Sentencia contra los enlaces forzados

Un juzgado de Pakistán anula el matrimonio de una vecina de Barcelona que fue obligada por su padre a casarse con un primo

La mujer reside con su actual pareja y dos años después de los hechos sigue bajo protección en un piso de acogida

Detenido en Barcelona por querer casar a una hija con un familiar contra su voluntad

Imagen del matrimonio forzado de Anisa en 2021

Imagen del matrimonio forzado de Anisa en 2021 / Policía

Germán González

Germán González

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En agosto de 2021 una familia de origen paquistaní residente en Barcelona se desplazó a Pakistán para asistir a la boda de una de las hijas con un primo suyo. Sin embargo, una vez allí el padre obligó a otra de sus hijas, Anisa, a contraer matrimonio con otro primo mucho más mayor que ella y que la mujer apenas conocía. Anisa ya no quería asistir al enlace de su hermana pero fue forzada por su padre, con el pretexto de acompañar a la familia. Una vez en el país, la joven se dio cuenta del engaño, ya que allí vio que el padre había concertado la boda con un sobrino. 

El padre hizo prevalecer su criterio como cabeza de familia y al negarse la mujer a contraer matrimonio contra su voluntad fue agredida con violencia extrema, con el resultado de graves lesiones. La intervención de terceras personas que acudieron en su auxilio evitó males mayores, según explicó en su momento la Policía Nacional que investigó este matrimonio forzado.

La entidad ACESOP considera que la sentencia marca un importante precedente para las mujeres paquistanís

De regreso a Barcelona, y temiendo nuevas represalias, Anisa contactó de manera anónima con la Asociación Cultural Educativa y Social Operativa de Mujeres Pakistaníes (ACESOP) para pedir ayuda. En 2023, agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Urbana de Barcelona detuvieron al padre por un delito de trata de seres humanos con fines de matrimonio forzado, otro de favorecimiento a la inmigración irregular y de falsedad documental, ya que tras el enlace inició los trámites para que el novio acudiese a España a trabajar

ACESOP había denunciado que Anisa y su actual pareja, escogida por ella, se ocultaban con el amparo de esta entidad que está situada en el barrio del Raval de Barcelona. Se escondían del padre y más de dos años después todavía permanecen bajo protección en un piso de acogida. La entidad también inició los trámites para que la justicia de Pakistán declarase nulo el matrimonio forzado.

Ahora, esta entidad ha comunicado que un juzgado de Pakistán ha anulado formalmente el matrimonio forzado de Anisa, actualmente de 24 años, que estaba registrado en su país. Para la entidad, esta decisión judicial marca un importante precedente, ya que confirma que ninguna familia puede imponer un matrimonio a la fuerza, y eso es válido tanto en España como en territorio paquistaní.

"La sentencia envía un mensaje contundente a todas las familias que piensan que imponer una boda a sus hijas o hijos puede tener cabida en 2025"

Huma Jamshed

— Presidenta de ACESOP

Esta resolución permitirá a Anisa solicitar el certificado de soltería, el documento oficial que acredita la ausencia de vínculos matrimoniales previos o vigentes, y casarse legalmente con su actual pareja. 

La presidenta de ACESOP, la doctora Huma Jamshed, cree que la sentencia es un gran paso hacia la protección de las mujeres que sufren o están en riesgo de sufrir matrimonios forzados y "envía un mensaje contundente a todas las familias que piensan que imponer una boda a sus hijas o hijos puede tener cabida en 2025". 

"Para Anisa, la anulación del matrimonio forzado es un paso esencial para recuperar su libertad y su dignidad. Esta decisión legal confirma que aquella unión nunca fue un verdadero matrimonio, ya que no contaba con su consentimiento. Ahora puede dejar atrás cualquier vínculo que se le impuso en contra de su voluntad y puede rehacer su vida sin ese peso sobre sus hombros,” afirma Jamshed.

La asociación recuerda que en las leyes en Pakistán sancionan los matrimonios forzados pero todavía se practican en zonas rurales y comunidades con estructuras fuertemente patriarcales, por lo que "se perpetúa la vulnerabilidad de muchas mujeres y niñas".

Añaden que los factores culturales y religiosos, la falta de acceso a la educación, la precariedad económica de algunas familias y las presiones sociales contribuyen a que el problema persista y recuerdan que hay muchos casos de matrimonios forzados que no se denuncian por temor a represalias familiares o a la estigmatización social.

"Nuestra victoria legal es un mensaje de esperanza para quienes siguen afrontando la amenaza de un matrimonio no consentido. Los matrimonios forzados, sean donde sean, no prosperarán,” destaca Jamshed.