Gestión forestal

El modelo urbanístico y el tipo de construcción, bazas de Catalunya para frenar incendios como los de Los Ángeles

Los bomberos advierten de que fuegos como los de California pueden ocurrir aquí pese a que los vientos extremos no son habituales y se dan en zonas menos pobladas

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El fuego en Pacific Palisades,  impulsado por los vientos de Santa Ana, en Los Ángeles.

El fuego en Pacific Palisades, impulsado por los vientos de Santa Ana, en Los Ángeles. / Michael Ho Wai Lee / Zuma Press

Guillem Costa
Valentina Raffio
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¿Catalunya puede sufrir un gran incendio como los ocurridos en Los Ángeles? Los expertos consultados por EL PERIÓDICO consideran que sí, aunque hay matices. El clima mediterráneo y un contexto de sequías recurrentes facilitan estos episodios. Pero hay que tener en cuenta otros aspectos, como el modelo urbanístico y los materiales de construcción de las casas. ¿Están preparadas las regiones más vulnerables al fuego para afrontar un incendio extremo? ¿El cuerpo de bomberos de la Generalitat tiene pensado cómo abordar una situación similar a la de California?

Barcelona y las ciudades vecinas, en cuanto a densidad de población, son la única región catalana que se puede comparar con Los Ángeles. En esta zona, existe el peligro de que se declare un fuego extremo por la gran cantidad de masa forestal. Es cierto que los vientos fuertes no son tan habituales y que el modelo urbanístico y el método de construcción de las casas dificultarían un desastre como el de California. También en el resto de Catalunya hay un riesgo de incendio elevado.

Los incendios de viento son más probables en el Empordà o el Ebro, pero en el área metropolitana también se podría dar un incendio de sexta generación

"Podemos tener incendios de conducta impredecible en zonas urbanas muy pobladas como el macizo del Garraf, la sierra de Marina o Collserola", asegura Asier Larrañaga, subinspector del GRAF (Grupo de Apoyo de Actuaciones Forestales) de los bomberos de la Generalitat, en conversación con este diario. Larrañaga detalla que ya están trabajando para hacer frente a estos escenarios y pone el ejemplo del incendio de El Pont de Vilomara (Bages) en 2022, cuando las llamas afectaron gravemente a una urbanización.

El subinspector asegura que California es uno de los lugares del planeta con mayor capacidad de extinción y con un cuerpo de bomberos más que preparado, a pesar de las especulaciones de los últimos días: "El hecho de que haya más o menos bomberos voluntarios no es un problema". "Sin embargo, con vientos de 100 kilómetros por hora sostenidos en el tiempo, es imposible trabajar", señala en referencia a los vientos de Santa Ana.

Los bomberos ya trabajan para hacer frente a escenarios de incendios de conducta impredecible en zonas urbanas muy pobladas

¿Puede el viento ser un problema en el área metropolitana de Barcelona? "Podemos tener vientos fuertes que coincidan con un año seco, pero la ventolera constante es más habitual en lugares como el Empordà o las comarcas del Ebro", dice el bombero. No son áreas tan pobladas como la metrópoli, pero igualmente se puede poner en riesgo a la población.

Víctor Resco, especialista en ingeniería forestal, coincide y afirma que un incendio de viento es más probable en el sur o el norte de Catalunya. Pero avisa de que en los aledaños de Barcelona se puede declarar un incendio de sexta generación. En estos, el fuego es más voraz, se esparce de forma más rápida y alcanza una superficie mayor respecto a lo que hasta ahora era normal en este tipo de sucesos.

Se crean enormes pirocúmulos que, a su vez, pueden desencadenar “tormentas o tornados de fuego” que aceleran la propagación y la convierten en incierta, como, por ejemplo, pasó en los incendios de Zamora de 2022. Tanto es así que hay quien ya habla de fuegos prácticamente “inextinguibles”, alentados por la crisis climática, que tan solo se apagan cuando lo han quemado todo y no tienen más combustible. Según apunta un análisis elaborado por el 'World Weather Attribution Center', el cambio climático ofrece la mayor probabilidad de que se inicie un incendio, de que exista combustible para el fuego y de que se esparza con rapidez.

