Movilidad en Catalunya

Se disparan los coches averiados en las carreteras catalanas: suman más de 4.000 km de retenciones en un año

La AP-7 es la vía que registró más vehículos estropeados, seguida de la A-2 y las rondas de Barcelona

Barcelona lidera el ránking español de tiempo perdido en atascos: 41 horas al año

Imagen de una avería en las carreteras catalanas

Imagen de una avería en las carreteras catalanas / Trànsit

Germán González

Germán González

Barcelona
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En 2024 se averiaron un 40% más de vehículos en las principales carreteras catalanas respecto al año anterior lo que generó más retenciones y colas. Así se desprende de los datos ofrecidos por el Servei Català de Trànsit que ha recordado la importancia de la prevención cuando se sufre una avería en carretera.

En concreto, el año pasado se estropearon 2.142 vehículos en las vías principales de la red viaria catalana, un 40% más que en 2023, cuando se registraron 1.530. Estas incidencias provocaron 4.078 kilómetros de retenciones en 2024, prácticamente la distancia entre Barcelona y la ciudad turca de Antioquía, mientras que en 2023 se registraron 2.978 kilómetros de atascos en las carreteras catalanas.

Las retenciones han subido, como han podido constatar muchos conductores catalanes que cada día usan el coche para desplazarse por buena parte de la geografía catalana, principalmente para entrar y salir de Barcelona.

La AP-7 fue la vía que registró en 2024 más vehículos averiados en su recorrido, un total de 648, 218 más que en 2023. Estas incidencias provocaron en la autopista 1.442 km de retenciones. La segunda vía con más vehículos averiados fue la A-2 con 217, que provocaron 303 km de congestión. Las rondas de Barcelona (B-10 y B-20) también registraron cada una más de 200 averiados a lo largo del pasado año.

En caso de avería, Trànsit recomienda intentar detenerse fuera de la vía; activar las luces de emergencia y de noche también las de posición, señalizar con los triángulos o la luz V-16 y salir del vehículo con chaleco reflectante. De esta forma se quiere preservar la seguridad de los conductores que se quedan tirados con el coche en la carretera y garantizar que el resto puedan seguir circulando.