Medio ambiente
Una de cada tres granjas inspeccionadas en Catalunya incumple la normativa de transporte de purines
La obligación de llevar GPS en los camiones es clave para poder saber dónde se vierten estos residuos que contaminan los acuíferos
Más del 95% de las granjas de Catalunya son de modelo intensivo

Un camión cargando purines en unas balsas. / JAVIER MARTÍN


Guillem Costa
Guillem CostaUno de cada tres vehículos de transporte de purines inspeccionado por los Agents Rurals de la Generalitat no lleva el GPS obligatorio. Este aparato es clave para conocer el recorrido de las deyecciones ganaderas, normalmente procedentes de granjas de cerdos. El problema es que muchos de los camiones circulan sin el dispositivo. "Cuando sucede esto, es mucho más difícil saber dónde se acaban vertiendo y en qué cantidades", asegura Francesc Coll, subinspector del cuerpo.
En los últimos meses, los rurales han intensificado las inspecciones para detectar cantidades ilegales de purines en el medio natural o en campos agrícolas. Y uno de los focos se ha puesto precisamente sobre el transporte. ¿Pero por qué se trasladan estos purines? La acumulación excesiva de purines en determinadas áreas como la Catalunya Central, sobre todo Osona, está provocando la saturación de los terrenos. En esta comarca, la gran mayoría de las aguas subterráneas están contaminadas.
La falta de infraestructuras adecuadas para el transporte y tratamiento de los purines ha generado un aumento de los desplazamientos de estos residuos fuera de las zonas productoras. A menudo, los camiones encargados de transportar los purines atraviesan carreteras rurales, lo que provoca no solo molestias por el mal olor y el riesgo de derrames, sino también un impacto negativo en la calidad del aire y el suelo. Con todo, la gestión del transporte de estos residuos se ha convertido en un auténtico desafío logístico para Catalunya.
Nueva normativa
El traslado de los purines y su uso como fertilizantes está permitido siempre y cuando exista una autorización previa. En este sentido, la obligatoriedad de utilizar GPS facilita la trazabilidad de estos restos de deyecciones ganaderas cuando hay episodios de vertidos.
"Es clave que los equipos cumplan con los requisitos para prevenir exceso de purines en algunos campos", detalla Coll. Los rurales actúan siguiendo un plan de inspecciones pero también de forma aleatoria cuando detectan indicios de irregularidades. Fuentes del Departament d'Agricultura admiten que ciertas empresas hacen negocio con el transporte de los purines.
En algunos casos, apuntan fuentes conocedoras de las inspecciones, a algunas compañías propietarias de granjas que también se dedican al transporte, les sale más a cuenta asumir el expediente sancionador que cumplir con los requisitos exigidos.
Para comprobar que no se echan más purines de la cuenta en los cultivos, los agentes rurales también están analizando la conductividad de los campos. De esta forma, se puede determinar si hay demasiado nitrógeno o fósforo, dos de las sustancias que se suelen filtrar hacia los acuíferos.

Concentración ante una planta de Alcarràs. / ROGER SEGURA
La idea de los Agents Rurals es mantener las inspecciones previstas para este 2025. La normativa sobre los purines ha cambiado y las autoridades dan por hecho que los ganaderos necesitarán un tiempo para adaptarse a ella, pero el objetivo es que el número de incumplimientos disminuya.
El conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, ha enviado en más de una ocasión un mensaje de apoyo y acompañamiento al sector. No obstante, los rurales avisan de la necesidad de control sobre este transporte de purines, que a día de hoy supone un ingreso de dinero importante para las granjas y empresas que se dedican a ello.
En paralelo, está por delante el reto de mejorar las estaciones de tratamiento de purines. Estaba previsto que algunas de estas infraestructuras cerraran, pero los agricultores piden prórrogas para transitar hacia un modelo más verde. Algunas propuestas planteadas para mejorar la situación son la creación de plantas de biogás (para transformar los purines en energía) y sistemas de gestión más eficientes que permitan un uso más sostenible de las deyecciones de los cerdos. Las conselleries tanto de Agricultura como de Territori estudian fórmulas de equilibrio entre las demandas del sector agrícola y la defensa del medio ambiente.
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