Hay quien apunta que la crisis climática alienta "incendios inextinguibles", que cesan cuando lo han arrasado todo

Pese a que Catalunya está expuesta a incendios como los de Los Ángeles, Larrañaga puntualiza que, hasta la fecha, cuando el fuego ha pasado por zonas urbanizadas, el impacto no ha sido tan dañino como en California. "Ahí, las casas son de madera ligera y tienen estructuras que no han impedido el paso del fuego", precisa. "Se pueden construir casas de madera resilientes a las llamas, pero no era el caso en las urbanizaciones afectadas", añade.

En Palisades, el fuego forestal se transformó en un incendio de vivienda continuado, porque las casas están distribuidas de forma consecutiva y cercana. "El modelo de construcción del área de Barcelona, en principio, dificultaría que esto sucediera", augura el bombero.

Resco recuerda que el porcentaje de gente que vive en urbanizaciones en Catalunya es más elevado en California. "Pero esto no significa que aquí las urbanizaciones diseminadas sean seguras", sostiene. Larrañaga explica que más allá de las franjas de delimitación en las que los ayuntamientos están trabajando y sobre las que se ha mejorado, pese a quedar deberes pendientes, es esencial que el entorno inmediato particular de cada casa esté protegido.

Planes de gestión forestal

Para reducir la amenaza a las casas y tratar de aprovechar el fuego como elemento inseparable del clima mediterráneo, se han puesto en marcha varios planes, liderados por el Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica y también por el cuerpo de Agents Rurals.

La idea de las autoridades es potenciar un paisaje heterogéneo. En el parque natural del Cap de Creus llevan tiempo trabajando en ello. "Promovemos los espacios abiertos y agrícolas para que formen un paisaje mosaico y no todo sean arboledas", cuenta Ponç Feliu, director de este espacio natural.

Crear espacios abiertos y agrícolas y dejar avanzar el fuego de forma controlada son políticas de prevención en marcha en Catalunya

"Así, conseguimos que haya gente en el territorio realizando actividades sin dejar de lado la conservación", explica. No solo se hacen quemas controladas para disminuir la intensidad de futuros incendios, sino que se diseña cómo actuar en caso de que haya un fuego forestal. "Tenemos un documento que dice en qué lugares se puede dejar avanzar el fuego de forma controlada para prevenir incendios graves y a la vez favorecer la biodiversidad", dice Feliu.

"La gente ve el fuego como un demonio, pero si se gestiona bien puede ayudar a la gestión del paisaje", expone. Este modelo se está expandiendo por otras zonas de Catalunya, a través de las llamadas 'Mesas del fuego'. El desafío es estar listo para que un incendio extremo, en una área más o menos habitada, no suponga una amenaza para las personas.

Comunidades resilientes

Maria Cifre, antropóloga social especializada en incendios, constata que en Catalunya hay menos casas de madera tan vulnerables. No obstante, advierte de que en algunos barrios, hay chabolas muy amenazadas por un fuego: "La cuestión urbanística y forestal es relevante, pero también es necesario ir más allá y preguntarnos si como comunidad estamos preparados ante un incendio". En Collserola, por ejemplo, en barrios como Can Rectoret, conviven casas bien amparadas junto con casos de infravivienda.

"La primera persona que te puede ayudar es tu vecino, y es imprescindible que la gente se conozca"

Esta científica social del fuego plantea la importancia de prestar atención a los colectivos más vulnerables, que tienen más probabilidades de sufrir los impactos de una catástrofe: "No podemos asumir que todo el mundo tiene la capacidad técnica y económica para proteger su casa".

Cifre pone sobre la mesa la comunicación del riesgo: "Los vecinos deben crear redes de apoyo, vínculos fuertes y recibir un mensaje que les llegue". "Una franja te puede defender, pero una plaza en medio del barrio también", opina. "La primera persona que te puede ayudar es tu vecino, y es imprescindible que la gente se conozca para saber que en una casa concreta vive una persona con movilidad reducida a la que ir a ayudar en caso de emergencia", considera.

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