Infraestructuras en Catalunya

El segundo gran corte de la R3 de Rodalies obligará a movilizar más de 100 autobuses cada día

El desdoblamiento de vías entre Parets y la Garriga obligará, a partir de Sant Joan, a seccionar la línea durante 12 meses, con un plan alternativo por carretera con servicios directos hacia Barcelona

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Marc Janeras: "Los gestores de Rodalies han conseguido vaciar el tren; están desmantelando el uso de la R3"

Un tren de la R3, en la estación de Granollers-Canovelles

Un tren de la R3, en la estación de Granollers-Canovelles / Jordi Cotrina

Carlos Márquez Daniel

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Barcelona
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La resaca de la verbena de Sant Joan de este año será algo más larga de lo previsto para los viajeros de la línea R3 de Rodalies. Cuando haya terminado el calendario escolar empezará el segundo gran corte en este trazado para terminar el desdoblamiento de vías entre Parets y la Garriga, un proyecto que ya interrumpió la circulación entre octubre de 2023 y febrero de 2024. Ahora serán 12 meses de servicio alternativo por carretera. Similar al anterior, pero la experiencia no solo es un grado, también permite corregir, mejorar y ampliar. Serán más de 100 buses (108, para ser exactos) para dar cobertura a los cerca de 13.000 viajeros que verán alterada su rutina. En ello está Renfe, negociando los últimos detalles de la mano de la Generalitat, los propios viajeros y los ayuntamientos de los municipios afectados.

La última reunión se celebró el pasado jueves, con presencia del Govern, el operador y miembros de la asociación Promoción del Transporte Público (PTP) y de la plataforma Perquè no ens fotin el tren. Solo faltó Adif, el gestor de la infraestructura del que depende esta y todas las obras incluidas en el presente plan de Rodalies. Que se esté dialogando a tantos meses vista es una de las principales diferencias respecto al primer corte, cuando las cosas sucedieron con escaso aviso y menor consenso.

En esta ocasión, no habrá circulación de trenes entre las paradas de Mollet-Santa Rosa y la Garriga, un tramo de unos 17 kilómetros. De manera que la R3 sí funcionará de manera estanca entre L'Hospitalet de Llobregat y Mollet-Santa Rosa, y entre la Garriga y la Tor de Querol. La premisa para diseñar el plan alternativo de transportes es que ningún apeadero se quede aislado. Por eso la propuesta va de la corta a la larga distancia.

Al ladito de Cerdà

Primero, la conexión entre las paradas afectadas, con dos servicios distintos: un bus directo entre Centelles y Mollet que saldrá en ambas direcciones cada 30 minutos, y otro que irá parando en todas las estaciones. La parada de bus en Centelles se colocará a unos 150 metros del tren, junto a monumento dedicado a Ildefons Cerdà, uno de los hijos predilectos de esta localidad de Osona. En el caso de Sant Martí de Centelles, el bus esperará a los viajeros en la carretera de Ribes, a unos 600 metros de la estación, aunque este es un punto que está en discusión con el consistorio del municipio.

En Figaró, el transporte por carretera tendrá su punto de encuentro en la carretera de Ribes, a poco más de 100 metros de tren. También en este caso falta la confirmación municipal. En la Garriga está previsto que los autobuses salgan desde la carretera Nova, junto al aparcamiento público de la Sínia, a poco más de medio kilómetro de las vías. La de las Franqueses del Vallès, pendiente de confirmación, está prevista en la carretera de Ribes, dirección Granollers, a un suspiro de la estación. En el caso de Granollers-Canovelles, los viajeros tendrán que desplazarse hasta la calle de Mataró, a un par de manzanas de la parada de Rodalies. En Parets del Vallès, el bus, también pendiente del 'ok' consistorial, estará en la avenida de Catalunya, a tiro de piedra del tren. Y en Mollet del Vallès, será necesario andar 400 metros hasta la calle de los Germans Moreto Prat.

