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Violencia sexual
Sentencia del caso Gisèle Pelicot, en directo: última hora del veredicto y las penas
Dominique ha sido condenado a 20 años de cárcel, la pena máxima, y los otros 50 también han sido declarados culpables
El ya exmarido de Gisèle también ha sido condenado por grabar y difundir las imágenes de las agresiones
MULTIMEDIA | Reconstrucción del caso Pelicot: las fichas de los 51 agresores sexuales y los momentos clave

EFE


Leticia Fuentes
Leticia FuentesCorresponsal en París
La sentencia del caso Pelicot se lee esta mañana a partir de las nueve y media en el tribunal de Aviñón que ha juzgado la violación masiva a Gisèle, la mujer que con su cara descubierta ha hecho que la vergüenza cambie de bando. Durante 15 semanas, se ha juzgado al marido de la víctima, Dominique, y otros 50 hombres acusados der haber sedado y violado durante una década a esta mujer, un expediente que ha marcado un antes y después en la lucha en Francia contra las violencias sexuales.
Abrimos un hilo para seguir la actualidad del caso y las reacciones a la sentencia.
Reconstrucción del caso Pelicot: repaso de todas las atrocidades y condenas de los 51 agresores
Charly, Patrick, Mathieu, Dominique, Nicolas, Cedric, Jean-Luc… Hasta 51 nombres componen la lista de los violadores de Mazan (al sur de Francia) que abusaron de Gisèle Pelicot cuando esta yacía inconsciente después de que su marido, Dominique, la drogara para ofrecerla sexualmente por internet. Hombres ordinarios de entre 26 a 73 años, padres de familia, maridos, hermanos y amigos. Un bombero, un militar, un periodista, un consejero municipal, un policía de prisión,
y un cabeza de la trama que durante al menos 10 años abusó y facilitó que violaran a su esposa.
Todos culpables. No hay inocentes. Este 19 de diciembre el Tribunal de Aviñón ha dictado una sentencia histórica, 428 años de prisión para todos los agresores de Giséle, marcando un antes y un después en el debate del consentimiento y la violencia contra las mujeres en Francia. Aquí puede ver el especial interactivo que ha creado el equipo de infografía de EL PERIÓDICO para reconstruir un caso que ha conmocionado al mundo entero.
Gisèle Pelicot dará nombre al nuevo Centro de Crisis para Víctimas de Agresiones Sexuales
El nuevo Centro de Crisis para Víctimas de Agresiones Sexuales que el Gobierno de Asturias ha inaugurado este jueves en Oviedo llevará el nombre de Gisèle Pelicot, un equipamiento que será "referente" y un "ejemplo" a nivel nacional, según ha asegurado la ministra de Igualdad, Ana Redondo
Claves del caso Pelicot: la búsqueda de "un antes y un después" ante la violencia machista
La sentencia en el juicio por las violaciones a Gisèle Pelicot cerró este jueves un caso que ha conmocionado al mundo gracias a la valentía de la demandante, una mujer de 72 años que dio un paso al frente en nombre de todas las víctimas que siguen "en la sombra".
Estas son las claves para entender el juicio con el que Gisèle Pelicot y la fiscalía han intentado marcar "un antes y un después" en la lucha contra la violencia sexual dentro y fuera de Francia:
1. Un espejismo roto
La vida de Gisèle Pelicot era aparentemente idílica: después de una carrera exitosa en la eléctrica pública EDF y cuatro décadas casada con su marido Dominique, con el que tenía tres hijos y varios nietos, ambos se trasladaron en 2013 a Mazan, un pueblo mediano en el sureste de Francia, para disfrutar de una plácida jubilación.
Lo único que parecía perturbar esa normalidad eran las pérdidas de conocimiento y otros síntomas extraños que sufría Gisèle, que llegó a sospechar que tenía un tumor cerebral o incluso alzhéimer.
