Opinión | Tendencias informativas

Periodista

Joan Cañete Bayle
Joan Cañete BaylePeriodista
Periodista y escritor. Director de Estrategia de la Oficina de Proyectos Editoriales de Prensa Ibérica. Entre otros trabajos, ha sido corresponsal de El Periódico en Jerusalén y Washington DC. Autor de las novelas 'Expediente Bagdad' (a cuatro manos con Eugenio García Gascón) y 'Parte de la Felicidad que Traes', y del ensayo sobre el conflicto palestino-israelí 'Muros, bosques, tumbas: Un periodista en Jerusalén'
Ante la polarización, conversación (y prensa) local
Cuando el diálogo en la esfera pública se basa en la proximidad y la experiencia de los ciudadanos, el intercambio de ideas suele ser menos polarizado y orientado a la búsqueda de soluciones a los problemas
Resumen informativo delaño: Los lectores de EL PERIÓDICO dan más valor a las noticias sobre pensiones, seguridad ciudadana y turismo

Atiborrada calle comercial con adornos navideños en el centro de Barcelona. / Marc Asensio Clupes
Prensa Ibérica presentó recientemente la tercera edición de su Estudio de Tendencias Informativas, en el que se analizan las grandes temáticas de interés de los lectores de los 23 diarios de información general del grupo editor y el estudio de la conversación alrededor de estas temáticas en las redes sociales de julio de 2023 a junio de 2024. El estudio identifica 12 temáticas principales: Deporte; Cultura; Empresas, Comercio y Banca; Sanidad, Salud y Bienestar; Medio Ambiente y Solidaridad; Seguridad y Ciudadanía; Educación; Empleo; Conflictos Bélicos (Ucrania e Israel); Elecciones Generales; Turismo; Transporte y Movilidad.
Estas temáticas predominantes no son puras, se dividen en numerosas subtemáticas que a su vez se ramifican en otras y se interrelacionan entre ellas. Por ejemplo, la conversación sobre educación se nutre de subtemáticas como la pedagogía, la gestión pública y la privada, la financiación de la educación o las desigualdades en las aulas. A su vez, estos temas de conversación se alimentan de otros subtemas y argumentos que conforman otras temáticas. Así, al hablar de las desigualdades en las aulas se tratan temas como la brecha de género, de renta o generacional, asuntos que también se abordan en otras conversaciones, como la sanidad, la vivienda o la gestión del turismo. Si cada uno de los principales temas es un árbol y juntos constituyen el bosque de nuestra ágora ciudadana, bajo tierra las raíces de extienden y se entremezclan formando el tejido de nuestra compleja conversación social. Y entre las raíces circulan las corrientes subterráneas de nuestro diálogo e intercambio de ideas.
Argumentos en todas las conversaciones
Las corrientes subterráneas son esos temas que no se detectan como temáticas pero que aparecen en los argumentos de casi todas las conversaciones del momento. Algunos de los que el Estudio de Tendencias identifica son la gestión de la inmigración, la desigualdad en sus múltiples rostros, la (percibida como una) contradicción entre el progreso de las personas y la defensa del planeta y la extrema polarización ideológica y partidista.
Una de las corrientes subterráneas más fuertes es el eje conversacional local-global. La mayoría de los temas de conversación del momento tienen un carácter global y local. Hay múltiples ejemplos de ellos: la lucha contra el calentamiento del planeta puede tratarse bajo el prisma de las grandes cifras o llevarlo al debate sobre la aplicación de zonas de bajas emisiones en las ciudades; la gestión del turismo puede debatirse con los números del impacto de la actividad en la economía o hablando del tejido comercial de las calles del barrio; la problemática de la vivienda se puede tratar en el terreno de la legislación y los derechos de los propietarios, los inquilinos y los caseros, o discutiendo sobre las ayudas al alquiler para jóvenes en un ámbito local. La dicotomía micro/macro, o el axioma que lo local es global son de sobras conocidos en diferentes ámbitos.
La polarización ideológica y partidista
