Educación en Catalunya
Uno de cada tres docentes catalanes opta al próximo concurso de traslados: "Esta rotación va contra los proyectos educativos"
Fruto del macroproceso de estabilización de los dos últimos años, 35.428 nuevos funcionarios entrarán en el proceso para solicitar plaza definitiva para el próximo curso
Direcciones y el colectivo de docentes Clam Educatiu piden limitar el número de plazas que puedan rotar para proteger los proyectos educativos: los sindicatos denuncian que no se pongan todas las plazas a concurso
Las plazas docentes a medida en escuelas e institutos: ¿garantía para proyectos educativos singulares o puerta abierta a formar plantillas a dedo?

Una profesora prepara las clases antes del inicio del curso escolar, el pasado septiembre en un instituto catalán. / Zowy Voeten


Helena López
Helena LópezRedactora
La medida 5.1.1. del documento de consenso Propuestas de actuaciones urgentes y a medio y largo plazo, elaborada por el Grupo Impulsor de Medidas para las Mejoras Educativas –formado por 18 profesionales y expertos en educación de sensibilidades diversas–, publicado en febrero del 2024, recomendaba "determinar un porcentaje máximo de renovación de la plantilla por centro, limitando el número de plazas definitivas que aparecen en el concurso de traslados". "La rotación de los docentes es muy elevada en la escuela pública, lo que impide dar estabilidad a los proyectos educativos y realizar un buen acompañamiento al alumnado", proseguía la recomendación, en la categoría de medidas a "medio plazo".
Un año después, la Associació de Directius de l’Educació Pública de Catalunya (AXIA), el Fòrum Futurs de l’Educació y la asociación Clam Educatiu insisten ante la nueva consellera en la necesidad de "limitar el número de plazas incluidas en el marco del concurso de traslados para el próximo curso", ya que, subrayan, "la falta de continuidad en los equipos afecta la calidad educativa y el progreso en el aprendizaje". Una demanda diametralmente opuesta a la de los principales sindicatos, que insisten en la necesidad de "no ocultar" plazas y denuncian que "el criterio discrecional de las direcciones predomina en la elección de los puestos que 'se congelan' y no se ofrecen a concurso".
Fruto del macroproceso de estabilización llevado a cabo los dos últimos cursos, 35.428 nuevos funcionarios (de los más de 90.000 que forman la plantilla de docentes catalanes) han tenido este año una plaza provisional y entrarán obligatoriamente en el concurso de traslados para solicitar la definitiva el próximo curso, que puede ser en el mismo centro u en otro. A este proceso también pueden apuntarse todos aquellos funcionarios que ya tengan una plaza definitiva pero deseen cambiarla (como sucede cada vez que hay concurso estatal, que es cada dos años).
"El volumen de plazas vacantes excepcionalmente elevado tendrá como consecuencia una gran desestabilización de los equipos docentes de la escuela pública a corto plazo y prácticamente dejará sin efecto las posibilidades de adecuar las plantillas a los proyectos de centro que se recoge en el Decreto 39/2014 [conocido como decreto de plantillas], que ha sido tan bien valorado por las direcciones de los centros como herramienta para la gestión pedagógica", denuncian la Associació de Directius de l’Educació Pública de Catalunya(AXIA), el Fòrum Futurs de l’Educació y la asociación Clam Educatiu en su carta conjunta a la consellera.
Relatos opuestos
En el polo opuesto, los principales sindicatos del sector –de CCOO y UGT a USTEC– piden todo lo contrario. "Reiteramos la necesidad urgente de derogar el decreto de plantillas y 'desperfilar' todas las plazas afectadas", señalaba la semana pasada el sindicato USTEC, en mayoritario en la escuela pública, en alusión al decreto que permite a las direcciones elegir un porcentaje de profesorado en función de su proyecto educativo. Según este sindicato, "este tipo de plazas en la inmensa mayoría de casos no aportan valor a los centros educativos ni cumplen su función, sirven únicamente para mantener prácticas de elección a dedo en la gestión de las plantillas y como herramienta de presión para que muchos docentes renuncien a sus derechos laborales".
Desde los principales sindicatos en el sector insisten en que "es imperativo que la Administración ofrezca al menos las 35.000 plazas que reconoce como estructurales" y asegure "procesos democráticos en la gestión educativa" y advierten de que "revisarán detalladamente, centro a centro, todas las vacantes para asegurar que las plazas estructurales disponibles sean ofrecidas en el concurso de traslados".
Cuestión de estabilidad
La falta de estabilidad de los equipos docentes afecta al conjunto de centros públicos y, "muy especialmente, a los contextos socialmente desfavorecidos", en eso hay consenso. Donde no lo hay es en cómo resolver esa situación.
El documento del grupo impulsor de mejoras educativas al que interpelan los colectivos que reclaman a la consellera un máximo de plazas puestas a concurso señala que "la reducción de la rotación es necesaria para consolidar el vínculo que los docentes establecen con el barrio o el pueblo, el alumnado y las familias y que es esencial para la calidad educativa; es necesaria para la formación de claustros cohesionados, lo que facilita que se puedan impulsar conjuntamente proyectos de larga duración".
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