En septiembre de 2020, Dominique Pelicot fue detenido por los vigilantes de un supermercado por haber grabado bajo las faldas de varias mujeres y, durante el registro de ordenador y la fase de instrucción de ese proceso, terminó de romperse el espejismo.
Las autoridades hallaron miles de fotos y vídeos en los que Gisèle aparecía inconsciente mientras se la sometía a abusos sexuales, con al menos 92 violaciones contabilizadas. Fue entonces cuando la víctima descubrió que sus síntomas se debían a las altas dosis de ansiolíticos que su marido le había suministrado sin su consentimiento.
2. 'Monsieur-Tout-Le-Monde'
Las violaciones a Gisèle bajo sumisión química se prolongaron durante casi una década, entre 2011 y 2020, y las perpetraron unos setenta hombres, de los que se pudo identificar a 51, incluido Dominique.
El medio centenar restante, a los que Dominique contactaba por internet, eran hombres de entre 27 y 74 años y de todas las clases sociales: bomberos, camioneros, periodistas, enfermeros, militares y jubilados.
Ese abanico tan amplio llevó al movimiento feminista francés a apodar a los acusados como 'Monsieur-Tout-Le-Monde' ('Señor todo el mundo'), para destacar que el agresor podía ser el vecino, el compañero de trabajo o el familiar de cualquiera.
"Yo también tenía un hombre excepcional, pero el perfil del violador puede estar en la familia, en los amigos", advirtió Gisèle Pelicot al intervenir en el juicio en octubre.
3. Una decisión excepcional
El proceso rompió los moldes de los juicios por violación, en los que las víctimas suelen permanecer en el anonimato si es que llegan a los tribunales, pues se estima que el 80 % de las denuncias por agresiones sexuales en Francia quedan archivadas.
Pero Gisèle Pelicot, que tras conocer lo que le había ocurrido pensó en suicidarse, tomó una decisión extraordinaria: dejar que se supiera su nombre y promover que el proceso fuera público.
Quería, con ello, conseguir que "la vergüenza cambiara de bando", una frase que ya se ha convertido en lema para el movimiento feminista, dado que muchas supervivientes no denuncian a sus agresores por el miedo a no ser creídas, la culpa o el temor a un proceso revictimizante.
El caso Pelicot también es excepcional por la amplitud de pruebas documentadas durante años por su propio marido, que impidieron a la defensa negar la existencia de los delitos, y por el hecho de que la demandante usara el apellido de Dominique, del que ya estaba divorciada.
"Tengo nietos que se apellidan Pelicot y no quiero que sientan vergüenza por su apellido, sino orgullo de su abuela", defendió al ser cuestionada al respecto durante el proceso.
4. Una sentencia polémica
El juicio fue muy mediático y a menudo "humillante" para Gisèle, indignada por las estrategias de algunos abogados que trataban de rebajar la implicación de sus clientes en los abusos: "Para mí son violadores y lo seguirán siendo", subrayó.
Al final, el movimiento feminista tuvo que encajar un veredicto menos ejemplar de lo que esperaba: en vez de los 652 años de cárcel que había pedido la Fiscalía para el conjunto de 51 acusados, el tribunal los dejó en más de 400.
El exmarido de Gisèle recibió la pena más severa, los 20 años máximos por el delito de violación agravada, y deberá cumplir al menos dos tercios de ella entre rejas.
Sin embargo, otros acusados recibieron penas de apenas 3 años y hasta seis de ellos quedarán en libertad, algo que ha indignado a muchos, pero no -al menos públicamente- a la propia Gisèle, que este jueves dijo que "respeta" la decisión del tribunal.
5. ¿"Un antes y un después"?
Laure Chabaud, la fiscal del tribunal de Aviñón, pronosticó a finales de diciembre que el juicio marcaría "un antes y un después", y muchas feministas aún confían en que la repercusión del caso obligue a hacer más contra la violencia machista en Francia.
