Políticas de seguridad

Un 60% de las armas de fuego requisadas en Catalunya son fusiles, escopetas o carabinas

Los sindicatos de Mossos afirman que los tiroteos en plena calle "van a más" y denuncian que los agentes "no están protegidos adecuadamente"

La mayoría de delitos con armas de fuego en Catalunya están relacionados con el narcotráfico

Imagen de armas de guerra incautadas por Mossos

Imagen de armas de guerra incautadas por Mossos / ACN

Germán González
Jordi Ribalaygue
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El tiroteo de la Mina de esta semana ha vuelto a poner sobre la mesa la polémica por la presencia de armas de fuego en las calles de las localidades catalanas. Desde hace unos meses, los Mossos d'Esquadra alertan de que los delitos cometidos con pistolas u otras armas de fuego están creciendo en Catalunya. Su uso no se limita únicamente a robos o atracos, sino que cada vez se utilizan más en ajustes de cuentas entre narcotraficantes, como los de la Mina, o venganzas personales, como la que le costó la vida a dos personas del mismo clan familiar en el barrio de Font de la Pólvora de Girona en junio pasado.

Los cuerpos de seguridad como Mossos, Policía Nacional o Guardia Civil cada vez encuentran más armas de fuego en los operativos contra la delincuencia que despliegan en Catalunya y han detectado que muchas de estas armas son armas de guerra o automáticas, como subfusiles, lo que incrementa el riesgo para los agentes que participan en esos dispositivos y también para los ciudadanos de a pie que pueden verse inmersos sin querer en un tiroteo, como ocurrió en la Mina, en la que una persona resultó herida por una bala rebotada.

Los sindicatos subrayan que los chalecos antibalas de los Mossos "no están preparados para recibir el impacto de un arma larga"

Según datos del Departament d'Interior, en 2023 se requisaron 1.171 armas de fuego en Catalunya, tanto en procesos administrativos como penales. De esas, un 36% (414) fueron armas cortas, como pistolas o revólveres, mientras que el 64% (757) fueron armas largas, que incluyen escopetas, carabinas o fusiles, entre otras, tal y como recoge el Reglamento de Armas del Ministerio del Interior. 

La tendencia de requisar más armas largas que cortas en Catalunya se mantuvo en el primer semestre de 2024. Se incautaron 562 dentro de un procedimiento administrativo o penal, que siempre incluye su uso en un delito. De ese total, 330 fueron largas y 232 cortas. Es decir, un 57,7% fueron armas largas.

En el primer semestre de 2024 se incautaron 562 armas, de las que un 57,7% eran largas

Este incremento de intervenciones policiales con armas de fuego implicadas, como el tiroteo de la Mina de hace unos días, ha puesto en alerta a los representantes de los sindicatos de Mossos d'Esquadra. Toni Castejón, portavoz del sindicato SAP-Fepol, ha expresado su "preocupación máxima" por esta situación y ha advertido de que "algún día habrá una desgracia". 

Castejón ha remarcado que "los tiroteos son cada vez más frecuentes en plena calle" y ha denunciado que los agentes que intervienen "no están protegidos adecuadamente", ya que los chalecos antibalas no están preparados para recibir el impacto de una arma larga.

En el mismo sentido, Albert Palacio, portavoz del sindicato USPAC, ha destacado a este medio que desde hace unos años "proliferan peligrosamente las armas de guerra en barrios conflictivos de Catalunya, como la Mina, Sant Cosme o Font de la Pólvora". "Esto va a más, no puede ser que las armas de guerra corran como caramelos por nuestras calles", ha añadido. Palacio ha apuntado que los agentes están "muy expuestos a este riesgo, ya que el chaleco antibalas no puede parar un proyectil de este calibre" al tener placas balísticas "muy sencillas".

Por su parte, el secretario general del sindicato CSIF en la Guardia Urbana de Barcelona, Eugenio Zambrano, ha explicado a este medio que "la inseguridad crece en Barcelona y en su área metropolitana" y que cada vez hay más "tenencia y uso con total impunidad y sin escrúpulos de las armas de fuego". Por eso, ha lamentado la falta de medios humanos y materiales que tienen los cuerpos de seguridad para afrontar una "delincuencia en crecimiento" y ha añadido que "estamos desbordados, tenemos una criminalidad en Catalunya que no es normal"

Zambrano reclama al Ayuntamiento de Barcelona que dote a los agentes de la Guardia Urbana de equipamiento para mejorar la seguridad como armas largas, taser, gas pimienta, cámaras unipersonales o palas y guantes de detección de metales, y asegura que es "necesario" tanto para la protección de la ciudadanía como de los propios policías. "No se puede normalizar el uso de armas de fuego en la vía pública para ajustes de cuentas junto a otros delitos como así está ocurriendo", remarcó el líder sindical.

Delincuencia más violenta

A inicios de diciembre, representantes de los sindicatos de Mossos acudieron a la comisión de Interior del Parlament para exponer sus demandas a los grupos políticos y reclamaron más recursos humanos y materiales, una formación “especializada y permanente” para hacer frente a los nuevos retos delicuenciales que afrontará Catalunya en los próximos años con la delincuencia organizada y global.

En esta comparecencia parlamentaria, miembros del Sindicato de Policías de Catalunya, de SAP-Fepol, del Sindicato de la Escala Intermedia de los Mossos d'Esquadra y del Sindicato Nacional de Seguridad de Catalunya también alertaron sobre el hecho de que el numeroso material que usan los agentes está obsoleto, como las equipaciones que se utilizan en seguridad pública o los vehículos que conducen tanto en el patrullaje diario como en el traslado de presos a los juzgados.

Insistieron en la necesidad de formar a los policías ante los nuevos tipos de delincuencia, ya que los criminales están cada vez más organizados y son más violentos, lo que supone más riesgo para los agentes. En esa comisión, los sindicatos también pidieron una revisión sobre el uso de las pistolas Taser y del gas pimienta, principalmente cuando acudan a zonas conflictivas.

Suscríbete para seguir leyendo