La pobreza infantil sigue escalando en Catalunya: ya afecta al 35% de menores de 16 años

La pobreza infantil sigue ascendiendo imparable en Catalunya, y ya alcanza al 34,8% de los menores de 16 años.Exactamente 412.600 niños y adolescentes catalanes viven en la exclusión social, una cifra solo alcanzada durante la emergencia social de la pandemia, según la última Encuesta de Condiciones de Vida que ha publicado este jueves el Institut d'Estadística de Catalunya a partir de los datos de 2024. Tener hijos empuja a las familias a la pobreza, ya que, de media, los datos se mantienen estables y mejoran en el caso de los adultos. Save the Children ha reprochado a la Generalitat no haber aplicado ni una medida de la estrategia contra la pobreza infantil del año pasado y el Govern responde que agilizará su reforma de la Renta Garantizada.

Uno de cada cuatro catalanes es pobre, cuatro décimas menos que el año pasado. La pobreza severa se mantiene en el 8,6%, solo tres décimas por debajo de 2023, el índice más elevado hasta la fecha. Pero lo grave de la situación es que la pobreza infantil sigue imparable: un problema de grandes dimensiones, sin soluciones desde hace décadas, y que condiciona desde los resultados académicos hasta el futuro del país. 

Los datos de 2024, peores que los registrados en la crisis financiera, son especialmente duros en los hogares con hijos. La brecha en estas familias se agranda y supera los ocho puntos de diferencia. Mientras que en los hogares donde no hay hijos la tasa de pobreza baja del 20% al 18,8%, las familias con descendientes a cargo persisten en el 28,5%. Si nos fijamos en el tipo de hogares, la pobreza se ha disparado en los monoparentales, pasando del 33% al 43% en tan solo un año.

Si se imputa el alquiler, la pobreza infantil se dispara hasta el 35,7%, cuando en los ancianos este índice es del 11%, y en los adultos, del 23,9%. El 19% de menores viven en hogares que han acusado retrasos en el pago de la vivienda, dos puntos más que el año pasado y cinco más respecto la media de la población. De hecho, las privaciones materiales son mucho más elevadas en los menores que en los adultos. Entre ellas destaca especialmente la de no poder comer proteína animal cada dos días, que ha crecido respecto al año anterior.

Sin políticas a la infancia

"¿Como puede ser que la pobreza en general mejore pero en los niños aumente? Pues porque no hay políticas públicas eficaces para combatir la pobreza infantil", lamenta Ona Lorde, responsable de políticas de infancia de Save the Children en Catalunya. Recuerda que hace un año se presentó la estretagia de lucha contra la pobreza infantil, pero lamenta que la Generalitat no haya aplicado ni una medida. "Nos preocupa mucho cómo empeoran las condiciones de vida para la infancia y las personas mayores, y cómo se mantiene una bolsa de pobreza crónica y estructural muy enquistada", ha lamentado, por un Enric Morist, presidente de la Taula del Tercer Sector, en un comunicado, en el que reclaman también aumentar la inversión en infancia hasta el 2,5% del PIB.

"No son las cifras que queríamos, aunque algunos indicadores mejoran ligeramente. Nos preocupa especialmente la tasa que hace referencia a los menores de 6 años", admite la consellera de Drets Socials, Mònica Martínez Bravo. En este sentido, la consellera explica que están trabajando para que las familias con menores tengan más ingresos y se compromete a que la reforma de la Renta Garantizada pueda lograrlo. "Estamos intentando acelerar al máximo el trámite", ha prometido.

Lluís Torrents, consultor en innovación social y experto en asuntos sociales, apunta que la cifra podría ser un tanto más elevada. "Los niños en esta encuesta se cuentan teniendo en cuenta que consumen un 30% los ingresos del hogar, pero todos sabemos que no es así", asegura. Y apunta que esto tiene un impacto evidente en las políticas de natalidad. "Lo que es evidente es que tenemos un problema, porque cada vez hay menos niños. Tenerlos es jugar a la lotería, te condiciona. ¿Quién se la va a jugar sabiendo que tiene un 35% de probabilidades de ser pobre?", añade.