Varias asociaciones presentaron en octubre 130 medidas para crear una ley integral contra las violencias sexuales, pero hasta ahora los pasos que han dado las autoridades son pocos y las organizaciones temen que, tras el final del juicio y con el bloqueo político actual en Francia, el impulso acabe por diluirse.
"El combate contra la impunidad no ha hecho más que comenzar", declaró este jueves en un comunicado la organización Fondation des Femmes.
No obstante, la propia Gisèle Pelicot se mostró satisfecha por la reverberación del caso: "He querido, al abrir las puertas de este proceso, que la sociedad hiciera suyos sus debates. No lo he lamentado en ningún momento", subrayó.
Gisèle Pelicot, el valor de una víctima convertida en icono feminista
Por pura supervivencia, Gisèle Pelicot, se convirtió a sus 72 años en un icono feminista, para alzar la voz y seguir con vida, tras pensar en el suicidio al descubrir las 200 violaciones por sumisión química que sufrió durante una década. Esta mujer decidió exponerse públicamente "para que la vergüenza cambie de bando", como defendió en el juicio que empezó el 2 de septiembre en el Tribunal de Aviñón (sureste de Francia) y del que este jueves se conocieron la totalidad de las sentencias.
Los 51 hombres sentados en el banquillo de los acusados fueron encontrados culpables en distinto grado, con penas que fueron desde los 3 años de prisión hasta los 20 dictados para el orquestador del plan para que la violaran estando inconsciente, Dominique Pelicot, su exmarido.
Por la dignidad mostrada durante todo el proceso, que ella misma pidió que fuera público, Gisèle Pelicot se convirtió, sin buscarlo, en un símbolo feminista mundial y en una de las mujeres más influyentes del último año en Francia.
"Gracias a todos vosotros tengo fuerzas para llevar esta lucha hasta el final. Esta lucha que dedico a todas las personas, mujeres y hombres, que en el mundo son víctimas de violencia sexual. A todas esas víctimas, quiero decirles: mirad a vuestro alrededor, no estáis solas", declaró a la prensa el 16 septiembre, la primera vez que habló al mundo.
Desde entonces recibió avalanchas de apoyo, en forma de manifestaciones, aplausos multitudinarios cada día del juicio y carteles de respaldo pegados en decenas de calles de la pequeña ciudad de Aviñón.
Pero a pesar de la entereza mostrada a lo largo del proceso, al que asistió sin esconder su rostro y en el que incluso miró fijamente la pantalla en la que se mostraban las decenas de violaciones que sufrió (registradas en miles de fotos y vídeos que hacía Dominique Pelicot), ella misma admitió que no sabe si será capaz de reponerse.
"Soy una mujer completamente destruida y no sé cómo me voy a levantar. No sé si mi vida dará para entender todo lo que me ha ocurrido", confesó.
Los actos del hombre que estuvo a su lado durante medio siglo, un narcisista egocéntrico con múltiples desviaciones sexuales, como describieron los expertos psiquiatras, lo pusieron todo en cuestión.
La vida de Gisèle Pelicot está marcada por una infancia feliz, un desempeño profesional exitoso en la eléctrica pública francesa EDF y un matrimonio unido, tras una breve separación, como ella misma expuso ante el tribunal.
Gisèle y Dominique se casaron en 1973, con 20 años, en una unión que los padres de él rechazaron, y tuvieron tres hijos: David, Caroline y Florian.
Tras unos años en la región de París, en 2013 la expareja se instaló en Mazan, un pueblo de apenas 6.000 habitantes al sureste de Francia, para disfrutar de la jubilación.
Allí fue donde él dio especialmente rienda suelta a sus múltiples delirios, que habían comenzado en 2011.
Hasta 2020 estuvo atentando contra la integridad física de su mujer, a la que puso en peligro de muerte por las altas dosis de ansiolíticos que le suministraba a escondidas, además de por las enfermedades de transmisión sexual que la expusieron a graves problemas de salud.
