiscal indica que la decisión de la paciente "es firme, libre y autónoma" y "se encuentra en situación de contexto eutanásico". Pese a ello, el Ministerio Público reconoce al padre su "interés legítimo para intervenir como demandante en el procedimiento", aunque da la razón a Noelia.

Voluntad de la afectada

En julio de 2024, la Comisión de Garantía y Evaluación dio luz verde a la eutanasia por la unanimidad de sus 19 miembros, pero el padre de la paciente, representado por el colectivo Abogados Cristianos, recurrió ante el juzgado, argumentando en ese momento que su hija podría haberse arrepentido de su decisión.

Ante la juez, Noelia reiteró que quiere la eutanasia, ya que padece un sufrimiento físico y psíquico constante, reiteradamente expresado como intolerable y sin pronóstico de mejora o curación. En la vista declararon varios médicos y forenses que examinaron a la paciente y confirmaron que tiene la capacidad de decisión "intacta".

La paciente recibió la autorización de la eutanasia dos años atrás por una lesión medular tras un intento de suicidio en noviembre de 2022 que le dejó graves secuelas y la pérdida de autonomía. No era la primera vez que intentaba quitarse la vida. Desde entonces reside en el Hospital Residencial Sant Camil, de Sant Pere de Ribes (Barcelona), una clínica especializada en este tipo de pacientes. Se trata de la primera vez que un litigio de estas características se dirime en los juzgados