Pérdida de biodiversidad

Las poblaciones de animales salvajes caen un 28% en Catalunya: "Peces y mariposas sufren declives drásticos"

La Generalitat se compromete a poner en marcha la Agència de la Natura y a aprobar la Llei de la Natura para hacer frente a la crisis de especies ligadas a prados, ambientes agrícolas, ríos y humedales

CONTEXTO | Radiografía de la crisis de biodiversidad: causas y efectos de un declive drástico

Sisón común

Sisón común / El Periódico

Guillem Costa

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El drama no se acelera pero persiste. Este es el balance del nuevo informe sobre el estado de la biodiversidad en Catalunya, un trabajo importante, que se publica cada dos años y que ofrece una radiografía detallada de la crisis ecológica. Las poblaciones de animales salvajes han caído un 28% durante los últimos 20 años. Esto significa que cada año, de media, se pierden un 1,5% de los ejemplares presentes en los diferentes hábitats. Se trata de un declive que no cesa pero que tampoco va a peor.

El problema, admite la Generalitat, es que esta estabilización no sirve y es necesario invertir la dirección de la curva.

"Conservar la naturaleza es urgente e interesa a todo el mundo, porque no hacerlo tendrá costes económicos y sociales"

Jordi Sargatal

— Secretario general de Transició Ecològica

Los datos recogidos por el Observatori de Patrimonio Natural i Biodiversitat se han utilizado para calcular el llamado índice de planeta vivo (LPI, del ingles 'living planet index'). Este indicador estima que, en 50 años, la pérdida de individuos silvestres de las 5.495 especies monitorizadas ha sido de un 73%.

Un censo de mariposas en el que se muestra el declive de la especie en el área metropolitana / Foto: Irene Vilà Capafons

Un censo de mariposas en el que se muestra el declive de la especie en el área metropolitana / Foto: Irene Vilà Capafons / Irene Vilà Capafons

¿Cuáles son las especies que más sufren? Hay dos grandes grupos que presentan una disminución del 40%: por un lado, los animales ligados a ambientes agrícolas y prados, que padecen las consecuencias de la agricultura intensiva, y por el otro, los que viven en ríos, humedales y todo tipo de aguas continentales, que han de lidiar con la sobreexplotación de los recursos hídricos y la mala calidad del agua. En cambio, las especies típicas de los bosques se reducen en un 15%, un porcentaje menor.

Mariposas y peces

En concreto, el descenso más radical afecta a las mariposas diurnas y a los peces. Lepidópteros como la pardilla (Glaucopsyche melanops) y el medioluto herrumbrosa (Melanargia occitanica), habituales en espacios abiertos, cada vez más escasos ante el crecimiento de bosques jóvenes y densos, se encuentran en grave peligro. Dos de los peces que están en regresión son el sargo común (Diplodus sargus) y el barbo de Graells (Luciobarbus graellsii). Tanto las mariposas como los peces son "especies semáforo" que reflejan el deterioro de los ecosistemas.

También es cierto que algunos animales, entre ellos varios mamíferos, están aumentando. El oso pardo (Ursus arctos) y el tejón (Meles meles) se han recuperado en los últimos años. Sin embargo, también hay mamíferos que retroceden, como el ratón de campo (Apodemus sylvaticus) y diversos murciélagos. En algunos casos, no se ha podido determinar si una especie está incrementando sus poblaciones o no. Esto ha sucedido, por ejemplo, con la rana bermeja (Rana temporaria), un anfibio presente en las montañas.

Ratón de campo (Apodemus sylvaticus)

Ratón de campo (Apodemus sylvaticus) / David Perez (DPC)

Este año, por primera vez, se han incluido algunas especies marinas, pero todavía es pronto para extraer tendencias representativas, puesto que era la primera vez que se analizaban sus poblaciones.

Trabajo urgente

"Conservar la naturaleza es urgente e interesa a todo el mundo, porque no hacerlo tendrá costes económicos y sociales", advierte Jordi Sargatal, secretario general de Transició Ecològica, del Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica. "El LPI es un marcador clave porque es consistente en el tiempo", reconoce el secretario general. "Son necesarios objetivos ambiciosos y políticas que reviertan la tendencia", añade.

Sargatal se compromete a poner en marcha las "herramientas necesarias" para cambiar la situación: "En la conselleria trabajamos para tener la Llei de la Natura a mediados de 2025 y pondremos en marcha la Agència de la Natura a principios de 2026". Tanto esta ley como la agencia, un plan que ha generado controversia por la oposición de ciertos sectores productivos del mundo rural, deben servir para relanzar las políticas ambientales del Govern, que también ha anunciado la declaración de nuevos parques naturales y la reintroducción de algunas especies.

Los científicos especializados en la conservación, no obstante, mencionan que lo más importante es aprovechar las posibles reintroducciones o los planes de recuperación específicos para restaurar los hábitats más amenazados. El nuevo reglamento de Restauración de la Naturaleza ya en vigor en la Unión Europea exige medidas que demuestren que se logran mejoras destacadas.

Las mariposas tratan de resistir en entornos metropolitanos degradados

Las mariposas tratan de resistir en entornos metropolitanos degradados / IRENE VILÀ CAPAFONS

Lluís Brotons, coordinador científico del Observatori del Patrimoni Natural i la Biodiversitat en Catalunya, pone el foco sobre la presión humana: "Pese a que se están llevando a cabo acciones de conservación y protección, crecen las amenazas sobre el medio natural". Esta paradoja obliga a los responsables políticos no solo a avanzar en los planes de conservación pendientes para las especies en peligro de extinción, sino también a desarrollar políticas que protejan los ecosistemas y eviten su degradación.