Curso 2025-26

Los ránkings no son fiables: cómo buscar el mejor cole para tu hijo

La cercanía al domicilio, la cohesión del claustro y un alumnado variado son aspectos a tener en cuenta, igual que el plan del centro para atajar los casos de bajo rendimiento escolar, según tres especialistas

El curso 25-26 empezará con 30.956 alumnos menos y con el cierre de 58 grupos de 1º de ESO en institutos públicos

Una madre lee un cartel promocional de puertas abiertas, esta semana en un colegio de Barcelona.

Una madre lee un cartel promocional de puertas abiertas, esta semana en un colegio de Barcelona. / Ferran Nadeu

Olga Pereda

Olga Pereda

Madrid
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Febrero y marzo son meses que disparan la tensión en las familias. Se acerca la matriculación para el próximo curso [en el caso de Catalunya, la preinscripción va del 12 al 26 de marzo en infantil y primaria y del 14 al 26 de marzo en secundaria] y llega la hora de rastrear el barrio o la ciudad entera para encontrar colegio. No uno cualquiera sino el mejor. ¿Es posible? Probablemente, sí. Pero hay que saber qué buscar y dónde, y sobre todo, qué preguntas concretas realizar a la dirección y al claustro en las jornadas de puertas abiertas de los coles. Hablamos con tres expertos en educación y políticas educativas para que expliquen seis aspectos fundamentales que pueden servir de pistas a madres y padres.

Ninguno de los expertos consultados por este diario recomiendan a las familias que acudan a los rankings de colegios. Son cómodos porque se encuentran fácilmente en internet, pero no son una fuente fiable. “Son contradictorios e incompletos porque, en muchos casos, los datos son oficialmente confidenciales. Por ejemplo, las notas”, explica Ricardo Arana, profesor durante 38 años, divulgador y exresponsable sindical. En la misma línea, Luis Lizasoain, doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación e investigador especializado en Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación, añade que muchos listados no especifican los criterios para clasificar los centros y que, curiosamente, las primeras posiciones siempre están copadas por concertados y privados. "Me parece una mala iniciativa. ¿Alguien se imagina un ránking de centros de salud?”, critica. Al tercer experto consultado, Lucas Gortazar, director del área de educación del centro de Políticas Económicas de ESADE (EsadeEcPol), también le parece sospechosa la escasa presencia de la escuela pública en estos listados, a pesar de suponer el 70% de la red. El investigador y coautor de 'Educación universal' asegura que los ránkings no son buena idea, pero matiza que la opacidad tampoco. “Genera alarma y se convierte en una competición”, subraya Gortazar, que demanda mayor transparencia por parte de las administraciones públicas y un sistema fiable más completo y menos conflictivo. Por ejemplo, el método de los semáforos escolares de Italia.

Para buscar un buen cole, el primer paso es localizar los más cercanos al domicilio. “La cercanía es importante porque fomenta la cohesión social y facilita la conciliación”, subraya Gortazar. La proximidad es, efectivamente, una ventaja organizativa que hace que la vida sea algo más fácil. Especialmente al principio de la vida escolar, dada la alta frecuencia con la que los niños se ponen enfermos y las familias tienen que hacer malabares para ir a buscarlos o llevarles al centro de salud. Arana añade que, además, la vida social es más rica cuando la escuela está cerca: “Para tu hijo es mucho mejor que sus amigos vivan a dos manzanas y no a varios kilómetros”.

Un factor importante en la búsqueda de cole es que sea público. A pesar de que muchas familias quieren que sus hijos e hijas estén con niños y niñas de su mismo perfil social, Lizasoain pone en valor “la enorme riqueza” que aporta tener compañeros cuyos padres y madres tengan muchos y diversos perfiles profesionales, ya sean cirujanas, obreros, abogadas o panaderos. Esta diversidad se da, especialmente, en la red púbica. El profesor de la Universidad del País Vasco hasta 2018 matiza que la homogeneidad o la segregación –ya sea por arriba (elevada cota económica y social) o por abajo (escasa cota)– no es buena compañera de viaje en la escolarización. “Yo, como padre, no apostaría por un centro que tiene el 85% de alumnos de alto nivel socioeconómico o el mismo porcentaje de bajo nivel. La segregación escolar es una responsabilidad de las administraciones, pero tiene muchas ramificaciones, incluida la urbanística. Mientras los barrios estén segregados las escuelas también lo estarán”, critica. “En la vida nos relacionamos con mucha gente y eso enriquece. La mejor opción es un colegio diverso y que se acerque a la realidad de la sociedad, sin guetos de ningún tipo”, concluye Arana.

Todas las familias quieren un buen colegio para sus hijos, pero ¿qué significa eso? El profesor Lizasoain, que se dedica recorrer centros por toda España y América Latina para investigar qué funciona y qué no funciona en las aulas, despeja dudas y aclara que un colegio eficaz es aquel que “activa todos los recursos materiales y profesionales para conseguir el máximo aprendizaje sin dejar a nadie atrás y por encima de los recursos socioculturales del alumnado”. Los tres expertos aseguran que la pregunta fundamental que las familias tienen que hacer en un colegio antes de apostar por él es la siguiente: “¿Qué hacéis cuando los chavales van bien y cuando no van bien?”. Arana matiza que la escolarización rara vez es lineal. "A lo mejor tu hija empieza con buenos resultados pero pasan los cursos, le ocurre algo, lo que sea, y su rendimiento baja. Qué hará el claustro en el primer caso y en el segundo es lo que hay que averiguar”, subraya.

Salvo contadas excepciones, pocas familias escogen colegio por afinidad ideológica. Lo que sí interesa es el proyecto pedagógico, un aspecto fundamental de la vida escolar pero difícil de averiguar en las jornadas de puertas abiertas. “No sé si un centro es bueno o malo entrando en su web. Todos pueden tener buena pinta. Además, sobre el papel todo se sostiene. Pero ¿cómo es, de verdad, el proyecto pedagógico?”, se pregunta Gortazar, que vuelve a reclamar mayor transparencia por parte de las administraciones educativas. El investigador anima a las familias a aprovechar las jornadas de puertas abiertas para expresar esa duda directamente a las direcciones y el claustro. “Los que tienen un plan están más dispuestos a contestar. Eso ya da muchas pistas”, añade. El profesor Arana destaca que si alguna dirección escolar vende un sistema muy innovador, las familias deben preguntar por qué y para qué. "Innovar por innovar no supone ninguna ventaja. Si te explican que trabajan por proyectos (mayoritarios en primaria, no en secundaria) la cuestión fundamental es para qué y con qué objetivo”, añade.

Más allá de cuestiones evidentes, como las instalaciones, el servicio de comedor y las extraescolares, un claustro de profesores estable y que trabaje en equipo es una buena pista para las familias. Lizasoain también recuerda que no hay que fiarse de ninguna dirección escolar que diga abiertamente que en su centro no hay 'bullying' sino de aquella que revele abiertamente qué plan o protocolo específico tienen para descubrir casos de acoso, encararlos y resolverlos.

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