Entrevista

Cristina Rauter, hermana de la joven colgada en 1990 en Portbou: "En todos estos años he perdido la fe en la justicia"

Tras la intensiva búsqueda que se hizo a finales del año pasado en el cementerio de Figueres, el cuerpo de Evi Rauter, la chica que fue encontrada colgada en Portbou en 1990, sigue sin aparecer. Cristina Rauter, su hermana mayor, había viajado desde Florencia con la esperanza de que encontraran los restos, pero tuvo que volverse con las manos vacías. En esa entrevista, explica quién era Evi Rauter, el doloroso recuerdo de su desaparición y el peso de todos los años de ausencia

Cristina Rauter, fotografiada a finales del 2014

Cristina Rauter, fotografiada a finales del 2014 / DdG

Matías Crowder

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Era septiembre de 1990 cuando Evi Anna Rauter visitó a su hermana mayor, Cristina, en Florencia. Entonces tenía sólo diecinueve años, le gustaba viajar y su hermana era su amiga y confidente. Pasaron un fin de semana juntas. El último día que Cristina la vio con vida Evi le dejó una nota en la que le decía que se iría a conocer Siena. Pero no volvió. La familia alertó a la policía y la buscó durante décadas sin encontrar rastro alguno de su destino. 

El día 4 de septiembre de ese mismo 1990, un martes, la Guardia Civil encontró el cuerpo de una chica sin vida colgado de un pino en la localidad de Portbou. Al carecer de documentos, se la catalogó de NN (Sin Nombre). No se relacionó la desaparición de Evi Rauter con el cadáver descubierto. Desde entonces circularían decenas de leyendas sobre el caso y éste sería conocido como el de la chica colgada de Portbou.  

Tuvieron que pasar más de treinta años hasta que en 2022 el programa de TV3 Crims, en colaboración con el programa de la televisión austríaca Ungelöst (Cadena ATV), consiguió identificar la identidad de la chica colgada. Era Evi Rauter. En junio de 2022 la fiscalía italiana inició una investigación. Un año después los investigadores y el fiscal en el cargo determinaron que se trató de un crimen, pero se tuvo que archivar por falta de pruebas.

El cadáver de Evi Rauter tal y como lo encontraron en Portbou el 4 de septiembre de 1990, colgado de un árbol

El cadáver de Evi Rauter tal y como lo encontraron en Portbou el 4 de septiembre de 1990, colgado de un árbol / DdG

A mediados del pasado mes de diciembre se inició una búsqueda del cuerpo de Evi Rauter en el cementerio de Figueres, en la que estuvo presente Cristina Rauter. Aunque se rastreó la fosa común, donde se creía que fueron depositados los restos de la chica muerta, la búsqueda no dio resultados y el misterio permanece a pesar del paso del tiempo. 

Fue a raíz de esta estancia en Figueres que Cristina Rauter concedió esta entrevista a Diari de Girona para explicar mejor quién era Evi Rauter, y relatar el doloroso recuerdo de su desaparición y el peso de todos los años de ausencia.

La entrevista

¿Cómo describiría a Evi como persona?

Era una persona amable, respetuosa y responsable. Siempre intentaba ayudar a los demás. Le interesaba leer libros, la cultura, visitar ciudades y museos, el cine, las carreras de bicicletas...

¿Qué le preocupaba, qué la motivaba?

Para ella era importante profundizar en las cosas. No era una persona superficial. Quería comprender, ver. No quería seguir a la multitud sin pensar.

¿Cuál era la dinámica entre ustedes como hermanas?

Ella mi mejor amiga y yo también era su mejor amiga y confidente.

¿Cuál es el recuerdo más significativo que tiene?

Estábamos en sintonía. Teníamos intereses iguales, similares. Hablábamos de todo.

Cuando estuvieron juntas aquellos últimos días en Florencia, ¿hubo algún momento que ahora recuerde con especial nitidez o que le parezca significativo?