Ancianos y vivienda

Tal como apunta 'la taula', el otro colectivo vulnerable, los ancianos, también empeora. Los mayores de 65 años registran un 17% de pobreza cuando el año pasado era el 16,2%. De hecho, los jubilados que están en situación de pobreza ascienden del 13% al 14%. También aumentan los trabajadores pobres: son 32.000 más, superan la barrera de los 600.000 y siguen estancados en el 16%. Si nos fijamos en aspectos concretos, vemos cómo la mayoría de indicadores de pobreza material siguen al alza. El que más ha crecido es el del retraso en el pago de la vivienda. Aumentan dos puntos, hasta el 14,3%, los catalanes que han registrado algún atraso. “Si no tienes trabajo y vives de alquiler multiplicas las posibilidades de vivir en situación de pobreza o exclusión y si tienes trabajo y una vivienda de propiedad en reduces las probabilidades” asegura Morist.

También crecen un punto los catalanes que no pueden comer carne, pollo ni pescado cada dos días (6,2%). Quienes no se pueden ir de vacaciones ni una semana ascienden al 30,4%, y los que no se pueden hacer cargo de gastos imprevistos rozan el 35%. Siguen estancados los índices de quienes no se pueden comprar un coche (6,8%) ni un ordenador (5,8%). El único dato que baja es el de la pobreza energética, que pasa de afectar del 20% al 17% de hogares. La Taula del Tercer Sector apunta que la cifra sobre privación alimentaria es la peor desde la pandemia. En total, este año son 9,4% de catalanes afectados por almenos cuatro de estas privaciones, cuando el año pasado eran el 8,3%. "Es una barbaridad", señala Torrents.

Los adultos mejoran

Los datos globales reflejan que la situación de la pobreza en Catalunya se ha estancado, no ha seguido al alza. Esto se explica en que los adultos, y los hogares donde no hay menores ni ancianos, han mejorado. La tasa de pobreza entre las personas en edad de trabajar cae un punto, mientras que la de los mayores de 16 años de nacionalidad extranjera desciende 5,3 puntos y llega al 42,7%. También se reduce más de un punto entre los adultos de nacionalidad española, llegando al 17,6%. Por su parte, la tasa pobreza de los parados baja 6 puntos: del 55 al 49%. La brecha de género también se ha reducido a la mitad. En 2023, las mujeres registraban tres puntos más de pobreza respecto a los hombres. Ahora ellas están en el 24,6% y ellos en el 23,3%.

Más ingresos pero precios más altos

El índice que mide la pobreza, y que en Europa se ha tomado de referencia, es la tasa AROPE, que más allá de fijarse en la renta, observa elementos más cualitativos como el empleo o el tipo de necesidades básicas que se pueden cubrir. Esencial tomarla de referencia, teniendo en cuenta la inflación y el precio del alquiler. Si nos fijamos meramente en las cifras de renta, la tasa de pobreza en Catalunya está en los 1.109,25 euros al mes (62 euros más que el año) en el caso de un adulto solo. Para dos adultos con dos menores, son pobres quienes no llegan a los 2.329,5 euros al mes (654 más que el año pasado).

En este sentido, pues, las personas que están bajo estos indicadores son el 17,9% de catalanes, el dato más bajo desde 2015. Esto es porque los ingresos económicos han crecido un 7,9% (hogares) y un 4,5% (personas individuales), pero como muestra la tasa AROPE esto no les permite acceder a las necesidades básicas. Sólo en el 16% de hogares en la pobreza no tienen a nadie trabajando, el año pasado eran el 19%. "El trabajo no nos quita de la pobreza, la gente sigue siendo pobre. Lo que vemos es que la vivienda, el aumento de los precios, la energía... aún que los ingresos mejoren la gente no puede salir de la pobreza", apunta. Y señala otro dato. La pobreza severa, lejos de bajar, ha aumentado.

la gent desgloss, risc de pobresa baixa intestat del treball. 2023 19,8% tenien baixa intesitat no treballava ningu nimes es 16,4%. El tema de no trevallar ja no es causa principal de pobresa. La gent rebalal po comque terballa ue donen son rpevaris bos uetren de sitryaico de pobtresa