Por el camino, Gisèle vivía con múltiples pérdidas de memoria, que su entorno percibía con preocupación, especialmente sus hijos, que pensaban que padecía Alzheimer o una enfermedad similar, al constatar también una reducción de peso importante en pocos años.
Ella temía por su vida y estaba angustiada por la posibilidad de no ver crecer a sus nietos, como relató al tribunal, pero a pesar de consultar a varios médicos, estos nunca percibieron la magnitud del problema. Las maniobras de su entonces marido, del que se divorció posteriormente, se descubrieron en 2020, tras ser detenido por grabar bajo las faldas de mujeres en un supermercado.
Pese a su fragilidad, Gisèle Pelicot decidió resistir. Por ella, por sus hijos, por sus nietos y por las generaciones futuras, igual que a todas las víctimas de violencias sexual, como expusieron sus abogados, Antoine Camus y Stéphane Babonneau.
"Tengo nietos que se apellidan Pelicot y no quiero que sientan vergüenza por su apellido, sino orgullo de su abuela", defendió al ser cuestionada por la abogada de un acusado, que le preguntó por qué decidió mantener el apellido de casada.
"Nos acordaremos de la señora Pelicot, mucho menos del señor Pelicot. Ya no habrá vergüenza de apellidarse así", añadió con firmeza.
Este jueves, a la salida de la vista final, Gisèle Pelicot afirmó su respeto a los veredictos ante una muchedumbre de periodistas.
Lo hizo a pesar del descontento de los cientos de personas que acudieron a Aviñón para apoyarla, y de buena parte de la sociedad francesa, que esperaban sanciones ejemplares para todos los culpables.
También aseguró que no ha "lamentado en ningún momento" abrir las puertas de su juicio y mandó un mensaje a las "víctimas no reconocidas cuyas historias quedan en la sombra".
"Quiero que sepan que compartimos la misma lucha", afirmó.
Incompresión ante las condenas de los hombres implicados
Pese a lo histórico de esta sentencia, que ha atraído la atención mundial y ha convertido a esta mujer de 72 años en un icono de la lucha contra la violencia machista, numerosas asociaciones feministas han manifestado su descontento por las penas, que en general han sido significativamente inferiores a las que pedía la Fiscalía, en un momento en el que se esperaba un veredicto ejemplar.
"Este juicio también ha puesto de manifiesto la necesidad de definir mejor la violación y la agresión sexual incluyendo la noción de consentimiento en su definición penal", ha indicado en un comunicado Clémence Pajot, directora general de la Federación Nacional de los Centros de Información sobre los Derechos de las Mujeres y de las Familias (CIDFF).
La Fondation des Femmes, que al igual que otras asociaciones francesas reclama una ley integral contra las violencias sexuales y sexistas, ha manifestado "incomprensión" y "decepción" ante "ciertas penas pronunciadas", ya que, a pesar de los "testimonios y las pruebas", las condenas contra los cómplices de Dominique Pelicot estuvieron por debajo de lo que la acusación había requerido.
"El combate contra la impunidad no ha hecho más que comenzar", ha declarado esta organización en un comunicado, en el que recordó también que el trato judicial a las violencias sexuales debe cambiar.
Las sentencias y el hecho de que hasta seis condenados quedarán en libertad -ya sea porque sus penas están exentas de cumplimiento en la cárcel o porque ya han cumplido parte de ellas en detención provisional- también han causado indignación en Aviñón.
Allí, cientos de personas se han concentrado desde primera hora a la entrada del tribunal para manifestar su apoyo a Gisèle Pelicot y tras conocerse las penas han gritado: "Vergüenza de Justicia".
"Se hace como si hubiera violaciones grandes y pequeñas. Eso como mensaje, que yo encuentro dramático en extremo, da un poco de permiso de violar. Y no estoy segura de que eso sea lo que queremos en nuestro país", ha explicado Vigdis Morisse-Herrera, una de las mujeres que acudieron a seguir in situ el final del proceso.