Nada extraño, hicimos cosas normales como pasear por la ciudad y comer pizza. El lunes, a las ocho de la mañana desayunamos juntas. A las nueve yo tenía que ir a la universidad. Le dije que volvería a la hora de comer. Ella me dijo que me avisaría si salía. Me escribió un post-it: "Iré a Siena, nos vemos después".

Las hermanas Evi y Cristina Rauter, fotografiadas en agosto de 1990

Las hermanas Evi y Cristina Rauter, fotografiadas en agosto de 1990 / /DdG

¿Cómo fue la desaparición para la familia?

Un gran choque. Su desaparición era inexplicable. Mi apartamento estaba en un lugar agradable y seguro. Florencia es una ciudad grande, pero no tiene zonas muy peligrosas. Lanzamos teorías, pero sin pruebas, nada es posible.

¿Cómo le hizo frente? ¿Se sintió responsable?

Por supuesto que me sentí responsable. Pensaba: "Por qué fui a la Universidad aquella mañana, por qué no fui a Siena con ella?". Pero tuve que ir a la Universidad, ya habíamos estado juntas los días anteriores... Tanto yo como mis padres debíamos seguir adelante. Colocamos carteles en todas las grandes ciudades y estaciones de Italia, hemos publicado muchos artículos en todos los diarios... Hemos estado en diversas ocasiones en la televisión en Chi l’ha visto. Incluso años después de la desaparición. Nunca nos rendimos.

¿Cómo fue vivir todos aquellos años con un familiar desaparecido?

El comienzo fue difícil, tuve que seguir con mi vida, pero por descontado siempre tuve en mi mente a Evi y las preguntas "Qué pasó, dónde está".

¿Cómo cree que llegó a Portbou?

Sólo hay dos posibilidades: en autostop o en tren. No sé si 50.000 liras de entonces (25 euros) eren suficientes para un billete de tren. En julio de 1990 hizo una parada en Irlanda con dos amigas y le gustó la experiencia. Los días anteriores al 3 de septiembre de 1990 tuvimos una discusión. Le dije que era peligroso probar suerte en una ciudad grande... Nunca sabes con quién te puedes encontrar.

¿Qué papel jugó la desaparición de Evi en su vida desde entonces?

Yo tenía 23 años en 1990. Esa experiencia me hizo madurar en un instante. Me volví más cautelosa con mi vida, aunque hice todo lo que quise hacer. Quizá me volví una persona más segura de mí misma después de enfrentarme a un caso como este.

Cuando le dijeron que habían identificado a su hermana, ¿qué fue lo primero que pensó? 

Primero pedí que me enviaran fotos, quería comprobarlo por mí misma. Vi las fotos del árbol y la reconocí de inmediato. La cara, el cuerpo, la ropa… Era 100% Evi. También coincidía la fecha, pero no entendía por qué la encontraron en España, en la frontera francesa. 

¿Qué opina de la decisión inicial de clasificarlo como suicidio? 

La Guardia Civil no encontró ninguna denuncia de desaparición, y ella no tenía pasaporte, por lo que no pudo identificarse. Por tanto, intentaron cerrar el caso lo antes posible como "supuesto suicidio". 

¿Qué calificación le merece la acción de la justicia en esa época?

La policía italiana y la policía española cometieron grandes negligencias. ¡Ambas! Mi denuncia italiana (6 de septiembre de 1990) tenía exactamente el mismo contenido (descripción de la persona y de la ropa) que el atestado que se hizo en España el 4 de septiembre de 1990, cuando se halló el cadáver. Interpol no funcionó, de lo contrario es imposible que las dos descripciones, idénticas, no hubieran estado relacionadas. Además, la autopsia se hizo de forma superficial, incluso sin examen toxicológico. Al menos el forense, el doctor Lacacio, pensó que hacía bien en embalsamarla, para que en el futuro pudiera ser identificada. La policía italiana y la policía española cometieron grandes negligencias.

