Finanzas de impacto: por qué invertir en niñas y educación es una apuesta ganadora

Las inversiones con un enfoque de género e infancia no solo tienen un impacto social significativo, sino que también ofrecen retornos sostenibles en el tiempo.

Las inversiones con un enfoque de género e infancia no solo tienen un impacto social significativo, sino que también ofrecen retornos sostenibles en el tiempo. / Ako Randrianarivelo / Save the Children

Paul Ronalds, CEO de Save the Children Global Ventures

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"Las mujeres sostienen la mitad del cielo", reza un antiguo proverbio chino popularizado por Mao Zedong y convertido en el título de un libro pionero sobre la desigualdad de género. Sin embargo, en 2025, la mitad del cielo que sostienen millones de mujeres y niñas vuelve a tambalearse

El cambio climático, los conflictos y las secuelas de la pandemia han revertido años de avances en salud, educación e igualdad. La ayuda al desarrollo también enfrenta una crisis: los flujos financieros de los países ricos se reorientan hacia prioridades internas y la brecha de financiamiento para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se ha disparado de 2,5 billones de dólares en 2015 a más de 4 billones a finales de 2024. 

Ante este panorama, es evidente que la filantropía y la asistencia oficial al desarrollo por sí solas no son suficientes. La solución pasa por movilizar capital privado a través de mecanismos financieros innovadores. 

Invertir en mujeres, niñas y educación para transformar vidas 

En este contexto, Save the Children Global Ventures (SCGV) ha lanzado el Generation Empowerment Fund, un fondo de inversión pionero dirigido a África Subsahariana. Con una meta de recaudación de 50 millones de dólares, el fondo canalizará financiación hacia escuelas, guarderías, centros de formación profesional y clínicas en Ghana, Kenia, Nigeria, Sudáfrica, Ruanda y Uganda. 

El objetivo es proporcionar crédito a instituciones financieras africanas con la condición de que presten a proyectos educativos y sanitarios comunitarios. Esta estrategia no solo refuerza los sistemas de salud y educación, sino que también tiene un impacto directo en la equidad de género, ya que aproximadamente el 80% de estas organizaciones son dirigidas por mujeres. Además, incorpora una dimensión climática, financiando infraestructura resiliente al cambio climático y energías renovables. 

La educación es un motor fundamental para el desarrollo futuro de todas las niñas y, además, es clave para la economía. Numerosos estudios han demostrado que invertir en la educación de niños y niñas tiene un impacto directo en el desarrollo económico de los países, aumentando el ingreso per cápita y reduciendo la pobreza intergeneracional. Además, cada dólar invertido en educación genera un retorno significativo al aumentar la productividad y la capacidad de innovación de las economías emergentes. 

El potencial de las cocinas limpias 

Un ejemplo paradigmático del impacto de la financiación de SCGV en la vida de mujeres y niñas en estos países es el acceso a cocinas limpias. En muchas comunidades, cocinar con carbón o leña no solo tiene efectos devastadores en la salud de las mujeres (principales responsables de esta tarea), sino que también reduce el tiempo de estudio de las niñas y contribuye a la deforestación y las emisiones de carbono. 

Un estudio del programa Pradhan Mantri Ujjwala Yojana, la mayor iniciativa mundial para la transición a cocinas limpias, demostró que un aumento del 10 % en su cobertura mejora los índices de lectura y matemáticas de las niñas. Sin embargo, esta solución sigue infrafinanciada: la Agencia Internacional de la Energía estima que existe un déficit anual de 5.500 millones de dólares en fondos para programas de cocinas limpias. 

En respuesta, la inversión de impacto ofrece una vía viable. Por ejemplo, ATEC, una empresa respaldada por Save the Children Global Ventures, ha firmado recientemente un acuerdo de compra de créditos de carbono con la Klik Foundation. Estos créditos se generan al reemplazar estufas convencionales por modelos eléctricos en hogares de Malaui. Ahora, se estudia un acuerdo similar en Nepal. 

El rol del sector financiero 

El sector financiero tiene en sus manos la posibilidad de transformar la vida de millones de mujeres y niñas en el mundo. Las inversiones con un enfoque de género y niñez no solo tienen un impacto social significativo, sino que también ofrecen retornos sostenibles en el tiempo. 

A medida que las finanzas de impacto ganan tracción, se vuelve crucial innovar en productos financieros que canalicen el capital privado hacia soluciones escalables. No podemos seguir esperando que los gobiernos y la filantropía resuelvan problemas sistémicos con recursos insuficientes. 

Las mujeres sostienen la mitad del cielo, pero para que no se desplome necesitamos sostenerlas a ellas con inversiones inteligentes, sostenibles y con impacto real.