La asamblea francesa: "Gracias a ti, el mundo ya no es el mismo"
En la misma red social, la presidenta de la Asamblea Nacional (Cámara baja) francesa, Yaël Braun-Pivet, ha escrito a Gisèle "gracias por tu valentía", y ha asegurado que "la vergüenza cambia de bando, se rompe el tabú", apuntó. "Gracias a ti, el mundo ya no es el mismo", ha resumido.
También los principales dirigentes de la izquierda se han pronunciado resaltando su "coraje" y como este proceso "marca un punto de inflexión en la lucha contra la cultura de la violación", en palabras de Marine Tondelier, secretaria nacional de Los Ecologistas.
"El juicio de Mazan fue ejemplar. La negativa de Gisèle Pelicot a celebrarlo a puerta cerrada arrojó una dura luz sobre la banalidad de la violación. Este juicio será histórico si realmente la vergüenza cambia de bando y si la gravedad de estos crímenes se percibe por fin en su justa medida", ha señalado por su parte Olivier Faure, primer secretario del Partido Socialista.
Gratitud a Gisèle por su valor y decepción del feminismo francés por las condenas
Los mensajes de gratitud a Gisèle Pelicot por su valor se multiplicaron este jueves al finalizar el juicio en Aviñón contra sus violadores, si bien el feminismo francés se mostró crítico con buena parte de las penas, que fueron inferiores a lo que pidió la Fiscalía, y pidió cambios en las leyes.
"Gisèle Pelicot ha librado esta batalla con una entereza que impone respeto y admiración. Ella encarna el valor de todos aquellos que, a veces en la sombra y en silencio, luchan por sus derechos y para que se haga justicia", ha destacado Anne Genetet, ministra en funciones de Educación, en X.
"Este juicio nos recuerda que tenemos una responsabilidad colectiva: hacer que el respeto, el consentimiento y la igualdad sean principios no negociables en nuestra sociedad", ha agregado.
Pedro Sánchez: "Que la vergüenza cambie de bando"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado la dignidad de Gisèle Pelicot y ha pedido que "la vergüenza cambie de bando".
"Cuánta dignidad. Gracias, Gisèle Pelicot. Que la vergüenza cambie de bando", ha escrito el presidente del Ejecutivo en X este jueves.
También la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, ha subrayado que la valentía de esta superviviente, que quiso que el juicio por las agresiones que sufrió fuera público, "marca un antes y un después".
"Gisèle Pelicot hizo público su caso porque la violencia sexual no es una cuestión privada: interpela a la sociedad entera; porque la vergüenza tenía que cambiar de bando. Su valentía marca un antes y un después. Gracias, Gisèle. Contigo, avanzamos todas", ha señalado en la misma red social.
La consellera Menor: "Gracias, Gisèle, por inspirar a millones de mujeres"
La consellera de Igualtat i Feminisme, Eva Menor, ha celebrado la sentencia de 20 años de cárcel de Dominique Pelicot por violar y drogar durante años a su mujer, Gisèle, a la que ha querido agradecer su batalla judicial: "Gracias, Gisèle, para inspirar a millones de mujeres".
"Un gran paso adelante para la sociedad y para todas las mujeres supervivientes de abusos y agresiones sexuales", ha escrito este jueves en un mensaje en X.
Además, Menor ha reivindicado que se debe luchar para que "la vergüenza empiece a cambiar de bando".
La policía escolta a un acusado tras el enfado generalizado
La liberación de uno de los acusados no sentó bien entre los presentes del juicio. El hombre, oculto bajo una capucha y una mascarilla, ha sido abucheado mientras las cámaras buscaban sacar la imagen de su cara. La presión ha forzado la intervención de las fuerzas del orden para asegurar su salida.
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