En términos conversacionales, el eje local-global se relaciona con el de la polarización ideológica y partidista predominante, que es muy evidente en la conversación política y económica. A medida que el tema de conversación vira hacia puntos de vista o argumentos globales, la polarización del intercambio de ideas se intensifica. Y al contrario: cuando el diálogo se acerca a lo local, cuando se basa en la proximidad y la experiencia de los ciudadanos, la conversación suele ser más matizada y orientada a la búsqueda de soluciones a los problemas.
El fenómeno es muy evidente por ejemplo en la conversación sobre medio ambiente. Tratada en el campo de los principios globales, los argumentos tienden a la polarización: ciencia/ideología, activistas/negacionistas, izquierda/derecha, capitalismo/anticapitalismo. El diálogo se desarrolla en medio de un ruido creciente. Pero cuando el tema se declina en fenómenos locales, cuando se aterriza con datos reales sobre una geografía conocida y se habla del impacto sobre personas con nombres y apellidos que forman parte de la misma comunidad, entonces la conversación baja en decibelios y tiende a centrarse en propuestas y soluciones. Un caso concreto: si las zonas de bajas emisiones en las ciudades se debaten con argumentos que tienden a lo global, la propensión a la polarización es mayor que si se discute en un marco local: qué vehículos, qué vías, qué matrículas, qué sanciones, qué ayuda a quienes se pueden ver perjudicados. Si se baja a una esfera local, la conversación tiende al consenso.
Implicaciones políticas y periodísticas
Esta doble dirección tiene implicaciones variadas. Políticas, sin ir más lejos. En el Estudio de Tendencias informativas circunscrito en Andalucía, que también ha presentado recientemente Prensa Ibérica, se detecta que los decibelios de la polarización descienden en la conversación a medida que se habla de instituciones o políticas cercanas a los ciudadanos. Es decir, en una escala de polarización, la discusión municipal es menos extrema que la autonómica y la nacional es la que genera más ruido. La UE, percibida como la institución más alejada de los ciudadanos, se suele discutir en términos globales casi absolutos (europeístas/euroescépticos), lo que supone una debilidad de la construcción europea. Cuanto más alejado de la ciudadanía se perciba el tema y cuanto más lejana se vea la institución que lo debate, más polarizada es la discusión.
También hay implicaciones periodísticas. La conversación en la prensa local es menos tensa y marcada ideológicamente que en la denominada prensa nacional. La hiperlocalidad en periodismo informa sobre y para comunidades de las afectaciones en sus ciudades, pueblos y barrios de los grandes temas del momento: de la seguridad a la calidad de las escuelas, de la vitalidad del tejido comercial a la oferta gastronómica y cultural. Hay debate, discusión e ideología, por supuesto, pero no en abstracto, sino en concreto. Y en este camino de lo global a lo local la prensa pegada al terreno se desprende de ruido y gana en argumentos y propuestas.
Ante la polarización, comunidad.
- El pediatra Carlos González, sobre cómo conseguir que los hijos estudien: 'Matamos su deseo de estudiar
- Ferran Lalueza, profesor: 'Los jóvenes no llaman por teléfono por miedo a mostrarse como son, pero en el trabajo deben hacerlo, no es una opción
- La antigua sonda soviética Kosmos 482 se estrellará este sábado contra la Tierra: su detonación puede equivaler a 250 gramos de dinamita
- Mario Alonso Puig, médico: 'Nuestra mente está proyectando continuamente películas de lo que podría salir mal
- Oscar Rosero, endocrino: 'Romper el ayuno con estos alimentos provoca un aumento de la glucosa desde temprano
- Municipios catalanes entierran las tuberías de amianto sustituidas en lugar de trasladarlas al vertedero de Castellolí
- La 'generación muda' llega a la oficina: el 81% de los jóvenes sienten ansiedad antes de llamar por teléfono
- Vuelta a las mascarillas en los municipios confinados por la nube de cloro: 'Había un olorcito a piscina que flipas