Servicios directos

Hasta aquí lo que podríamos denominar plan de transporte alternativo de kilómetro 0, el que afecta a la zona más inmediata al corte. Ahora veamos el servicio de autobuses que conectan de manera directa con Barcelona. Renfe tiene previstos buses directos desde Centelles y la Garriga hasta Barcelona entre las seis de la mañana y las nueve de la noche. Bidireccionales y con una frecuencia de paso de 30 minutos que se reforzará durante las horas punta.

Cartel informando sobre la localización del bus alterntivo, en el pasado corte de la R3

Cartel informando sobre la localización del bus alterntivo, en el pasado corte de la R3 / Jordi Cotrina

En la capital catalana darán la vuelta en la estación de autobuses de Fabra i Puig, en la Meridiana, donde los viajeros podrán seguir en metro (L1) hasta su destino final. En el primer corte, y es una de las cosas que se mejorará ahora, los buses directos a Barcelona solo funcionaban de 6 a 9 horas (de bajada) y de 16 a 21 horas (de regreso a casa). Ahora estarán operativos todo el día y serán bidireccionales mañana, tarde y noche.

Servicio solapado

Como novedad respecto al plan alternativo que se desplegó hace año y medio, Renfe ha decidido sumar un servicio de bus directo (con salida desde la misma estación) entre Vic y Barcelona, con dos salidas en hora punta y una cada hora durante el resto del día; entre las 6 y las 21 horas los laborables de lunes a viernes. A diferencia del resto de líneas directas con la gran ciudad, no funcionará en fin de semana.

Viajeros del tren, en Centelles, se dirigen a la parada de bus para seguir su camino, durante el corte de la R3, en octubre de 2023

Viajeros del tren, en Centelles, se dirigen a la parada de bus para seguir su camino, durante el corte de la R3, en octubre de 2023 / Laura Busqueta (ACN)

Se creará un peculiar solapamiento con la línea interurbana e12, operada por Sagalés, pues mientras los usuarios con abono gratuito de tren (viajeros recurrente de Rodalies) no pagarán nada para subirse a ese bus de Renfe, los que vayan en el servicio regular sí tendrán que abonar el correspondiente billete. Serán servicios, sin embargo, con dos diferencias importantes: el e12 va directo a Barcelona y el del plan alternativo tiene parada intermedia en Centelles, y el primero llega hasta el corazón de la capital catalana mientras que el segundo deja a los viajeros en la Meridiana.

Un plazo "inaceptable"

Marc Janeras, portavoz de la plataforma Perquè no ens fotin el tren, celebra que todo se esté negociando con tanta antelación. Pero no muestra igual empatía con los plazos de las obras. "Renfe nos ha escuchado y ha movido ficha, pero estamos a la expectativa de Adif para intentar que los 12 meses previstos puedan ser menos; es el gran tema por resolver. Es demasiado tiempo, es inaceptable, y luego costará mucho que la gente vuelva al tren".

Janeras, junto a las vías de la estación de Rodalies de Vic

Janeras, junto a las vías de la estación de Rodalies de Vic / Oriol Clavera

La Generalitat ha cogido el guante e intentará rebajar esa previsión de un año sin R3, pero será muy complicado porque lo que queda por delante es precisamente la instalación de la doble vía en este tramo de 17 kilómetros, amén de algunos pasos subterráneos y mejoras en las estaciones. Los usuarios se quejan de que en el año y medio que habrá pasado entre un corte y el otro, apenas se ha avanzado, y consideran que si Adif hubiera adelantado parte del trabajo, la interrupción de un año podría haber sido mucho menor.

¿Faltan trenes?

Janeras también confía en que no se produzcan problemas de alteración del servicio en el ramal norte, desde la Garriga hasta la frontera con Francia, como asegura sucedió hace año y medio. "Debería funcionar como un reloj porque la línea no se verá afectada por la saturación de los túneles de Barcelona y no hay mercancías que pasen por las mismas vías, pero en el primer corte algunos trenes se estropearon y no había reemplazos, con lo que muchos servicios previstos no se podían realizar".

Los usuarios también reclaman que el plan sea definitivo un mes antes para poder realizar una campaña de información con muchas semanas de antelación, algo que, se quejan, se echó de menos a finales de 2023. "Tiene que funcionar desde el primer día. Porque si no es así, la gente se irá del tren", concluye Janeras.

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