El lugar donde fue hallada Evi es peculiar, visible desde todo el pueblo. ¿Qué sensación le da imaginarla allí, expuesta? 

Cuando vi las fotos por primera vez, la primera impresión fue... parecía una exposición de arte. Todo era tan perfecto. Su rostro tenía una expresión angelical, como un ángel dormido, aunque estuviera colgada. Incluso la ubicación era particular: el mar en frente, la iglesia del cementerio detrás… Pero Evi nunca había estado en España ni en Francia, no conocía ese lugar. 

En 2023 la fiscalía italiana llegó a la conclusión de que se había tratado de un asesinato. ¿Qué emociones le produjo esta resolución después de años de búsqueda?

Desde junio de 2022 hasta noviembre de 2023 la Procura della Republica di Firenze estuvo investigando el material de la Guardia Civil de 1990. Al final archivó el caso como un "delito contra personas desconocidas" por la falta de pruebas. 

¿Qué impacto tuvo en usted y en su familia el anonimato de su entierro en Figueres? 

Para nosotros fue bueno saber que Evi estuvo en el cementerio de Figueres hasta el año 2001, en el nicho 134. Después, ese año, por desgracia, los trabajadores, sin autorización, la pusieron en una fosa común.

Evi Rauter en la orilla del mar en 1989

Evi Rauter en la orilla del mar en 1989 / DdG

¿Cree que es posible que se haga justicia?

En todos estos años he perdido la fe en la justicia. Después de 34 años es muy difícil que salga alguna cosa a la luz...

El misterio envuelve su muerte, y ahora también la ubicación del cuerpo. Después de días de excavar en el cementerio de Figueres, nada se encontró. 

Aquellos días trabajaron verdaderos profesionales en la recuperación. Realmente buscaron en toda la zona. La búsqueda fue estudiada y se realizó con una estrategia muy precisa. Parece que ya no existen más fosas comunes. 

¿Qué sintió al saber que no se halló el cuerpo? 

Me había preparado con antelación. Son cosas que nunca se pueden saber con certeza absoluta. 

Después de tantos años de misterio, ¿cómo le gustaría que el mundo recordara a su hermana?

Como una persona joven llena de energía, con el futuro por delante. Algo la detuvo, no sabemos qué.

¿Sabía que la muerte de su hermana es una de las leyendas más arraigadas del Alt Empordà? 

En los últimos dos años me interesé y pude leer varios libros y artículos sobre mi hermana. Me gustaría dar las gracias a todas las personas que nunca se han olvidado y siempre han intentado mantener vivo su recuerdo.

Evi Rauter en Florència en 1988

Evi Rauter en Florència en 1988 / DdG

La desaparición marcó su vida... 

Por supuesto que no fue fácil para mí y mis padres. Sí, marcó nuestra vida, quizás nos hemos convertido en personas más fuertes y racionales. Lo importante es mirar hacia adelante, hacia el futuro. 

Cuando en el 2022 le dijeron que podrían haber encontrado a su hermana, viajó sin dudarlo. Ahora ha vuelto a Girona en busca del cuerpo. ¿Qué hace que no pierda la fuerza? 

El 2022 fue muy importante para mí ir al sitio donde la encontraron, ir al cementerio, estar informada sobre el caso. Ahora intentamos recuperar su cuerpo, ya que parecía que estaba en la fosa común, pero no estaba. Lo hemos perdido por tercera vez. La primera, cuando Evi desapareció en Florencia. La segunda, cuando desapareció del nicho 134 en el 2001. La tercera, cuando desapareció de la fosa común. 

Si pudiera decirle algo a Evi, ¿qué le diría? 

Le diría que todo es un misterio para nosotros. Intentamos hacer todo lo posible por encontrarte en 1990 y todos los años posteriores. Siempre te tendremos en nuestro recuerdo.